Dictado 1 para jueves 21 de septiembre de 2016

El niño Raúl, a fuerza de mucho pensar, descubrió que la mejor manera de medir las orejas era con las manos, cogiéndolas entre los dedos, las dos al mismo tiempo, y llevando la medida a pulso, un momento, -por el aire¿por un momentito no había de variar! – para ver si casaban o no casaban.

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