Author Archives: Profesor Soldevilla

¿Qué ocurrió durante la guerra? Angustias

En el piso de la calle Aribau, Angustias escondió durante la guerra a su jefe, Don Jerónimo, un importante empresario. En su condición de significativo hombre de negocios, diversos grupos de milicianos le buscaban con la presumible intención de ejecutarlo. De todos modos, la peligrosa acción de Angustias estaba también motivada por la relación personal entre ambos; no sólo fueron novios de jóvenes sino que desde que Don Jerónimo se casó, la represiva y casta Angustias fue su amante. 

Tras la guerra, y una vez restaurado el orden tradicionalista amparado en una moral integrista y ultraconservadora, Angustias vive una situación casi esquizofrénica: ella defiende la moral imperante al tiempo que  la incumple de forma escandalosa.

¿Qué ocurrió durante la guerra? Juan

Juan pertenecía a una familia bien situada; de joven quiso ser militar pero al ser suspendido en el examen de ingreso en la Academia militar se enroló como voluntario en la Legión. Cuando se inició la guerra civil, igual que su hermano, obtuvo un cargo de responsabilidad en la administración republicana. Se casó con Gloria por lo civil -unos matrimonios que luego no serían reconocidos por el gobierno franquista- y, siguiendo las indicaciones de su hermano, espía  en la Barcelona republicana, decidió pasarse al bando nacional y combatir enrolado en el ejército franquista. Entró en Barcelona en enero de 1939 con las tropas franquistas, pero no como un vencedor, sino como un hombre destrozado y desequilibrado por la experiencia de la guerra.

¿Qué ocurrió durante la guerra? Román

La guerra civil modificó butalmente la vida de toda la sociedad española- La familia de Andrea no fue una excepción y sus tres tíos, Angustias, Juan y Roman, a pesar de ser simpatizantes y colaboradores del alzamiento franquista, salieron de la guerra moralmente aniquilados.

Román, un músico elegante y sedutor, amante de la buena vida, se encontró en una Barcelona republicana y progesista cuando se inició la guerra civil. A partir de ese momento empezó una labor de colaboración clandestina con la insurrección franquista lo que le llevó a desarrollar una real labor de espía. Descubierto, fue encarcelado en las checas y tras la victoria franquista fue liberado; amargado y nihilsta, la vida le parecía insoportable y la felicidad de los otros, un objetivo a destruir.

Para saber de las cosas que ocurrieron en la retaguradia republicana durante la guerra, este vídeo ofrece una interesante visión de los hechos.

Las checas fueron unidades parajudiciales establecidas en la retaguardia republicana que perseguían a posibles colaboracionistas del bando franquista. Organizadas por partidos políticos y sindicatos, actuaban cometiendo frecuentes abusos; la propaganda franquista posterior difundió y exageró los muchos excesos de las checas. De forma significativa, la mejor novela fascista española, obra de Agustín de Foxá lleva el título Madrid de corte a checa.

Xochipilli

Xochipilli o Macuilxochitl era el dios mexicano del amor, los juegos, la belleza, la danza, las flores, el maíz y las canciones. Formado por los vocablos náhuatl “xochitl” flor y “pilli” Príncipe. Su esposa era Mayáhuel y su hermana gemela era  Xoquiquetzal.

La casa de Ena

Frente al mundo caótico y violento de la casa de la calle Aribau, existe el mundo ordenado y elegante de la casa de Ena, ubicada en la Via Laietana. Un mundo selecto que parece ajeno a la vulgaridad y a la miseria que envuelve el mundo de Andrea pero un mundo que esconde también sus cloacas.
Me detuve en medio de la Vía Layetana y miré hacia el alto edificio en cuyo último piso vivía mi amiga. (…) La misma Vía Layetana, con su suave declive desde la Plaza de Urquinaona (…) La Vía Layetana, tan ancha, grande y nueva, cruzaba el corazón del barrio viejo (Segunda parte, capítulo X)

La Vía Layetana, con su suave declive desde la Plaza de Urquinaona

La Vía Layetana, con su suave declive desde la Plaza de Urquinaona

Un descenso a los infiernos

Con el nombre de descenso a los infierno se conoce un tópico literario de larga tradición; su formulación arranca de La Divina Comedia, de Dante, donde el excelso poeta desciende a los infiernos en su sentido más literal a la búsqueda de su amada Beatriz. A partir de este desarrollo, muchos han sido los autores que han colocado a sus personajes en la tesitura de iniciar un viaje a un mundo prohibido y terrible, un infierno, donde les esperan realidades desconocidas y turbadoras. Andrea vive su particular descenso a los infiernos cuando decide seguir a su tío Juan en su alucinada carrera por el Barrio Chino

Llegamos a la plaza de la Universidad cuando el reloj del edificio daba las doce y media. Juan cruzó la plaza y se quedó parado enfrrente de la esquina donde desmbocaba la Rona de San Antonio y donde comienza, oscura, la calle de Tallers. (…) Se metió por la calle de Tallers. Por allí no encontrábamos a nadie. (Segunda parte. Capítulo XV)

Confluencia de la Plaça Universitat, la Ronda Sant Antoni y el inicio de la calle Tallers; la puerta de entrada al infierno...

Confluencia de la Plaça Universitat, la Ronda Sant Antoni y el inicio de la calle Tallers; la puerta de entrada al infierno...

La fiesta de Pons

En la fiesta que celebra Pons, Andrea toma plena conciencia de que está sola en el mundo. El encuentro con la alta burguesía barcelonesa le muestra de forma evidente que ella no pertenece a ese mundo ni encaja en ningún sitio. Esta fiesta de inicio de verano nos recuerda otra fiesta literaria, la que da inicio a Últimas tardes con Teresa (1966), de Juan Marsé. Escrita 20 años después de Nada, el retrato detallado del guateque veraniego nos recuerda de forma inevitable la fiesta de Pons. La novela es excepcional y vale la pena leerla pero para realizar una primera aproximación quizás es interesante visionar algunos fragmentos de la adatación cinematográfica que realizó Gonzalo Herralde en 1984.

Trenzas cortadas

El encuentro de Andrea con la madre de Ena sirve, por un lado, para que se descubre la turbadora relación que ésta mantuvo con Román y, por otra parte, para que Andrea sienta que es importante para mucha gente, que los demás, la necesitan. Cuando la madre de Ena recuerda su relación con Román, evoca su magnetismo y atractivo pero igualmente su maldad, cómo la humillaba, sometía y vejabase hasta límites atroces. La escena de la trenza cortada resume, en su aparente sencillez, la maldad gratuita de Román.

Aunque no tiene relación con la novela de Laforet, esta novela policíaca publicada en 1953 nos ilustra el terrible sacrificio de la madre de Ena.

Aunque no tiene relación con la novela de Laforet, esta novela policíaca publicada en 1953 nos ilustra el terrible sacrificio de la madre de Ena.

Aquelarre de Goya

Cuando Andrea quiere describir la terrible escena en la que las hermanas de Román, Juan y Angustias recriminan a su madre la educación recibida y la culpabilizan de la tragedia vivida, cree imaginar un cuadro de Goya: “Poco a poco, las caras se iban perfilando, ganchudas o aplastadas, como en un capricho de Goya. Aquellos enlutados parecían celebrar un extraño aquelarre.(Tercera parte. Capítulo XXIII). La contemplación de un cuadro de Goya nos ilustra de forma plástica la visión alucinada y lúcida de la narradora.

El Aquelarre o El Gran Cabrón, un espeluznante cuadro de Goya

El Aquelarre o El Gran Cabrón, un espeluznante cuadro de Goya

La despedida

“Bajé las escaleras. despacio. sentía una viva emoción. recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por primera vez. (…) Antes de entrar en el auto alcé los ojos hacia la casa donde había vivido un año. Los primeros rayos del sol chocaban contra sus ventanas. Unos momentos después, la calle de Aribau y Barcelona entea quedaban detrás de mí.” (Tercera parte. Capítulo XXV)

La novela se acaba cuando Andrea cierrra la puerta de la finca de la calle Aribau y da por concluído ese año en Barcelona. “De la casa de la calle de Aribau no me llevaba nada”, nos dice, pero inmediatamente rectifica: “Al menos, así creía yo entonces”. De la casa de la calle de Aribau Andrea se lleva una serie de enseñanzas decisivas para su vida; de esa casa se lo lleva todo.

La puerta del nº 36 de la calle de Aribau

La puerta del nº 36 de la calle de Aribau