EL PETRARQUISMO

Petrarca y la influencia petrarquista en España,

Por  cansola3

 El cancionero de Petrarca (1304-1374) es la obra de lírica amorosa que más influencia ha tenido en la literatura occidental. Se trata de un extenso conjunto de composiciones poéticas -sonetos en su mayor parte- elaborado durante más de treinta años y en él se refleja un proceso amoroso inspirado por una mujer -Laura- cuya existencia real no está probada. La muerte de la dama sirve de línea divisoria a dos secciones en las que aparecen agrupados los poemas: in vita e in morte di Madonna Laura.

La poesía amorosa de Petrarca se nutre de elementos propios de la poesía trovadoresca: supeditación en términos feudales a la dama, imposibilidad de que el conflicto amoroso tenga un final feliz ya que la dama está casada (lo cual impone además discreción al enamorado), profundo sufrimiento gozoso por parte del poeta.

Sin embargo todos estos elementos están pasados por el tamiz de una nueva ideología. En primer lugar el poeta practica una introspección en el yo más íntimo, revelándolo poéticamente con una complejidad desconocida hasta entonces. La amada aparece humanizada y dotada de cualidades físicas que el poeta se complace en resaltar. La naturaleza toma protagonismo, compartiendo el lirismo del poeta. Todo ello teñido de una franqueza emocional con la que el lector fácilmente se identifica.

La visión poética de la mujer amada responde a un canon de belleza el de la donna angelicata: cabello rubio, tez pálida, mejillas sonrosadas, ojos brillantes, labios rojos, dientes muy blancos, cuello largo y erguido. El retrato suele limitarse al busto. Especialmente el cabello (metaforseado en red de amor) y los ojos (cauce del fluir amoroso), están casi siempre presentes en la descripción.

Cuando el petrarquismo llega a España lleva consigo no sólo la influencia de Petrarca sino también la de sus seguidores más directos, influidos por las ideas neoplatónicas.

Debemos tener presente que en términos neoplatónicos la belleza exterior es un reflejo de la belleza interior y esta a su vez un destello de la belleza y la bondad divinas. Es por ello que los atributos morales pocas veces son exaltados, ya que quedan sobreentendidos, en todo caso se resalta la honestidad que es el atributo integrador de todas las virtudes cortesanas y que paradójicamente impide a la amada acceder a los deseos del enamorado.

La amada aparece vinculada a fenómenos de la naturaleza: aurora que ilumina la noche del poeta, fuego que abrasa el alma del enamorado y le purifica a través del dolor, primavera que inunda los campos de flores con su presencia o agosta los campos con su ausencia.

El amor concebido en términos platónicos se asimila al deseo de belleza que nace de un fluido que irradia de los ojos de la amada, llega a los del poeta y a través de estos se adueña de todo su ser, imprimiendo con trazos indelebles la imagen del ser amado. Así pues el enamorado invadido por la persona amada accede a través del amor al mundo de la belleza inaccesible a los demás. Según los planteamientos neoplatónicos el amante no debe cruzar los límites de la mente, el oído o la vista y se conforma con estas restricciones, aunque su vida sea un sufrimiento gozosamente aceptado.

El seguimiento de esta concepción amorosa y la imitación de los escritores consagrados conduce inevitablemente al tópico y a la repetición de ideas, aunque los grandes autores saben darle su sello personal y lograr la credibilidad y la belleza, las situaciones planteadas suelen repetirse:

1) La pura exaltación de la belleza de la amada, según los cánones establecidos.

2) Los intentos de precisar qué es el amor y cómo se manifiestan sus efectos contradictorios.

Para ello el poeta recurre a los contrarios y las paradojas. Hielo abrasador, dulce llaga, guerra que da paz.

3) Las quejas a las que dan ocasión la indiferencia o el desvío de la amada. En ocasión. la postura obligada de la sumisión queda velada por la rabia de los celos.

4) El sufrimiento provocado por la ausencia, mitigado por la creencia que la distancia no podrá perjudicar la relación mientras la amada permanezca dentro del amante.

5) La esperanza, único remedio contra la angustia de amar sin ser correspondido, que incluso logra sobreponerse al dolor por la muerte de la amada que podrá reencontrarse con el amado en la vida ultraterrena.

6) El enfrentamiento entre el deseo amoroso y la razón. A pesar del orgullo y la gloria de amar el poeta es a menudo consciente de que el amor anula su individualidad y ofusca su mente y se enfrenta a sus sentimientos, aunque sabe que no va a lograr vencerlos. Sólo en contados casos el poeta demuestra haberse sobrepuesto a su pasión, son normalmente composiciones de la edad madura.

7) En poquísimas ocasiones aparece el amor correspondido, cuando esto sucede normalmente se trata de referencias  a la dicha conyugal o hacen referencia a amores correspondidos de forma engañosa o efímera, lo cual a la larga acaba generando un dolor más intenso.

8) En ocasiones el dolor por la muerte o el abandono de la amada es contrastado con el placer de un tiempo pasado, aunque estos momentos gozosos no quedaran reflejados en sus poesías anteriores.

El petrarquismo llega a España de la mano del poeta Juan Boscán, quien decide después de una entrevista con Navagero empezar a escribir usando los metros italianos, suele considerársele un buen poeta, pero no un genio literario. Su vida reposada junto a su mujer posiblemente no potenciaban los planteamientos líricos del petrarquismo. Fue Garcilaso de la Vega, amigo de Boscán, quien consigue introducir la poesía italianizante con verdadera maestría, convirtiéndose en modelo para los poetas líricos de su época.