Dictado 16 p. 156 para jueves 18 de mayo

Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se torna fragoso y le pesa un poco, me bajo para aliviarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar… Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor.

– Juan Ramón Jiménez.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà Els camps necessaris estan marcats amb *