
Toda narración obedece a una estructura interna a partir de la cual el autor ordena el modo en el que nos presenta los acontecimientos que nos explica o bien a través de la escritura o bien de viva voz. Lo habitual es que dicha estructura siga los siguientes pasos: un planteamiento, en el que se hace una introducción a la historia, con presentación del espacio, el tiempo, los personajes y el argumento; un nudo, en el que el hilo de la historia llega a un punto en el que los personajes se ven en la necesidad de tomar determinadas decisiones, lógicas en relación con lo planteado hasta ahora; y un desenlace en el que el caos que ha generado los encuentros y desencuentros de los personjes da paso a una resolución de conflictos que desemboca en un fin. No siempre un relato seguirá este orden de presentación. Es posible que algunas historias tengan como inicio el fin de las mismas, como en el Lazarillo de Tormes, cuyo narrador cuenta a un receptor, que sólo él conoce, la historia de su vida cuando ya ha alcanzado cierta, aunque frágil, respetabilidad social y estabilidad económica. Hay casos que empiezan por el nudo y que, poco a poco, nos van ofreciendo detalles de las causas que han conducido a ese estado de cosas. Es lo que en literatura se llama empezar in media res. Bien, en la siguiente actividad os propongo, a partir de una serie de cuentos cortos, que identifiquéis cada una de estas partes en las que se divide la estructura narrativa para que, luego, seáis vosotros los que, con brevedad y concisión, propongáis una historia siguiendo tales pasos, es decir, proponiendo un planteamiento, un nudo y un desenlace que servirán para luego escribir vuestra propia historia de manera individual. A esta actividad la llamaremos Actividad 6