A l’hora del dinar, entrem al bar més típic i conegut del Carmel: el bar Delicias. Demanem l’especialitat, “patates braves de dos colors”.
La fotografia de Conxita Puigarnau i la ploma de Juan Marsé seran suficients per fer una bona descripció del lloc.
“Llegó el invierno, y en la ciudad, de vuelta al quehacer monótono del hogar de los Serrat, lejos de la Villa y de sus resonancias adormecedoras, el temor de perder definitivamente a Manolo obligó a la muchacha a ir a buscarle con frecuencia a su barrio. Él nunca quiso decir dónde vivía, pero ella supo muy pronto cómo encontrarle: en el bar Delicias, junto a la estufa y jugando a la manilla con tres viejos jubilados -entre los que su juventud se avenía de manera chocante-, ensimismado, olvidando o despreciando quién sabe qué placeres a cambio de la sabiduría de las cartas y de los viejos, rindiendo con ellos un solemne culto al silencio y a la parsimonia de gestos y miradas, un ritual para el cual el joven del Sur estaba particularmente dotado, sobre todo en invierno, y cuyos motivos habría que buscar no sólo en el diario trato con el frío, con el paro y la indigencia que pululan en los suburbios y que a él le eran familiares desde niño, sino también en el hecho de que su rara disposición a la aventura, frustrada en parte por el invierno, aquí se podía sustituir momentáneamente por hieráticas formas expresivas;”
Del libro: “Últimas tardes con Teresa” (1966)
Juan Marsé
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L’àlbum de la Conxita Puigarnau