
Tras leer un poema satírico y un poema filosófico de Quevedo, tenemos una primera visión compleja de este autor y de su identidad plenamente barroca. Lo más sublime junto a lo más grotesco, la burla junto a la reflexión, el escarnio compartiendo terreno con la alabanza. El barroco es territorio de contradicciones y Quevedo lo ejemplifica de forma brillante. Para saber más de él, aquí y aquí encontraremos apasionantes portales.