Un descenso a los infiernos

Con el nombre de descenso a los infierno se conoce un tópico literario de larga tradición; su formulación arranca de La Divina Comedia, de Dante, donde el excelso poeta desciende a los infiernos en su sentido más literal a la búsqueda de su amada Beatriz. A partir de este desarrollo, muchos han sido los autores que han colocado a sus personajes en la tesitura de iniciar un viaje a un mundo prohibido y terrible, un infierno, donde les esperan realidades desconocidas y turbadoras. Andrea vive su particular descenso a los infiernos cuando decide seguir a su tío Juan en su alucinada carrera por el Barrio Chino

Llegamos a la plaza de la Universidad cuando el reloj del edificio daba las doce y media. Juan cruzó la plaza y se quedó parado enfrrente de la esquina donde desmbocaba la Rona de San Antonio y donde comienza, oscura, la calle de Tallers. (…) Se metió por la calle de Tallers. Por allí no encontrábamos a nadie. (Segunda parte. Capítulo XV)

Confluencia de la Plaça Universitat, la Ronda Sant Antoni y el inicio de la calle Tallers; la puerta de entrada al infierno...

Confluencia de la Plaça Universitat, la Ronda Sant Antoni y el inicio de la calle Tallers; la puerta de entrada al infierno...

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