Había una vez un castillo donde vivía un ogro muy triste porque estaba solo y quería un amigo para jugar con él. Vió una niña que venía a buscar flores para su madre que estaba enferma y la cogió para comérsela. Entonces vino una princesa y el ogro y la princesa se besaron. El ogro se convirtió en un príncipe y se casaron y vivieron felices.
El ogro triste (María Garcerán, 3ºA)
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