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Woman in Gold, por Jhemili de Souza B22

Estas vacaciones nos sientan genial a todos, ya que tenemos tiempo para hacer cosas pendientes, estar más con la familia y amigos, leer, ver películas y series, etc. Yo, normalmente, suelo ver muchas películas, principalmente de romance y drama, preferentemente las basadas en hechos reales.

Una de las películas que vi recientemente fue Woman in Gold (la dama de oro), es una película basada en hechos reales que me impactó muchísimo, tanto por la historia que cuenta como por el contexto que vivió uno de los protagonistas. La película va de una señora judía que busca la ayuda de un abogado para recuperar los cuadros que pertenecieron a su familia y les fueron arrebatados en la Segunda Guerra Mundial por los soldados nazis, uno de los cuadros no es nada más nada menos que la obra de Gustav Klimt el retrato de Adele Bloch-Bauer l (1907) que tenía muy gran prestigio en Austria.

En la Segunda Guerra Mundial los nazis robaron muchos cuadros de judíos ricos, cuadros importantes, con una gran historia detrás de ellos. Los nazis sabían el valor del arte confiscado a los judíos y lo habían declarado patrimonio austriaco para que fuera imposible sacarlo del país. Terminada la guerra muchos trataron de recuperar sus colecciones, pero las reglas no habían cambiado. Los cuadros robados estaban en los museos más importantes del país y sus respectivos directores eran los mismos que cuando los nazis estaban en el poder. Uno de esos casos es el del retrato de Adele Bloch-Bauer l.

Un poco sobre la película

Es el 1938, las tropas nazis llegan a Viena, Austria, los judíos ya temen por lo peor, ya no están seguros allí, ni los más ricos pueden escaparse. En cuestión de días los Bloch-Bauer, multimillonarios por su industria azucarera, lo perdieron todo. Ya no eran una de las familias más ricas e importantes de Austria sino unos más de los millones de judíos desposeídos de Europa. Algunos consiguen exiliarse fuera del país, como es el caso de Maria Altmann. Los Bloch-Bauer pierden todas sus pertenencias, incluidos los 6 cuadros pintados por Klimt.

El 1998, Maria Altmann se busca a un abogado con el objetivo de conseguir que los austriacos devuelvan los cuadros de Klimt que le pertenecen y que se encuentran en el museo de Belvedere en Viena, Austria. Maria y su abogado tienen que pasar por mucho, tanto para conseguir ganar el caso como para superar su pasado, principalmente Maria que guarda todos los recuerdos de esa época tan trágica.

El intento de conseguir los cuadros acaba en una demanda contra el Estado austríaco el 2000 y es uno de los juicios más famosos de la historia.

La película fue estrenada el 10 de abril de 2015 en Gran Bretaña, está dirigida por Simon Curtis y protagonizada por Helen Mirren, que hace el papel de Maria Altmann, y Ryan Reynolds, que hace el papel del abogado de Maria, Randol Schoenberg.

Fuente: Google imágenes. Capa de la película woman in gold

Klimt y el retrato de Adele Bloch-Bauer

Gustav Klimt (1862-1918) fue un artista simbolista austríaco, y uno de los más conspicuos representantes del movimiento modernista de la secesión vienesa. Gustav encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración. Sus obras están dotadas de una intensa energía sensual.

Una de sus obras más importantes es el retrato de Adele Bloch-Bauer, una pintura acabada el 1902. Klimt tardó tres años en acabarlo, está hecho con óleo y oro sobre tela marinera. Este retrato fue instalado en la casa de los Bloch-Bauer hasta el 1938, cuando los nazis lo robaron y lo instalaron en el museo Belvedere de Viena, Austria, pero después de 60 años allí la sobrina de Adele lo reclamó, teniendo que pasar por un proceso judicial para adquirirlo.

Fue vendido en junio de 2006 a Ronald Lauder, propietario de la Neue Galerie en Nueva York, por 135 millones de dólares, convertido en la segunda pintura de mayor valor de todo el mundo, esa fue instalada en la galería el julio de 2006 donde está exhibida.

Fuente: Google imágenes. Fotografía de Adele Bloch-Bauer
Fuente: Google imágenes. Retrato de Adele Bloch-Bauer

Valoración personal

A mi parecer, como ya he mencionado antes, es una película muy interesante por diferentes motivos. Una vez la vi y busqué la historia me quedé impresionada y me entró un sentimiento muy grande de empatía hacia todas esas personas que sufrieron tanto durante la guerra, que tuvieron que exiliarse, dejar sus lares, sus cosas, etc. para no morir.

La protagonista aquí no solo quiere los cuadros por su valor material, sino que busca justicia por lo que les pasó a ella y a su familia, y, también, asegurarse de que el mundo supiera su historia y la de su tía Adele, cuya identidad había sido robada por los nazis, ya que no le reconocían como protagonista del cuadro en el museo Belvedere.

Es una película espectacular y merece ser compartida.

Fuente: Google imágenes. Maria Altmann y el retrato de su tía

MÁS SOBRE LAS OLIMPIADAS POPULARES DE BARCELONA DE 1936 por JHEMILY DE SOUZA y MICHELLE TOMA B22

 

INTRODUCCIÓN:

Para empezar, es necesario explicar en qué consiste este acontecimiento que marcó a España.

Cuando leemos la palabra olimpiada pensamos en las que se celebran en el siglo XXI, sin embargo, la Olimpiada Popular que se intentó celebrar el 1936 no tenía la misma estructura ni los mismos motivos. La Olimpiada Popular fue un evento multideportivo dónde podían participar atletas de muchas naciones mediante diferentes formas de participación. Es decir, las delegaciones nacionales disponían de tres categorías: nacional, regional y local. Así dejaban a entender que no era una competición de estados y, por lo tanto, podían participar equipos no estatales. En este evento iba a expresarse el nacionalismo catalán y el internacionalismo proletario.

En total, se inscribieron 6.000 atletas de 23 delegaciones, entre las cuales estaba Estados Unidos, Francia, Bélgica, Suecia, etc. y hubo equipos representando a los judíos exiliados, a Alsacia, Cataluña, Galicia y el País Vasco. Los equipos de Alemania e Italia estaban representados por exiliados de estos países. La mayoría de los atletas pertenecían a asociaciones, clubes deportivos sindicales y partidos de izquierda.

El evento iba a celebrarse en los alojamientos y hoteles construidos para la Exposición Internacional del 1929 y en el Estadio de Montjuïc (actual Estadio Olímpico Lluís Companys).

CAUSAS:

A partir de la explicación anterior, se podría deducir que la Olimpiada Popular no fue celebrada con fines únicamente deportivos, sino que había otros intereses que provocaron la creación de ésta.

Tenía como fin de protestar contra el fascismo y la Alemania nazi de Hitler. Se puede decir que el gobierno que estaba al poder en la II República, del Frente Popular, tomó una posición y decidió boicotear los juegos de Berlín al no enviar los representantes de España y creando una nueva olimpiada que se celebraba en un corto plazo de tiempo de la otra. La inició la Internacional Deportiva Roja (Sportintern) y la organizó el Comitè Català Pro Esport Popular. En el comité anterior mencionado dominaba la influencia de la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Así nació la Olimpiada Popular en Barcelona, como unos juegos alternativos, dónde no cabia lugar a discriminaciones.

Todo eso provocó que las distintas organizaciones deportivas de izquierda, hasta entonces enfrentadas en bloques comunistas y socialistas, decidieron aunar fuerzas para mostrar su oposición a lo que denominaban “olimpiada hitlerista”. Estas organizaciones que participaron de la Olimpiada Popular consideraban los Juegos Olímpicos de Berlín un instrumento fascista del espíritu deportivo.

CONSECUENCIAS:

La idea de juntar las organizaciones deportivas de izquierda para hacer una protesta contra las “olimpiadas hitleristas” (Olimpiada realizada en Berlín que Hitler convirtió en un elemento de propaganda) fue detenida, infelizmente, por la Guerra Civil Española.

Los atletas que esas organizaciones trajeron habían llegado a nuestro país para alzar voz frente al fascismo y reclamar los ideales olímpicos de hermandad, igualdad y pacifismo por medio de una Olimpiada Popular, alternativa a la que un mes más tarde tendría lugar en la Alemania nazi, y paradójicamente ahora tenían la oportunidad de presenciar en primera persona los terribles efectos de una guerra cuya mecha había encendido el fascismo y las fuerzas reaccionarias.

La Olimpiada Popular estaba prevista para el 20 de junio de 1936, pero la mayor parte de los participantes llegaron el 18 de junio para poder conocer la magnífica Barcelona. Lo que no esperaban es amanecer el 19 de junio con ruidos de disparos

La Guerra Civil había llegado a Barcelona, por consecuente, las autoridades y organizadores suspendieron el acto. Muchos de los participantes se marcharon, pero, por lo menos, 200 de ellos se quedaron en España y participaron en las primeras brigadas internacionales para luchar por la II República Española.

IMÁGENES:

Cartel conmemorativo de la Olimpiada Popular del 1936.

En esta imagen podemos observar diferentes aspectos como el tipo de fuente, en este caso una fuente secundaria publicada en el año 2016, cuando se celebran los 80 años desde la Olimpiada Popular. Primero, podemos ver un detalle importante que es que etiqueta a la Olimpiada Popular como antifascista, por lo tanto, ya nos da la información de que este acontecimiento tenía un fin democrático. Segundo, las instituciones que realizan este conmemorativo son 4 y pertenecen a la comunidad de Catalunya, una de ellas es la Generalitat. Y finalmente la difusión de los 80 años cumplidos desde el evento se hace mediante un cartel que puede estar presente tanto en forma digital como tangible para los receptores, que son los ciudadanos catalanes en especial.

 Fotografía de participantes compitiendo en la Olimpiada de Berlín.

En esta fotografía podemos observar hombres participando en una carrera de las Olimpiadas de Berlín ( sabemos que es en Berlín por el hecho que detrás se vea el símbolo nazi). También podemos ver, con más esfuerzos, personas por los lados animando a los competidores.

Es una fuente primaria, una foto sacada al momento del acontecimiento. Podemos destacar que en esta olimpiada, la “olimpiada hitlerista”, solo participan personas blancas y, seguramente, por saber los hechos, no participa ningún judio.