Dictado 20 para el lunes 18 de abril p. 172
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Todo quedó en silencio en breve rato; oyéndose después los ligeros pasitos en diversas direcciones, tornáronse a acercar a la puerta, sintiéndose tras ella el roce del vecino sospechoso que espiaba, y más tarde, al dr la una en el reloj del hotel, oyose un golpe.
– Luís Coloma.
Siguió, pues, caminando una hora que se le hizo eterna. Por fin, la segunda empezó a hacerse más y más arpada y el bosque a clarear hasta que sus límites aparecieron a su vista. Allí Daniel pudo contemplar un amplio claro o calvero rodeado por un semicírculo de montañas peladas. En el centro, pacía plácidamente una familia de corzos de cuernos cortos y ligeramente curvados.