
El romance Amarrado al duro banco cobra un especial sentido cuando sabemos de la riqueza del romancero tradicional -el romancero viejo- y de su capacidad para fascinar a poetas posteriores que quisieron imitar su forma, estilo y atmósfera en el llamado romancero nuevo. Para realizar un breve recorrido por el mundo del romancero viejo, el blog que se organizó el año pasado puede ser una magnífica puerta de entrada a este singular universo literario.