Una vez leído este relato corto, me gustaría saber, primero, qué opinas sobre lo que ha hecho el protagonista; y, en segundo lugar, qué piensas sobre su final, ¿crees que el relato acaba bien o mal?
37 thoughts on “Sobre “El hombre que salía por las noches”, de Juan José Millás”
abs1001
El hombre que salía por las noches. Cada vez que leo éste título, una leve sonrisa se dibuja de forma inexplicable en mi rostro. Bueno, quizá eso de “inexplicable” no es del todo cierto, y es que por extraño que parezca, me siento afortunada por poseer una relación especial con este cuento.
Mejor me explico. Hace ya un par de años, cuando en primavera celebramos la semana de la literatura en el instituto, un día salimos de clase de castellano como si de una excursión se tratase, y nos dirigimos al pasillo; justo el tiempo de dar diez pasos y unas cuantas risas con los amigos. Allí la cosa cambió. Nos sentamos atentos ante la novedad de leer cuentos durante una hora en pleno pasillo. La verdad es que – ¿porqué negarlo?- no estaba entendiendo demasiado bien el argumento de esas curiosas narraciones cortas, y en mi mente, un pensamiento como tantos otros me hizo ver que si tuviese el papel delante, quizá las ideas al respecto se verían más claras. A partir de ese momento no sé si lo que siguió fue magia o no. A mí me gusta creer que si, pues Beatriu pronunció mi nombre y me invitó a que fuese yo quien leyera el próximo cuento. El título ya debes imaginártelo. El hombre que salía por las noches, efectivamente.
Ahora ya hablando sobre el cuento propiamente, creo que lo que hace el protagonista es la viva representación de esa frase tan famosa que nos explica como siempre deseamos lo que no tenemos, o que aun poseyendo un objeto inútil i en desuso des de hace tiempo, éste cobra un valor nunca visto cuando alguien intenta arrebatárnoslo. Al hombre le pasaba esto con su mujer. Pese a tener discusiones a menudo, él siente celos de la misteriosa sonrisa que va adquiriendo el maniquí día a día. ¿Porqué? Déjala ser feliz con el maniquí sin contigo no lo es.
Por otra parte, creo que el final le da una buena lección, enseñándole que las mentidas se pueden volver en contra de quien las engendra.
Me gusta especialmente este final porque la trama no queda implícitamente explicada, sino que el autor te presenta la situación final y deja que seas tu quien decida qué es lo que pasa realmente. ¿La mujer se convirtió en maniquí para así poder satisfacer su afecto con el otro maniquí? ¿Se fue y, como el marido, dejo el maniquí en sustitución suya? ¿O quizá deberíamos dudar de la salud mental del hombre? ¿Quién sabe?
En definitiva creo que el relato acaba bien aunque el protagonista no comparta esta opinión, pues le da una lección y también le brinda la oportunidad de vivir su propio engaño.
Andrea Badia Serrano
Berta Figueres
Pienso que el protagonista es un personaje mentiroso, cobarde i muy egoísta, ya que es capaz de engañar y mentir a su mujer por la bebida. Creo que éste tiene un problema con el alcohol, lo cual no justifica sus actos, pero si es capaz de llegar a estos extremos de sustituirse a sí mismo por un muñeco simplemente para salir por las noches e ir de copas a espaldas de su mujer, para evitar los problemas en su matrimonio que esto comportaría… tiene un problema; ya que si realmente tiene una necesidad tan grande de realizar esas salidas nocturnas, podía haber hablado con su mujer y afrontar las consecuencias.
Por otro lado creo que es un relato muy entretenido y con un punto cómico muy divertido, ya que nos permite ver las “consecuencias” a las que llega el protagonista por las mentiras y el engaño a su mujer.
Y el final lo veo muy acertado, ya que después de que el protagonista tuviera celos de un personaje que él mismo crea para engañar a su mujer, después de que no tuviera ganas de ir a la taberna por culpa de esos celos, después de que su mujer pareciera más satisfecha con cada noche que pasaba con el maniquí y que el protagonista llegara a creer que ambos tenían una aventura, pienso que está muy bien pensado que el escritor deje en el aire un final ambiguo, es decir, no se sabe con certeza si la mujer se ha convertido en un maniquí o si simplemente ella también engañaba a su marido utilizando otro maniquí i se ha fugado con su amante, por tanto creo que es un final fantástico que deja al lector con la boca abierta, aunque para nuestro protagonista no es que sea un final muy feliz, pero debe afrontar las consecuencias de sus actos.
Yo soy una persona celosa. Creo que todo el mundo es celoso, unos con un grado desmesurado y otros con menor grado. Cuando era pequeño y le regalaban algo a mi hermano que yo no tenia, mi pulso se aceleraba y mi humor empeoraba cada segundo hasta que conseguía tener esa cosa en mis manos. Pues bien, es la envidia la que me cambiaba la personalidad, el hecho de quererlo todo, y lo que mas me cabreaba, es que cuando yo tenia una cosa que nunca la utilizaba, y mi hermano disfrutaba con eso, inmediatamente cogía mi propiedad y no se la dejaba nunca jamás, aunque no me gustara, mi envidia me superaba.
El maniquí obtuvo su recompensa por haber estado todas las noches al lado de la mujer, mientras que el hombre, recibió su merecido, se quedó sin ella. Y se dio cuenta de que su mujer valía mucho más que unas copitas cada noche. Pues creo que no puede ser mas justo, por que cada uno recibe lo que se merece, y sino… haberlo pensado antes.
Bravo por el maniquí por que al final ha salido ganando, justo para el hombre, por que así podrá aprender de los errores, y disgusto y a la vez satisfacción para la mujer, por que la pobre para ser feliz, tiene que convertirse en maniquí, y satisfacción, por que el imbécil de su marido ya no la podrá engañar nunca mas.
Pau Guitard Quer
El protagonista es una persona muy egoísta, ya que solo mira para él y ha utilizado el muñeco como un sustituto suyo, eso esta muy mal. Si quería salir, tendría que haber hablado con su mujer para solucionar el problema, pero nunca utilizar algo para ponerlo en su lugar en la cama, esta muy mal. A parte, si empieza a notar algo raro en el muñeco y en la forma de cómo lo trata su mujer, lo mejor habría sido dejar de salir y estar en casa para ver lo que ocurre, y no seguir saliendo y hacer como si lo que ocurre a su alrededor no le importara lo mas mínimo.
El final de la historia no veo que sea ni bueno ni malo, porque cada uno sale con la lección aprendida. El maniquí sale ganando por haber estado todas las noches como sustituto y el hombre aprende de sus errores y así no cometerlos en el futuro.
Desde mi punto de vista creo que el cuento termina de una manera que el autor deja al lector con muchas preguntas sin resolver, algunas más reales y otras más irreales. La conclusión que saco es que el autor es muy bueno porque es difícil terminar un cuento corto con un suspense tan grande al no saber lo si el la mujer deja al hombre por el maniquí o la mujer también utiliza un maniquí para poder salir.
Alba Calderó Torra
El protagonista intenta mantener una doble vida gracias al maniquí que encuentra. Al principio piensa que el plan es muy bueno: le permitirá salir tranquilo por las noches a la vez que su mujer se sentirá feliz. Inicialmente su mujer parece satisfecha con el cambio: duerme abrazada al maniquí y parece sentirse bien. Con el maniquí esquivará su principal tema de discusión. A pesar que su plan parece funcionar porque ve a su mujer más contenta, él no está tranquilo. Está tenso y malhumorado y no disfruta de sus salidas como antes. Tampoco se siente igual de bien con sus amigos. Además le van entrando sentimientos de celos y se siente desgraciado. Esto se pone de manifiesto en el relato, entre otras cosas porque aprecia felicidad en el rostro del muñeco. Su malestar es seguramente debido al sentimiento de traición hacia el amor que siente por su mujer.
Yo pienso que el final es una metáfora del fracaso de esta relación ocasionado por la falta de confianza y sinceridad. El hombre decide esconder su realidad mostrando solamente un personaje falso. Esto causa que su mujer acabe mostrándole también un personaje falso que el autor metaforiza usando un maniquí. Así pues su relación de pareja se ha transformado en algo ficticio, irreal, a lo que el hombre no le encuentra sentido. Por eso, al darse cuenta de esa realidad, decide tapar los maniquíes e irse de casa. Ello representa la desaparición de esa relación y la huída del personaje principal al darse cuenta de ello.
Yo creo que acaba bien, porque este final es la única forma en que puede acabar una relación que se ha ido deteriorando, que ha perdido la sinceridad. A pesar de que al principio de la historia parece que la mentira permitirá que la relación funcione y que la felicidad aparezca (frases como “las cosas mejoraron con la introducción del maniquí” empiezan a aparecer en el texto), el muñeco que el hombre introduce acaba enfermando a su matrimonio. El rencor sincero con que lo miraba su mujer cuando volvía a casa borracho se transformó en una sonrisa ficticia que acabó en algo falso. El descubrimiento del fracaso que ocasiona el paso de la sinceridad a la falsedad es lo que causa que el protagonista de la historia decida “tapar” (como dice su autor) a los dos maniquíes y desaparecer.
Judit Amigó
En un principio parece que lo que hace el protagonista tiene un cierto sentido ya que él quiere que las cosas con su mujer vayan bien y el maniquí le parece una buena solución para que los dos estén contentos. Pero después te das cuenta que el maniquí pasa muchas horas con la mujer y duermen juntos, cosa que no hace con el marido, y por tanto creo que no es una buena idea y que lo podrían haber arreglado de otra forma. En mi opinión el problema de la pareja es que no hay comunicación entre ellos y entonces es muy difícil llegar a un acuerdo.
Creo que el final del relato se puede interpretar de dos formas, la primera es que el hombre se da cuenta que ha perdido a su mujer por no renunciar a sus salidas nocturnas y que ahora en su lugar solo hay un trozo de plástico, o la otra posibilidad es que el hombre se da cuenta de que su mujer también le engañaba y ponía un maniquí para que se pensase que ella estaba en la cama. De todas formas, acaba mal para el protagonista. La reacción del hombre de huir demuestra que él no entiende lo que pasa y por tanto no se ve capaz de arreglar el problema.
Este cuento nos enseña que debemos ver cuales son nuestras prioridades. La prioridad del protagonista debió ser su mujer pero se dio cuenta demasiado tarde.
andrea inglés
En mi opinión, el hombre de la historia que nos incumbe es bastante ambicioso, pretencioso y deshonesto ya que no quiere renunciar a la bebida por su mujer y por eso se aprovecha que un día cualquiera al volver del bar se encuentra un maniquí masculino en la calle. El hombre engaña a su mujer cada noche pero cuando vuelve el hombre el maniquí se encuentra satisfecho y su mujer al día siguiente muy contenta. Eso provoca una reacción muy irónica ya que fue él el que se perdía estar con su mujer porque quería y era él el que la engañaba. En cambio es él el que se pone celoso. Eso no impide que el hombre continúe marchándose por la noche al bar y dejando al maniquí en su lugar, pero se vuelve melancólico. Al volver a casa unos de esos días, el hombre se asusta descubriendo que su mujer ha sido reemplazada por un maniquí. Una mañana al despertar, su mujer no está sino que en su lugar se encuentra un maniquí femenino. El hombre se va para no volver. Creo que éste final es muy acertado porque la conducta del hombre creo que no puede conducir a un final feliz y que la mujer ha hecho lo que tenía que hacer y si su hombre no quiere pasar las noches con ella, no debe estar esperándole a que vuelva.
Mariona
En la historia de el hombre que salía por las noches, el autor pretende dar una lección moral al lector a través de un cuento senzillo y facil de comprender, lo que el autor trata de decirnos es que no valoramos suficiente lo que tenemos hasta que lo perdemos o estamos a punto de ello, como el hombre que sale por las noches, cuando la sensación de que el maniquí le está arrebatando a su mujer es mayor es cuando el más la quiere y no se da cuenta de que la ha perdido hasta que se convierte en un maniquí. Los seres humanos somos egoistas por naturaleza y siempre queremos aquello que no tenemos y despreciamos o no valoramos lo suficiente lo que ya tenemos, en resumen: es importante valorar todo aquello que nos rodea día a día, sean amigos u otras personas u objetos materiales ya que en gran parte son las resposables de esas pequeñas cosas que hacen más facil y agradable la vida.
Mariona de Dios
Arnau Enciso
Es un texto breve muy impactante y fuera de lo común, el texto esta muy bien porque es breve, fácil de entender y con un argumento divertido que hasta el final no acabas de entender del todo lo que ocurre realmente.
Es un poco forzado lo que hace el protagonista para escabullirse de su mujer pero bastante ingeniosa. Pero si lo haces más de una noche es un poco peligroso porque puedo descubrirlo.
El desenlace es escaso, demasiado corto que con dos líneas te lo explica todo. El hombre tiene una reacción muy normal por lo que ve porque no es nada normal.
Àlex Ferrer
Pienso que el hombre, se merece lo que le ha pasado finalmente. Si tiene el problema de que ha de salir todas las noches porque tiene problemas con el alcohol, pienso que ha de hablarlo con su mujer, e intentar llegar a una solución, como por ejemplo visitar a un experto que le ayude a dejar esta adicción, beber otra bebida que no perjudique tanto y que la puedas beber y salir a la calle tranquilamente sin espantar a nadie o podiendo conducir, y si realmente el hombre necesitaba salir cada noche a tomar unas copas pareciéndose a un universitario, no se tenia que haber casado ya que así seria libre de hacer lo que quisiera sin perjudicar a su mujer que podria haber tenido otro marido y ser feliz.
La situación final de que se queda sin su mujer me parece bien, eso le pasa por ser tan mentiroso y se lo podria haber pensado antes.
Respecto al final de la obra, creo que el autor debería haber aclarado que pasa, y si el maniqui se lleva a su mujer, o su mujer se da cuenta de que le esta engañando y lo engaña ella tambien a él. Es decir, que hubiera preferido un final cerrado mas que un final abierto.
Judit Castro Nadal
Lo que hace el protagonista de poner un maniquí en su lugar está mal porque engaña a su mujer, aunque él lo haga para que su mujer no se enfade al salir por las noches pero cuando en un matrimonio no se basa en la sinceridad siempre se termina mal.
Si el final se refiere a que la mujer se convierte en un maniquí, por parte de la mujer termina bien ya que se queda con el maniquí que parecía que le hacía feliz a diferencia de su marido, pero por parte del hombre mal porque se queda sin su mujer ya que la quería y triste. Si el final se refiere a que la mujer se venga poniendo también un maniquí en su lugar entonces creo que termina mal porque el matrimonio termina, se quedan solos y además el hombre pasa un mal rato creyendo que su mujer quiere y prefiere al maniquí. Aunque creo que lo importante y la conclusión final es que el marido aprende la lección sobre su engaño.
Anna Teixidó
Esta historia no podría tener otro final, sin este, el relato quedaría en la memoria del lector como un cuento con un final feliz. En cambio con este desenlace el autor consigue que el lector recapacite y aplique esta situación a su vida de cada día, donde uno está obligado a tomar decisiones y con ello pagar el coste de oportunidad.
En economía el coste de oportunidad se define como aquello a que renuncias cuando escoges la otra opción.
El hombre renuncia a la vida con su mujer desde el instante en que mete al maniquí en la cama.
Está claro que con esto gana el placer de vivir nocturnamente y sin hacer daño aparente a su esposa, creo que por esto decide marcharse y dejar a los dos cuerpos abrazados, fue él el que quiso introducir el muñeco entre ellos dos.
meritxell
En el cuento breve de Juan José Millas: El hombre que salía por las noches nos cuenta una historia con una lección moral de trasfondo.
El protagonista es un hombre que le gusta mucho salir, eso no quiere decir necesariamente que tenga un problema grave con la bebida, solamente que le hace feliz salir por las noches a tomarse unas copas, cosa que no pienso juzgar pero esta actividad le gusta tanto que es capaz de engañar a su mujer para poder hacerlo sin discutir con ella.
El cese de las discusiones influye muy positivamente en la mujer, puesto que cada vez se encuentra de mejor humor, pero el protagonista va perdiendo terreno en su relación y el maniquí va ganando.
Al final su mujer se convierte en maniquí que creo que es porque cada vez se vincula más con el maniquí que con su própio marido y se transforma. El cuento también nos da la moraleja de que uno no valora suficientemente lo que tiene y lo pierde sin ser consciente de que ha sido su culpa, por haber engañado y lo que es peor, creerse que las mentiras iban a solucionar su vida.
El final no queda muy claro, es como si el autor quisiese que cada lector se haga su própio final, que cada persona que lo lea encuentre una moraleja distinta y adaptada a sus experiencias. En general encuentro que este cuento es simple pero a la vez complejo, partiendo de un hecho simple cuando intentas encontrarle el sentido simbólico te lo haces tuyo.
Daniel Cosialls
Yo creo que el protagonista tiene mucha cara, porque prefiere ir de copas por la noche y dejar el maniquí con su mujer. Podrían hablar entre ellos para poner fin al problema, pero el hombre es muy tranquilo y piensa que no puede suceder nada. Se atreve a salir, cuando en mi opinión, es mucho más importante su mujer.
Creo que la historia finaliza del siguiente modo: La mujer cada noche mira si está su marido, pero ve que hay el maniquí en lugar de su marido, así sucesivamente, hasta que llega un día en el que se harta y decide cambiar durante la noche su cuerpo por el de un maniquí femenino, para que su hombre vea cómo se ha sentido ella. El hombre se da cuenta del error que ha cometido y decide ir tras ella pero no la encuentra.
El final és justo porque si su marido se pasa cada noche engañandola, al final merece un cástigo, que és el que le acaba sucediendo.
Ruben Jaenes
Este cuento, como alguno de los trabajados en horas de classe, me ha hecho reflexionar sobre algun tema en concreto, en sete caso en el hecho de valorar las cosas. Querría comentar para empezar que como cuento, El hombre que salía por las noches ha cumplido su propósito de contener una moraleja y, por tanto, ha sido de mi agrado. Posteriormente, me gustaría comentar como este cuento ha afectado a mi persona puesto que leyendo esta obra me he ayudado a mi mismo a valorar las cosas que tengo a mi abasto y no despreciarlas por el simple hecho de tenerlas siempre. Ya hablando de la obra en si, encontramos a un hombre adicto a la bebida y que utiliza un maniquí como arma para camuflarse y poder marcharse por la noche. A medida que el tiempo pasa, el hombre ve como el maniquí se le está empezando a esbozar una sonrisa y él, sintinendo un miedo sicológico, se cree una estupidez que acaba por volverle loco. Personalmente, creo que este desenlace en la historia es el merecido, ya que creo que el marido de la pareja aprende la lección y vuelve a valorar lo que realmente importa.
Marta Castillo Sampedro
El protagonista del relato es un hombre normal y corriente que le gusta salir a emborracharse, pese que este vicio le cause más de una discusión con su mujer. Desgraciadamente, esta situación no es un hecho extraordinario en muchas parejas reales. Así que la figura del hombre la veo como un arquetipo, porque el comportamiento de éste se repite muchas veces en la ficción y en la realidad.
El hombre cree, que poniendo el maniquí en la cama para que le sustituya, salvará su relación. No creo que el autor pretenda mostrar la esposa como una tonta que no se entera que duerme con un muñeco, sino que esta acción demuestra lo estúpido que es el hombre creyéndose que su mujer no se va a dar cuenta de la presencia del maniquí. También el escritor muestra al hombre como un cobarde que huye de los problemas con su pareja y en lugar de afrontarlos busca soluciones absurdas.
A medida que avanza la historia y el hombre empieza a tener celos del maniquí, empieza a suceder, lo que le pasa a todo el mundo: no aprecias algo hasta que realmente lo estás perdiendo.
El final es genial, puesto que el hombre ha caído en su propio engaño. Dejando el final abierto: el lector debe de decidir cuál es el motivo de la presencia del maniquí femenino. ¿Su mujer lo descubre y le paga con la misma moneda o realmente ella se convierte en un maniquí? Yo todavía no lo tengo claro.
Nayara Moura de Souza
Pienso que el protagonista es una persona egoísta y un poco extraño. Sobre lo que hace el protagonista creo que está mal porque podía haber evitado algunos de los problemas desarrollados en el texto. A pasar de que su plan no ha salido como él quería, por qué al principio todo iba bien hasta que las cosas cambio. Y él se dio cuenta de que su mujer estaba más satisfecha y contenta con él maniquí que con él. Y fue cuando el empezó a tener un poco de envidia aunque pienso que echaba de menos las peleas con su mujer , ya que estaba acostumbrado y lo veía como una rutina. Mi opinión respecto al final se podría decir que por una parte acaba mal ya que de alguna manera su mujer le ha abandonado por otro y lo puede interpretar como un rechazo sin embargo se lo tenía merecido por ser mentiroso y un golfo, pero visto desde otro punto también puede que él ya no quisiera más estar con ella, porque no lucho por ella y en este caso se podría decir que acaba bien porque el protaginista se habría marchado feliz.
Òscar
Bien, primero de todo creo que cualquier persona que entre en este bloc debe saber de que trata la obra, porque aunque es breve el autor nos da mucha información en muy poco texto, por eso a la hora de leerlo se debe estar muy atento a lo que Juan José Millás nos quiere dar a entender, porque no toda la historia es lo que esta escrito, sino que hay mucho texto que se debe reproducir en tu mente, con esto quiere decir que se debe leer “entre líneas”.
Una vez dicho lo que opino sobre la obra, me voy a ceñir a responder a la pregunta que se formula en este bloc. Bien, para opinar de lo que ha hecho el protagonista primero se debe saber qué es lo que ha hecho, la historia nos explica que un hombre, que le gusta salir por las noches de copas, pone un maniquí en su lugar, en la cama, para que su mujer no se de cuenta de que él no está y, por lo tanto, no sepa que se va de copas por las noches, ya que a su mujer no le gusta esta costumbre de su marido.
Yo creo que el hombre tiene parte de razón con lo que hace, puesto que, lo único que quiere es hacer su vida por la noche, y de esta manera evita los disgustos de su mujer. Por otra parte, es evidente que no estoy de acuerdo con su actitud, ya que es capaz de mentir a su mujer por el simple hecho de salir de copas y beber, y que si en realidad le importara su matrimonio, hablaría este tema con su mujer, por que yo creo que, aunque a su mujer no le guste que salga por las noches, cada una de las partes puede ceder un poco y llegar a un acuerdo, por ejemplo que salga un día sí otro no, por esto me da a entender que en esta pareja hay muy poca comunicación y que no se entienden entre ellos. Por supuesto ante la negativa de su mujer una de las posibles salidas es la suya, es decir, utilizar un maniquí que le substituya, aunque no creo que sea la más adecuada.
En cuanto al final de la obra, creo que Juan José Millás, ha escrito un final “en el aire”, y me voy a explicar; el final de obra esta escrito de tal forma que cada lector puede deducir una cosa, es decir, cuando lo lees, alguien puede pensar que su mujer también lo esta engañando, que el maniquí mantiene relaciones con el otro maniquí, o incluso que el hombre llega a casa tan bebido que cree que su mujer es también un maniquí. Por esto creo que el autor también quiere despertar un poco la imaginación del lector, porque no tenemos que olvidar que es un texto fantástico, y con eso quiero decir, que puede suceder cualquier cosa, y que hasta lo más surrealista puede suceder.
Para la gente que cree que las acciones del hombre están mal porque no debe engañar a su mujer, el final les parecerá cómo un escarmiento al marido, o tal vez una lección, una manera de decirle que lo que ha hecho no esta bien; pues bien, para mí me parece que el final de este cuento seria una especie de reflexión en la que nos damos cuenta que para tener una cosa muchas veces tenemos que rechazar otra, y en cuanto tenemos esta primera, siempre queremos tener justo la que rechazamos anteriormente, por eso creo que este cuento es una fiel muestra de lo compleja que es la mente humana.
Firmado: Òscar Azuara Domínguez
Alba Majós
Me gusta leer, cortos o largos, relatos que tengan un bonito final y, a poder ser, un poco de amor. A simple vista, parece que “El hombre que salía por las noches” sea una historia sin amor y con un final brusco, sin perdices. Eso es lo que más me gustó. La primera vez que lo leí pensé que le faltaba algo pero, a partir de la segunda, vi que precisamente era eso, lo que le faltaba, lo que le daba ese toque tan especial.
Creo que el matrimonio del relato había caído en la monotonía y, sintiéndose atrapado, el hombre, salía por las noches escapándose de ésta. No defiendo su actitud, ni mucho menos, pero la entiendo. Aún con todo, creo que el marido podría haber intentado solucionar ese problema y no esquivarlo e ignorarlo. Está claro que con el maniquí encontró una manera de esquivar el problema, pudiéndose decir que también lo solucionaba. Él quería a su mujer y quería que ella fuera feliz, creo que eso también se debe tener en cuenta. Volviendo a la crítica, el marido pretendía escapar de su matrimonio cada noche sin que nada cambiara en su mujer. Todo no se puede tener y eligió pensar en su mundo sin tener en cuenta que, para su mujer, él era el mundo entero. Aunque estaba haciendo lo que quería, cada vez se sentía peor. Lo más sorprendente es que no se sentía mal por mentir a su mujer, sino por haberla dejado en la cama con “otro”. Llegaba a casa, veía que el maniquí tenia cara de satisfacción y su obsesión crecía. Había elegido salir por las noches para escapar de su matrimonio pero ahora era preso de los celos, que le encadenaban mucho más que la monotonía.
Un día, el hombre llegó a casa por la noche y vio que en su cama había dos maniquís: el suyo y otro al lado. Su mujer, ¿se había ido, o se había transformado en un maniquí? Lo sucedido, ¿era fruto de la mente del hombre o era real? Este final da pie a una serie de reflexiones que permiten a cada persona diferente, deducir un final diferente. El autor ha acertado de pleno cerrando el relato con este final abierto. Creo que esta estrategia es muy buena para hacer que el lector no se olvide del relato fácilmente.
MARINA ALBA OLIETE
Lo que más me ha gustado de el relato ha sido el final, que deja en igualdad de condiciones al hombre y la mujer. No me gusta la posición que adopta el hombre, pero ya que no puede evitar caer en la tentación de salir, dejando en consecuencia, a su mujer en la cama y con mil preocupaciones añadidas, he de valorar el ingenio que este posee para llevar una doble vida, gracias a un maniquí. Durante toda la historia, que en algún momento he creido, que era de ficción;el autor nos hace creer que la mujer cae en esta trampa, y cuando realmente descubrimos que no es así, sino que realmente él es castigado y pagado con su propia moneda, la sensación que me quedó fue de alivio. Porqe no puedo entender, que una persona que aparentemente quiere a su pareja, tenga el valor de hacer algo que le pueda hacer sufrir, es por eso, que no solo esta situación si no muchas de las que suceden día a día tendrían que ser penalizadas con el mismo castigo, recibir aquello que han dado.
Sinceramente, es un cuento que me ha gustado mucho, no solo por la manera que tiene el autor de redactarlo, sino por el ingenio que ha puesto en él. Dentro de la brevedad del texto, nos ha dado tiempo de dudar, de soprendernos y de dejarnos con esa duda que nos permita crear a nosotros ese libre final.
Laura Llorens Trilla
EL HOMBRE QUE SALÍA POR LAS NOCHES
Mí opinión respecto al comportamiento del protagonista, diría que es un poco de cobardes, gente poco educada que no valora las cosas o, diría más, directamente que no le importa su mujer, una persona egoísta que solo piensa por su bien, engaña a su mujer, se aprovecha de ella, no hace nada bien ni por el mismo y aun menos por sus seres queridos. En fin, que yo no lo querría nunca como marido!
Creo que el relato termina bien, en cuanto a la historia era una de las mejores opciones para terminarla, ya que tal y como esta el mundo hoy en día, podía haber terminado muy peor…
Yo para terminar el relato habría puesto que la mujer se marcha a vivir con otro hombre de la ciudad, fingiendo que están juntos, pero en verdad solo quiere que el se recupere y se de cuenta de lo que acaba de perder, así si el la quiere de verdad, reaccionara y cambiara, reestructurará su vida, y le mostrara a su mujer lo que es capaz de hacer por su amor.
Y el relato terminará que se vuelven a casar, tienen hijos y son una familia muy feliz para toda la vida.
Aurea Tella
El protagonista del cuento es un hombre aficionado a los bares de copas nocturnas lo que le provoca problemas con su esposa .Para no renunciar al salir de noche y evitar los problemas conyugales, se sustituye a si mismo en la cama por un maniquí .Éste va cambiando de estado y el hombre mientras está en los bares siente celos .La sorpresa mayor llegó el día que se da cuenta que su mujer se sustituye también por un maniquí.
Yo pienso que el hombre se creía muy inteligente para haber ideado una estrategia para engañar a su mujer pero su estrategia era de pecó de soberbia, ya que menospreciaba la inteligencia de su mujer al creer que la engañaba con un truco tan fácil. Su esposa más inteligente que él le engaña con el mismo sistema.
Pienso que la actuación de la mujer es precisa y clara, al ver que su hombre le mentía, optó por no enfadar-se y hacer ver como si no hubiera pasado nada y al final acabarle mintiendo.
Yo si fuera la mujer me hubiera puesto muy furiosa al ver que mi hombre me miente ,desconfía y no quiere estar conmigo pero con la experiencia seguro que es mejor primero hablarlo y si con hablar no es suficiente, más tarde optar para otra estrategia.
Este final es abierto ya que el lector tiene que hacer-se a la idea de como salvarán la situación y al que se supone un diálogo entre el marido y la mujer.
Teresa Navarro Ampudia
Personalmente me ha gustado porque pienso que es un relato muy ingenioso e interesante ya que nos muestra como a pesar de su brevedad, el autor consigue formar un relato muy entretenido que nos mantiene con la duda hasta el final y hasta entonces no sabemos si su mujer acabará percatándose de la mentira de su marido, una persona egoísta, celosa y deshonesta, que creo que no merece para nada el estar casado con alguien puesto que no solamente sale por las noches sino que encima, le niega a su mujer el hacerlo.
La manera que se le ocurre al escritor de camuflar las salidas nocturnas del protagonista me parece muy ingeniosa y es una de las cosas que más me han gustado del cuento breve, el como a alguien se le puede llegar a ocurrir suplantarse por un maniquí.
Otra de las cosas que más me han gustado ha sido como al final de la narración se ve como da a entender que la mujer le ha pagado con la misma moneda a su marido el gran engaño que le hace a ella teniendo él una completa ignorancia hacia ello, y también la intriga y la reflexión que realizas una vez has acabado de leer éste relato ya que al ser abierto, puedes imaginar como termina.
El final no es feliz para el protagonista pero a mí por el contrario si me lo parece ya que, la mujer no acaba engañada y encima le devuelve su mentira.
Adriana Rodríguez Laveda
El cuento de El hombre que salía por las noches, creo que es muy interesante, aunque debo admitir que lo tuve que leer dos veces para encontrarle todo el sentido.
El autor es un humano y por tanto como el 90% de los humanos cuando tenemos una cosa no la queremos él hace lo mismo. A su mujer la tiene ahí y sabe que siempre que la necesite estará a su lado para ayudarlo, por tanto su mujer no le preocupa en absoluto, sino que se preocupa de él mismo. ¿Por qué las personas no valoramos lo que tenemos? En un primer momento si que lo apreciamos pero como sabemos que está ahí nos preocupamos de cosas que no tienen tanta importancia. Y creo que es lo que le pasa al protagonista. A él le gusta salir por las noches y aunque a su mujer no le gusta le da igual porque sabe que no se irá. Cuando encuentra el maniquí y lo mete en su lado de la cama es como si quisiese que éste hiciese la función de darle a su mujer la seguridad de que él no se ha ido. Entonces el maniquí empieza a sonreír y su mujer cada vez está mas contenta. Él no lo entiende y lo único que es capaz de ver es como el maniquí cada vez tiene la sonrisa mas firme i su mujer cada vez como más satisfecha. ¿Entonces piensa que éste le está sustituyendo? Evidentemente, por eso no disfruta tanto cuando hace sus escapadas nocturnas.
Él final es el mejor que se podía haber escrito. Su mujer le paga con la misma moneda que él le daba todas las noches, para que pensase lo frío que era sustituir a la persona a la que ella amaba por un simple maniquí, un objeto de cartón piedra o resina sintética. Era de esperar que él se fuese, pero simplemente porque no tiene la suficiente capacidad como para ser completamente sincero con su mujer aunque también cabe la posibilidad de que se haya ido porque cree que el maniquí le puede dar unas satisfacciones que él jamás se las va a dar porque no sabe apreciar lo que tiene.
El final es puramente abierto. Me gusta aunque siempre me quedará la curiosidad de saber que le sucedió al hombre, a su mujer y a los maniquíes.
Adriana
Adriana
El cuento de El hombre que salía por las noches, creo que es muy interesante, aunque debo admitir que lo tuve que leer dos veces para encontrarle todo el sentido.
El autor es un humano y por tanto como el 90% de los humanos cuando tenemos una cosa no la queremos él hace lo mismo. A su mujer la tiene ahí y sabe que siempre que la necesite estará a su lado para ayudarlo, por tanto su mujer no le preocupa en absoluto, sino que se preocupa de él mismo. ¿Por qué las personas no valoramos lo que tenemos? En un primer momento si que lo apreciamos pero como sabemos que está ahí nos preocupamos de cosas que no tienen tanta importancia. Y creo que es lo que le pasa al protagonista. A él le gusta salir por las noches y aunque a su mujer no le gusta le da igual porque sabe que no se irá. Cuando encuentra el maniquí y lo mete en su lado de la cama es como si quisiese que éste hiciese la función de darle a su mujer la seguridad de que él no se ha ido. Entonces el maniquí empieza a sonreír y su mujer cada vez está mas contenta. Él no lo entiende y lo único que es capaz de ver es como el maniquí cada vez tiene la sonrisa mas firme i su mujer cada vez como más satisfecha. ¿Entonces piensa que éste le está sustituyendo? Evidentemente, por eso no disfruta tanto cuando hace sus escapadas nocturnas.
Él final es el mejor que se podía haber escrito. Su mujer le paga con la misma moneda que él le daba todas las noches, para que pensase lo frío que era sustituir a la persona a la que ella amaba por un simple maniquí, un objeto de cartón piedra o resina sintética. Era de esperar que él se fuese, pero simplemente porque no tiene la suficiente capacidad como para ser completamente sincero con su mujer aunque también cabe la posibilidad de que se haya ido porque cree que el maniquí le puede dar unas satisfacciones que él jamás se las va a dar porque no sabe apreciar lo que tiene.
El final es puramente abierto. Me gusta aunque siempre me quedará la curiosidad de saber que le sucedió al hombre, a su mujer y a los maniquíes.
Adriana Rodríguez Laveda
Marc Gort
Este relato me ha gustado mucho, ya que es corto, rápido de leer, de fácil comprensión y muy divertido. Respecto al protagonista creo que le ha salido el tiro por la culata, ya que puso el maniquí en la cama para ser su sustituto durante sus juergas, y al final, la que ha sido sustituida ha sido su mujer. Y como dice una frase hecha: “Quien va por lana, vuelve trasquilado”, es decir que el hombre intentó engañar a su mujer y como si de magia se tratara la mujer inicia un proceso de metamorfosis hasta que llega a convertirse en una maniquí, a la vez que el hombre va perdiendo su humor, y en cambio el maniquí deja de ser un simple objeto desechado, y va recobrando un poco de humanidad.
Y al final tanto el maniquí como la mujer parecen encontrar una auténtica felicidad, en cambio el hombre desaparece y queda como el auténtico perdedor, pasando a ser un don nadie.
Ramon Calvera Cosculluela
Mi opinión sobre lo que ha hecho el protagonista es que él está cansado de que su mujer le mire con rencor todos los días que sale por la noche, como remedio, pone un maniquí que se encontró en un contenedor un día que volvía a casa después de rondar en su lugar, para que su mujer se piense que es él y se quede más tranquila y aliviada. También creo que a puesto el maniquí para salir de la rutina de levantarse cada día i encontrarse a su mujer con mala cara i para comprobar si su ingenio le puede servir para más cosas.
Yo creo que el relato no acaba bien ni mal para los dos ya que es un relato que cada lector puede personalizar su final. Yo lo he personalizado para que acabe bien y mal para los dos. Pienso que la señora se convierte en un maniquí y encuentra la felicidad que no tenia con su marido, pero también puede ser que la señora este engañando a su marido con otro maniquí y al final pierde a su marido por jugar con él. El señor se ve desorientado, no sabe si es por los efectos del alcohol pero lo que si ve es que su mujer se ha transformado en un maniquí y está más feliz. Al final el hombre trastornado porque ha perdido a su mujer y su maniquí ajunta a los dos maniquís y desaparece para siempre. Pero también puede ser que el señor se alegre de que su mujer se haya convertido con un maniquí ya que así podrá salir a beber con sus amigos en paz sin que nadie el día siguiente le mire con mala cara.
Es un relato que el 99% de las veces te ha de gustar ya que lo escribes tú con la imaginación y lo haces a tu medida y a tu gusto.
Jordi Purroy
Creo que lo que ha hecho el hombre no es precisamente lo más correcto que podría haber hecho ya que el problema es de los dos y tan solo escoge la opción que le satisface a él simulándole de forma descarada a su mujer que en realidad ha optado por resolver el problema con la opción que quería ella.
Creo que cuando surge un problema, sobretodo cuando surge en una pareja, lo que se tiene que hacer es hablar, que las dos partes se expliquen mutuamente cuales son sus sentimientos siempre que surge el problema y porqué adoptan la posición que adoptan y no otra. En caso que ninguna de las dos partes cediera para adoptar la solución de la otra en lugar de la suya se tendría que empezar una negociación para que la solución definitiva al problema estuviera formada por algunos aspectos de las dos soluciones que ambas partes habían propuesto.
No sabría explicar si el relato acaba bien o mal, mas bien diría que acaba de un modo bastante extraño la verdad.
No acabo de interpretar muy bien el final , no se si es que la mujer se convierte en un maniquí porque el maniquí la hace más feliz que su marido o si desde el principio sabía que su marido la estaba intentando engañar haciéndole creer que se quedaba con ella por las noches y en realidad era el maniquí hasta que un día decide devolverle la jugada y decide marcharse de casa dejando en la cama un maniquí para que la sustituya del mismo modo que hacía su marido.
En cuanto a la “autoexiliación” del marido, por así decirlo, creo que tengo una explicación razonable para justificarla:
Cuando se percata de que su mujer no está y en su lugar encuentra un maniquí se da cuenta de que ha perdido lo más importante de su vida, su mujer, y que en realidad salir de copas hasta las tantas no era tan importante como su mujer.
La otra explicación sería que cuando junta a los dos maniquíes y se acercan hasta tocarse se da cuenta de que en realidad sobra y que para su mujer ya no es lo más importante de su vida ya que es más feliz con el maniquí que con su marido, ésta explicación tan solo seria válida en el caso de que la mujer se hubiera convertido en un maniquí.
David Calvera
El protagonista de este relato es un hombre vergonzosamente patético. Por desgracia en nuestro país, el arquetipo del hombre aficionado a la bebida que descuida a su mujer, se está haciendo cada día con más adeptos. No hay más que encender el televisor o consultar la prensa escrita para darse cuenta de este hecho; separaciones, divorcios, matrimonios fracasados, violaciones,… incluso la familia REAL, icono de corrección y rigidez, sufre este tipo de altibajos.
Nuestro protagonista se pasa de listo y le sale el tiro por la culata. No se debe engañar al próximo y aún menos si es una mujer. Aunque el final sea abierto, se intuye claramente que la mujer se da cuenta del embuste y le devuelve la jugarreta con un estudiadísimo plan:
Cada noche que el marido sale a rondar, la mujer maquilla al maniquí y, día a día, hace que parezca gradualmente más feliz. El plan continúa con las actuaciones matinales de la esposa y culmina con la escena de los dos maniquíes en la cama. La infidelidad, no hay otra cosa que más fastidie a este tipo de individuos. Estoy convencido que la mujer debía permanecer en el armario desternillándose de risa.
Xavier Barberà Calderó
La historia en global, me ha parecido un poco extraña pero a la vez atractiva, como un hombre utiliza a un maniquí para distraer a su mujer y poder irse él de copas. Se trata de una historia o relato corto fuera de lo normal. El protagonista me parece una persona un poco egoísta ya que solo piensa consigo mismo y deja a su mujer apartada de su vida, a pesar de esto creo que el protagonista tiene mucha maña, al coger un maniquí y hacer “feliz” a su mujer por las noches. El final del texto es un poco impactante, el poder convertirse en un maniquí la mujer también a desesperación del pobre hombre que se siente a su vez celoso del maniquí. Yo creo que el final es como un castigo al hombre por todo lo que le ha hecho pasar a su mujer y para que aprenda. A mí, este final me ha hecho reflexionar bastante, básicamente en dos direcciones, una: como tratar a la gente y tratarlos como tu quisieras que te tratasen y dos: en la vida en pareja no solo estás tú, sino todos los que la forman y esto quiere decir que debes preocuparte de todos, no solo de uno mismo ya que si no lo haces la vida te puede dar algún castigo inesperado.
El relato termina como debería terminar, a mi parecer, el relato, ya que el hombre recibe lo que se merece, ni más, ni menos, pero yo sí que cambiaría pequeños aspectos de la obra para hacerla un poco menos dramática. En conclusión: el relato corto me ha gustado mucho básicamente porqué el autor ha sabido resumir muy bien la narración en poco espacio sin dejarse ningún detalle y también me ha gustado la historia que contaba.
Xavier Barberà
Andreu Estany
Ya lo dicen, ya. Beber no es bueno. Ni por tu salud ni por la de los demás. Bebe en precaución o no bebas. El protagonista de “El hombre que salía por las noches” no supo o no quiso entender el mensaje que llevaban todos estos anuncios publicitarios referentes al consumo de alcohol y sus consecuencias.
El protagonista era un hombre mas interesado por la bebida que por su pareja. La relación con ésta no era muy buena. Tenían discusiones porque el hombre quería salir a tomar unas copas por la noche, pero la mujer estaba totalmente en contra y se negaba rotundamente a ceder. La introducción del maniquí en el cuento y en la cama es la clave del cuento. Éste parece estar mas contento cada noche y cada día. La mujer tiene exactamente el mismo comportamiento. Aquí es donde el protagonista tiene esas preguntas sin respuesta y se empieza a preocupar. ¿Qué hará el maniquí que no sepa hacer tan o igual de bien el pobre hombre? Se viene abajo. Cuando llega a la situación de ver que ya no hay un maniquí en la cama, sino que hay dos, no puede evitar dejarlos solos y huir lejos, muerto de celos y envidia. El engañador es engañado. Esto es lo que le acaba doliendo, que pensándose que la jugada le estaba saliendo bien, la tortilla da media vuelta y el hombre pasa a ser la mujer, ejerciendo el papel de engañado.
Es interesante ver como ha jugado el autor en esta situación, dejando al pobre hombre perdido, sin rastro, y la pareja de maniquís que no se conocían juntos en su cama revolcándose. Quizá se rompe una pareja pero surge una nueva. Así pues Juan José Millás nos da una clara moraleja: No bebas o las consecuencias pueden ser muy grandes. Y es que el alcohol una vez mas pasa a ser el antagonista que le juega una mala pasada al protagonista, y en gran parte es el culpable de la historia.
El final es perfecto porque el hombre cae en su propia trampa y la mujer le devuelve la misma jugada con la misma moneda. Sin embargo nos deja un final abierto, en el que se puede pensar que la mujer se ha convertido en un maniquí o que le ha dejado un “regalito” al hombre y ella se ha ido con otro. En fin, una historia para parar a pensar un rato y reflexionar porque pasó y que tuvo o no tuvo que hacer el protagonista para que no pasase lo ocurrido.
Xènia Izquierdo Torres
EL HOMBRE QUE SALÍA POR LAS NOCHES
El cuento habla de un hombre que, como el título indica, disfrutaba yendo por las noches de bar en bar. El problema era, como en muchas ocasiones, que estaba casado, y como le gustaba pernoctar y emborracharse, dejaba a su mujer sola y enfadada en casa. Enfada por tener un marido tan irresponsable y que, como demostraba, tan poco la quería. Él y su esposa nunca discutían, pero las salidas nocturnas del individuo en cuestión, los distanciaba cada vez más.
En un momento de la obra, el protagonista encuentra la solución a sus problemas: una solución fría desde mi punto de vista, en lugar de ser él quien ocupe de una vez el lado de la cama que le pertenece.
Como en todo buen relato, en el final, el protagonista egoísta recibe su merecido. Es injusto tratar así a la persona que quieres, y si prefieres salir a estar con ella, es que no mereces tenerla como esposa. Por lo tanto, lo considero un buen final, justo y merecido. Tanto hombres como mujeres, no tienen por qué aguantar según qué tipo de cosas.
Un relato muy imaginativo pero a la vez realista, que trata temas con los que los lectores pueden identificarse.
Isabel Barios
Y…¡esque no se que decir de este hombre! Primero encuentra su mentira perfecta, siendo un completo egoista, luego pone su plan en marcha, volviéndo a ser un egoista, después, una vez en los bares le llegan los celos y con ellos el no disfrutar de la mentira. Pero otra vez en casa no siente el más mínimo remordimiento! Y ve a su mujer con el maniquí…y se pone paranoico…En este cuento nos encontramos una mezcla de todos los sentimientos por los que pasa el protagonista; egoismo, celos, paranoia, indiferéncia….Y ninguno de estos es positivo. Pero cuando una persona es tan mentirosa, que combierte toda su vida en una mentira para poder saciar su vicio (aunque a la fin este te resulte desmotivante o bien aburrido) se acaba conviertiendo en una, ya me perdonarás por las repeticiones, egoista. Si, es la palabra que más hemos repetido todos, pero que no sea por falta de vocabulario..: aprovechado, buitre, individualista, interesado, ególatra..!
¿Final feliz? si, sin duda lo es. Aunque todos sabemos que la felicidad es muy relativa. Para él no lo será de feliz, ¡se ha quedado sin nada! el objeto que lo protegía de sus mentiras ha acabado apoderándose de su mujer y haciendo que sus paranoias se convirtieran en realidad! Todo su comportamiento le ha llevado a la soledad.
Pero…todo lo que haces te lo acaban devolviéndo. Si tu te comportas de tal forma, asume con sus consecuéncias, el resto de la humanidad no te andará siempre detrás, la gente se cansa, encuentra cosas mejores, te sustituye. Como ella le sustituyó por un simple maniquí. Porqué muchas vezes, la felicidad, el estar bien…se encuentra en la simplicidad.
Me encantan los finales abiertos. Que el autor te deje con que pensar, esa duda que te remueve cada vez que lo vuelves a leer, la libertad de poderte imaginar cómo realmente acaba.
elia guàrdia
En tan solo una página el autor es capaz de captar nuestra atención y dejarnos con una duda hasta el final. Vas leyendo y te vas imaginando como puede ser el final, y eso se consigue gracias a que el autor es capaz de hacernos situar en lugar y tiempo, y sorprendernos con la peculiar actuación de los personajes en solo una página.
En mi opinión, el comportamiento del hombre, es muy inmaduro e irresponsable, una actuación vergonzosa y deshonesta por sus salidas nocturnas secretas y la descabellada idea del maniquí.
Creo que en un final, recibe lo que se merece, la burla de su mujer, poniendo también un maniquí en su lado de la cama y su posterior huida por vergüenza y cobardía.
Este final me ha gustado puesto que consigue demostrar que con una mala actuación uno no se puede salir con la suya, y cuando la mujer decide poner, ella también, un maniquí, consigue equilibrar la balanza, y es lo mejor que le podía suceder, que su marido se fuese, ya que alguien así no vale la pena.
David Urgelés
El hombre que salía por las noches, aunque me avergüence reconocerlo describe una imagen un tanto española, y es la de la afición por los bares. Nuestro patético personaje nos muestra como puede llegar a ser de simple la mente humana, en concreto la testarudez de un hombre, al dejarse perder lo mejor de su vida por unas copas de aguardiente entre pecho y espalda. La frialdad y a la vez la inocencia juguetona que hay en la conducta del hombre al dejar el maniquí en la cama, al lado de la pobre esposa que cree felizmente yacer al lado del hombre al que ama.
Creo que nuestro protagonista es un personaje realmente inmaduro, que no puede dejar de errar en todas las decisiones que termina tomando, y finalmente cuando ve que esta perdiendo aquello que ama o alguna vez amó, no sabe recuperarlo y se le filtra entre los dedos, mezclado con su triste, atónita e iracunda presencia.
Termina bien la historia? No creo que termine bien, pero tampoco mal, en mi opinión es un ejemplo clarísimo del refrán: A cada cerdo le llega su San Martín. Nuestro amigo recibe lo que ha sembrado, y aunque resulta una imagen desgarradora verle abandonar el hogar y dejar atrás su vida, no es menos de lo que se había ganado; si en lugar de volverse taciturno y huraño hubiese intentado solucionar la situación, otro gallo cantaría. No es ningún ejemplo de hombre, es el personaje más cobarde, mezquino y patético que puedas encontrarte.
Pere Torres Bertral
Parece que soy el último de todo bachillerato -¡qué verguenza!-, así que me aferro a la conocida: los últimos serán los primeros.
He leído un par de comentarios de mis compañeros, simplemente para ver qué tal se les daba esto de escribir en un bloc y para ver también cómo han enfocado la reflexión. La verdad es que ya desde que en clase nos digiste que teníamos que escribir un comentario en tu bloc personal decidí que el mío sería diferente, original… que rompiése con las esquemáticas opiniones personales sobre relatos. Pues bien, a eso voy:
Daría todo lo que tengo para conservar a las personas que quiero y me encantaría que ellas hicieren lo mismo pero eso no es siempre así. A veces, en una relación, solamente existe la parte de dar y no la de recibir y cuando te encuentras con una de éstas, realmente no sabes lo que hacer poruqé ¿cómo dejar a una persona que quieres? ¿cómo decirle que se tiene que mojar un poco por la relación? ¿cómo conseguir que todo funcione? Desearlo no es suficiente. Por eso a veces tienes que decir las cosas, aunque sean de lo más desagradables, en la cara para hacer raccionar – o al menos intentarlo – a ese ser querido. Pero lo peor aún está por descubrir. Lo peor llega cuando haces un enorme esfuerzo para que vuestra relación funcione al máximo y a pesar de ello la otra persona pasa de todo olimpicamente: ignora tu esfuerzo, tu preocupación, tu amistad, tus sentimientos…a tí. Y ver cómo cada día todo se desvanece lentamente, cómo te quedas en el olvido, lo poco que importas a aquellos a quienes parecías importar…dule; duele por dentro y por fuera. Ésta mini-expliación de cómo puede llegar a ser la vida y, consigo, la gente en ella, tan sumamente jodida viene a relacionarse con la historia del maniquí, el hombre, su mujer y sus copas. ¿Cómo? Sencillo:
El hombre está casado, con su mujer y con las copas. Con su mujer de día y con las copas de noche y todos lo saben. Más tarde encuentra a un maniquí en quién ve la posibilidad de hacerle de sustituto para así poder salir de noche sin ningun problema. Éste hecho nos muestra dos caras de el hombre: la alcoholica (quiere salir de copas y se sustituye por un maniquí) y la cariñosa hacia su mujer (si le busca un sustituto es, en parte, para que no padezca durante sus salidas). Por otra parte está la mujer quien tiene una obsesión basada en el amor de pareja: quiere a su marido y lo quiere para ella no para las copas. Sí, podríamos llegar a calificarlo de celos de un objeto.
Vamos ahora a hacer una relación con lo primero explicado: el hombre, está claro que viene a ser el amigo o ser querido por quién se daría todo. La persona que lo daría todo es la mujer y el problema es el maniquí y las copas, ya que hacen que la relación entre el hombre y la mujer empeore.
Pues bien, una vez aclarado quíen es quién, prosigamos por orden cronológico con la historia: el hombre, que se había encontado un maniquí, lo pone cada noche antes de salir junto a su mujer que ya esta dormida en la cama y, de éste modo, la mujer no se da cuenta de la falta de su marido. El hombre, cuando llega a casa – Nescafé Capuccino… – coge al maniquí de la cama cautelosamente y lo guarda pero en él, día tras día, ve un rostro cada vez más feliz. En primer momento pensamos que es debido a los efectos de sus copas de “Nescafé” pero nos damos cuenta que también puede ser que vea reflejada en el rostro del maniquí la felicidad que él podría tener si estuviese cuidando de su mujer. No le damos más importancia, pero es que el día despues de que el maniquí haga una cara casi de felicidad inalcanzable, la mujer prepara un desayuno maravilloso – aunque sin diamantes – y con una felicidad absoluta, como si hubiera pasado una noche de bodas. El hombre, a pesar de ver tales estrañas cosas, decide seguir poniendo el maniquí como había hecho hasta entonces, pero un día, nota que su mujer tiene un tacto muy frío y rigido con lo que adivina que se ha convertido en una especie de maniquí.. que de tanto pasar tiempo con su sustituto se ha convertido en uno de su especie así que el hombre decide no romper con la naturaleza del amor y traer al maniquí a la cama para que su mujer y él puedan estar juntos. Que al menos su mujer sea feliz (hecho que demuestra que la quiere) y que el maniquí le de todo lo que él nunca pudo – o quiso-. Parece ser que somos humanos porque vivimos entre humanos, porque nos necesitamos los unos a los otros, porque en el fondo nos queremos, a pesar de hacernos la vida imposible a veces, nos queremos y sabes que por muchos problemas que podamos llegar a tener siempre, repito: SIEMPRE, acabaremos yendo al lado de quien queremos, al lado de la persona con la que compartimos de todo, al lado de nuestra vida, de nuestras sensaciones, emociones, momentos, alegrías… También dicen que vamos con los que son igual que nosotros con lo que podríamos acabar diciendo que al final siempre volvemos a la persona que queremos con todas nuestras fuerzas, que volvemos a la persona que viene a ser nuestro reflejo.
————————————————————————————–
Y… ¿por qué tu y yo nos seguimos haciendo daño si sabemos que nos necesitamos mútuamente? Tal vez porqué te quiero.
Pere Torres Bertral
Adelaida, ahora que he hecho el comentario, lo he leído y he visto unas faltas de ortografía o de escritura que me gustaría corregir:
vergüenza
dijiste
rompiese
porqué
reaccionar
olímpicamente
duele
explicación
ningún
alcohólica
quién
encontrado
después
extrañas
rígido
sabemos
mutuamente
Éstas son por orden de aparición en el texto. Lo siento de veras.
Pere.
El hombre que salía por las noches. Cada vez que leo éste título, una leve sonrisa se dibuja de forma inexplicable en mi rostro. Bueno, quizá eso de “inexplicable” no es del todo cierto, y es que por extraño que parezca, me siento afortunada por poseer una relación especial con este cuento.
Mejor me explico. Hace ya un par de años, cuando en primavera celebramos la semana de la literatura en el instituto, un día salimos de clase de castellano como si de una excursión se tratase, y nos dirigimos al pasillo; justo el tiempo de dar diez pasos y unas cuantas risas con los amigos. Allí la cosa cambió. Nos sentamos atentos ante la novedad de leer cuentos durante una hora en pleno pasillo. La verdad es que – ¿porqué negarlo?- no estaba entendiendo demasiado bien el argumento de esas curiosas narraciones cortas, y en mi mente, un pensamiento como tantos otros me hizo ver que si tuviese el papel delante, quizá las ideas al respecto se verían más claras. A partir de ese momento no sé si lo que siguió fue magia o no. A mí me gusta creer que si, pues Beatriu pronunció mi nombre y me invitó a que fuese yo quien leyera el próximo cuento. El título ya debes imaginártelo. El hombre que salía por las noches, efectivamente.
Ahora ya hablando sobre el cuento propiamente, creo que lo que hace el protagonista es la viva representación de esa frase tan famosa que nos explica como siempre deseamos lo que no tenemos, o que aun poseyendo un objeto inútil i en desuso des de hace tiempo, éste cobra un valor nunca visto cuando alguien intenta arrebatárnoslo. Al hombre le pasaba esto con su mujer. Pese a tener discusiones a menudo, él siente celos de la misteriosa sonrisa que va adquiriendo el maniquí día a día. ¿Porqué? Déjala ser feliz con el maniquí sin contigo no lo es.
Por otra parte, creo que el final le da una buena lección, enseñándole que las mentidas se pueden volver en contra de quien las engendra.
Me gusta especialmente este final porque la trama no queda implícitamente explicada, sino que el autor te presenta la situación final y deja que seas tu quien decida qué es lo que pasa realmente. ¿La mujer se convirtió en maniquí para así poder satisfacer su afecto con el otro maniquí? ¿Se fue y, como el marido, dejo el maniquí en sustitución suya? ¿O quizá deberíamos dudar de la salud mental del hombre? ¿Quién sabe?
En definitiva creo que el relato acaba bien aunque el protagonista no comparta esta opinión, pues le da una lección y también le brinda la oportunidad de vivir su propio engaño.
Andrea Badia Serrano
Pienso que el protagonista es un personaje mentiroso, cobarde i muy egoísta, ya que es capaz de engañar y mentir a su mujer por la bebida. Creo que éste tiene un problema con el alcohol, lo cual no justifica sus actos, pero si es capaz de llegar a estos extremos de sustituirse a sí mismo por un muñeco simplemente para salir por las noches e ir de copas a espaldas de su mujer, para evitar los problemas en su matrimonio que esto comportaría… tiene un problema; ya que si realmente tiene una necesidad tan grande de realizar esas salidas nocturnas, podía haber hablado con su mujer y afrontar las consecuencias.
Por otro lado creo que es un relato muy entretenido y con un punto cómico muy divertido, ya que nos permite ver las “consecuencias” a las que llega el protagonista por las mentiras y el engaño a su mujer.
Y el final lo veo muy acertado, ya que después de que el protagonista tuviera celos de un personaje que él mismo crea para engañar a su mujer, después de que no tuviera ganas de ir a la taberna por culpa de esos celos, después de que su mujer pareciera más satisfecha con cada noche que pasaba con el maniquí y que el protagonista llegara a creer que ambos tenían una aventura, pienso que está muy bien pensado que el escritor deje en el aire un final ambiguo, es decir, no se sabe con certeza si la mujer se ha convertido en un maniquí o si simplemente ella también engañaba a su marido utilizando otro maniquí i se ha fugado con su amante, por tanto creo que es un final fantástico que deja al lector con la boca abierta, aunque para nuestro protagonista no es que sea un final muy feliz, pero debe afrontar las consecuencias de sus actos.
Yo soy una persona celosa. Creo que todo el mundo es celoso, unos con un grado desmesurado y otros con menor grado. Cuando era pequeño y le regalaban algo a mi hermano que yo no tenia, mi pulso se aceleraba y mi humor empeoraba cada segundo hasta que conseguía tener esa cosa en mis manos. Pues bien, es la envidia la que me cambiaba la personalidad, el hecho de quererlo todo, y lo que mas me cabreaba, es que cuando yo tenia una cosa que nunca la utilizaba, y mi hermano disfrutaba con eso, inmediatamente cogía mi propiedad y no se la dejaba nunca jamás, aunque no me gustara, mi envidia me superaba.
El maniquí obtuvo su recompensa por haber estado todas las noches al lado de la mujer, mientras que el hombre, recibió su merecido, se quedó sin ella. Y se dio cuenta de que su mujer valía mucho más que unas copitas cada noche. Pues creo que no puede ser mas justo, por que cada uno recibe lo que se merece, y sino… haberlo pensado antes.
Bravo por el maniquí por que al final ha salido ganando, justo para el hombre, por que así podrá aprender de los errores, y disgusto y a la vez satisfacción para la mujer, por que la pobre para ser feliz, tiene que convertirse en maniquí, y satisfacción, por que el imbécil de su marido ya no la podrá engañar nunca mas.
El protagonista es una persona muy egoísta, ya que solo mira para él y ha utilizado el muñeco como un sustituto suyo, eso esta muy mal. Si quería salir, tendría que haber hablado con su mujer para solucionar el problema, pero nunca utilizar algo para ponerlo en su lugar en la cama, esta muy mal. A parte, si empieza a notar algo raro en el muñeco y en la forma de cómo lo trata su mujer, lo mejor habría sido dejar de salir y estar en casa para ver lo que ocurre, y no seguir saliendo y hacer como si lo que ocurre a su alrededor no le importara lo mas mínimo.
El final de la historia no veo que sea ni bueno ni malo, porque cada uno sale con la lección aprendida. El maniquí sale ganando por haber estado todas las noches como sustituto y el hombre aprende de sus errores y así no cometerlos en el futuro.
Desde mi punto de vista creo que el cuento termina de una manera que el autor deja al lector con muchas preguntas sin resolver, algunas más reales y otras más irreales. La conclusión que saco es que el autor es muy bueno porque es difícil terminar un cuento corto con un suspense tan grande al no saber lo si el la mujer deja al hombre por el maniquí o la mujer también utiliza un maniquí para poder salir.
El protagonista intenta mantener una doble vida gracias al maniquí que encuentra. Al principio piensa que el plan es muy bueno: le permitirá salir tranquilo por las noches a la vez que su mujer se sentirá feliz. Inicialmente su mujer parece satisfecha con el cambio: duerme abrazada al maniquí y parece sentirse bien. Con el maniquí esquivará su principal tema de discusión. A pesar que su plan parece funcionar porque ve a su mujer más contenta, él no está tranquilo. Está tenso y malhumorado y no disfruta de sus salidas como antes. Tampoco se siente igual de bien con sus amigos. Además le van entrando sentimientos de celos y se siente desgraciado. Esto se pone de manifiesto en el relato, entre otras cosas porque aprecia felicidad en el rostro del muñeco. Su malestar es seguramente debido al sentimiento de traición hacia el amor que siente por su mujer.
Yo pienso que el final es una metáfora del fracaso de esta relación ocasionado por la falta de confianza y sinceridad. El hombre decide esconder su realidad mostrando solamente un personaje falso. Esto causa que su mujer acabe mostrándole también un personaje falso que el autor metaforiza usando un maniquí. Así pues su relación de pareja se ha transformado en algo ficticio, irreal, a lo que el hombre no le encuentra sentido. Por eso, al darse cuenta de esa realidad, decide tapar los maniquíes e irse de casa. Ello representa la desaparición de esa relación y la huída del personaje principal al darse cuenta de ello.
Yo creo que acaba bien, porque este final es la única forma en que puede acabar una relación que se ha ido deteriorando, que ha perdido la sinceridad. A pesar de que al principio de la historia parece que la mentira permitirá que la relación funcione y que la felicidad aparezca (frases como “las cosas mejoraron con la introducción del maniquí” empiezan a aparecer en el texto), el muñeco que el hombre introduce acaba enfermando a su matrimonio. El rencor sincero con que lo miraba su mujer cuando volvía a casa borracho se transformó en una sonrisa ficticia que acabó en algo falso. El descubrimiento del fracaso que ocasiona el paso de la sinceridad a la falsedad es lo que causa que el protagonista de la historia decida “tapar” (como dice su autor) a los dos maniquíes y desaparecer.
En un principio parece que lo que hace el protagonista tiene un cierto sentido ya que él quiere que las cosas con su mujer vayan bien y el maniquí le parece una buena solución para que los dos estén contentos. Pero después te das cuenta que el maniquí pasa muchas horas con la mujer y duermen juntos, cosa que no hace con el marido, y por tanto creo que no es una buena idea y que lo podrían haber arreglado de otra forma. En mi opinión el problema de la pareja es que no hay comunicación entre ellos y entonces es muy difícil llegar a un acuerdo.
Creo que el final del relato se puede interpretar de dos formas, la primera es que el hombre se da cuenta que ha perdido a su mujer por no renunciar a sus salidas nocturnas y que ahora en su lugar solo hay un trozo de plástico, o la otra posibilidad es que el hombre se da cuenta de que su mujer también le engañaba y ponía un maniquí para que se pensase que ella estaba en la cama. De todas formas, acaba mal para el protagonista. La reacción del hombre de huir demuestra que él no entiende lo que pasa y por tanto no se ve capaz de arreglar el problema.
Este cuento nos enseña que debemos ver cuales son nuestras prioridades. La prioridad del protagonista debió ser su mujer pero se dio cuenta demasiado tarde.
En mi opinión, el hombre de la historia que nos incumbe es bastante ambicioso, pretencioso y deshonesto ya que no quiere renunciar a la bebida por su mujer y por eso se aprovecha que un día cualquiera al volver del bar se encuentra un maniquí masculino en la calle. El hombre engaña a su mujer cada noche pero cuando vuelve el hombre el maniquí se encuentra satisfecho y su mujer al día siguiente muy contenta. Eso provoca una reacción muy irónica ya que fue él el que se perdía estar con su mujer porque quería y era él el que la engañaba. En cambio es él el que se pone celoso. Eso no impide que el hombre continúe marchándose por la noche al bar y dejando al maniquí en su lugar, pero se vuelve melancólico. Al volver a casa unos de esos días, el hombre se asusta descubriendo que su mujer ha sido reemplazada por un maniquí. Una mañana al despertar, su mujer no está sino que en su lugar se encuentra un maniquí femenino. El hombre se va para no volver. Creo que éste final es muy acertado porque la conducta del hombre creo que no puede conducir a un final feliz y que la mujer ha hecho lo que tenía que hacer y si su hombre no quiere pasar las noches con ella, no debe estar esperándole a que vuelva.
En la historia de el hombre que salía por las noches, el autor pretende dar una lección moral al lector a través de un cuento senzillo y facil de comprender, lo que el autor trata de decirnos es que no valoramos suficiente lo que tenemos hasta que lo perdemos o estamos a punto de ello, como el hombre que sale por las noches, cuando la sensación de que el maniquí le está arrebatando a su mujer es mayor es cuando el más la quiere y no se da cuenta de que la ha perdido hasta que se convierte en un maniquí. Los seres humanos somos egoistas por naturaleza y siempre queremos aquello que no tenemos y despreciamos o no valoramos lo suficiente lo que ya tenemos, en resumen: es importante valorar todo aquello que nos rodea día a día, sean amigos u otras personas u objetos materiales ya que en gran parte son las resposables de esas pequeñas cosas que hacen más facil y agradable la vida.
Mariona de Dios
Es un texto breve muy impactante y fuera de lo común, el texto esta muy bien porque es breve, fácil de entender y con un argumento divertido que hasta el final no acabas de entender del todo lo que ocurre realmente.
Es un poco forzado lo que hace el protagonista para escabullirse de su mujer pero bastante ingeniosa. Pero si lo haces más de una noche es un poco peligroso porque puedo descubrirlo.
El desenlace es escaso, demasiado corto que con dos líneas te lo explica todo. El hombre tiene una reacción muy normal por lo que ve porque no es nada normal.
Pienso que el hombre, se merece lo que le ha pasado finalmente. Si tiene el problema de que ha de salir todas las noches porque tiene problemas con el alcohol, pienso que ha de hablarlo con su mujer, e intentar llegar a una solución, como por ejemplo visitar a un experto que le ayude a dejar esta adicción, beber otra bebida que no perjudique tanto y que la puedas beber y salir a la calle tranquilamente sin espantar a nadie o podiendo conducir, y si realmente el hombre necesitaba salir cada noche a tomar unas copas pareciéndose a un universitario, no se tenia que haber casado ya que así seria libre de hacer lo que quisiera sin perjudicar a su mujer que podria haber tenido otro marido y ser feliz.
La situación final de que se queda sin su mujer me parece bien, eso le pasa por ser tan mentiroso y se lo podria haber pensado antes.
Respecto al final de la obra, creo que el autor debería haber aclarado que pasa, y si el maniqui se lleva a su mujer, o su mujer se da cuenta de que le esta engañando y lo engaña ella tambien a él. Es decir, que hubiera preferido un final cerrado mas que un final abierto.
Lo que hace el protagonista de poner un maniquí en su lugar está mal porque engaña a su mujer, aunque él lo haga para que su mujer no se enfade al salir por las noches pero cuando en un matrimonio no se basa en la sinceridad siempre se termina mal.
Si el final se refiere a que la mujer se convierte en un maniquí, por parte de la mujer termina bien ya que se queda con el maniquí que parecía que le hacía feliz a diferencia de su marido, pero por parte del hombre mal porque se queda sin su mujer ya que la quería y triste. Si el final se refiere a que la mujer se venga poniendo también un maniquí en su lugar entonces creo que termina mal porque el matrimonio termina, se quedan solos y además el hombre pasa un mal rato creyendo que su mujer quiere y prefiere al maniquí. Aunque creo que lo importante y la conclusión final es que el marido aprende la lección sobre su engaño.
Esta historia no podría tener otro final, sin este, el relato quedaría en la memoria del lector como un cuento con un final feliz. En cambio con este desenlace el autor consigue que el lector recapacite y aplique esta situación a su vida de cada día, donde uno está obligado a tomar decisiones y con ello pagar el coste de oportunidad.
En economía el coste de oportunidad se define como aquello a que renuncias cuando escoges la otra opción.
El hombre renuncia a la vida con su mujer desde el instante en que mete al maniquí en la cama.
Está claro que con esto gana el placer de vivir nocturnamente y sin hacer daño aparente a su esposa, creo que por esto decide marcharse y dejar a los dos cuerpos abrazados, fue él el que quiso introducir el muñeco entre ellos dos.
En el cuento breve de Juan José Millas: El hombre que salía por las noches nos cuenta una historia con una lección moral de trasfondo.
El protagonista es un hombre que le gusta mucho salir, eso no quiere decir necesariamente que tenga un problema grave con la bebida, solamente que le hace feliz salir por las noches a tomarse unas copas, cosa que no pienso juzgar pero esta actividad le gusta tanto que es capaz de engañar a su mujer para poder hacerlo sin discutir con ella.
El cese de las discusiones influye muy positivamente en la mujer, puesto que cada vez se encuentra de mejor humor, pero el protagonista va perdiendo terreno en su relación y el maniquí va ganando.
Al final su mujer se convierte en maniquí que creo que es porque cada vez se vincula más con el maniquí que con su própio marido y se transforma. El cuento también nos da la moraleja de que uno no valora suficientemente lo que tiene y lo pierde sin ser consciente de que ha sido su culpa, por haber engañado y lo que es peor, creerse que las mentiras iban a solucionar su vida.
El final no queda muy claro, es como si el autor quisiese que cada lector se haga su própio final, que cada persona que lo lea encuentre una moraleja distinta y adaptada a sus experiencias. En general encuentro que este cuento es simple pero a la vez complejo, partiendo de un hecho simple cuando intentas encontrarle el sentido simbólico te lo haces tuyo.
Yo creo que el protagonista tiene mucha cara, porque prefiere ir de copas por la noche y dejar el maniquí con su mujer. Podrían hablar entre ellos para poner fin al problema, pero el hombre es muy tranquilo y piensa que no puede suceder nada. Se atreve a salir, cuando en mi opinión, es mucho más importante su mujer.
Creo que la historia finaliza del siguiente modo: La mujer cada noche mira si está su marido, pero ve que hay el maniquí en lugar de su marido, así sucesivamente, hasta que llega un día en el que se harta y decide cambiar durante la noche su cuerpo por el de un maniquí femenino, para que su hombre vea cómo se ha sentido ella. El hombre se da cuenta del error que ha cometido y decide ir tras ella pero no la encuentra.
El final és justo porque si su marido se pasa cada noche engañandola, al final merece un cástigo, que és el que le acaba sucediendo.
Este cuento, como alguno de los trabajados en horas de classe, me ha hecho reflexionar sobre algun tema en concreto, en sete caso en el hecho de valorar las cosas. Querría comentar para empezar que como cuento, El hombre que salía por las noches ha cumplido su propósito de contener una moraleja y, por tanto, ha sido de mi agrado. Posteriormente, me gustaría comentar como este cuento ha afectado a mi persona puesto que leyendo esta obra me he ayudado a mi mismo a valorar las cosas que tengo a mi abasto y no despreciarlas por el simple hecho de tenerlas siempre. Ya hablando de la obra en si, encontramos a un hombre adicto a la bebida y que utiliza un maniquí como arma para camuflarse y poder marcharse por la noche. A medida que el tiempo pasa, el hombre ve como el maniquí se le está empezando a esbozar una sonrisa y él, sintinendo un miedo sicológico, se cree una estupidez que acaba por volverle loco. Personalmente, creo que este desenlace en la historia es el merecido, ya que creo que el marido de la pareja aprende la lección y vuelve a valorar lo que realmente importa.
El protagonista del relato es un hombre normal y corriente que le gusta salir a emborracharse, pese que este vicio le cause más de una discusión con su mujer. Desgraciadamente, esta situación no es un hecho extraordinario en muchas parejas reales. Así que la figura del hombre la veo como un arquetipo, porque el comportamiento de éste se repite muchas veces en la ficción y en la realidad.
El hombre cree, que poniendo el maniquí en la cama para que le sustituya, salvará su relación. No creo que el autor pretenda mostrar la esposa como una tonta que no se entera que duerme con un muñeco, sino que esta acción demuestra lo estúpido que es el hombre creyéndose que su mujer no se va a dar cuenta de la presencia del maniquí. También el escritor muestra al hombre como un cobarde que huye de los problemas con su pareja y en lugar de afrontarlos busca soluciones absurdas.
A medida que avanza la historia y el hombre empieza a tener celos del maniquí, empieza a suceder, lo que le pasa a todo el mundo: no aprecias algo hasta que realmente lo estás perdiendo.
El final es genial, puesto que el hombre ha caído en su propio engaño. Dejando el final abierto: el lector debe de decidir cuál es el motivo de la presencia del maniquí femenino. ¿Su mujer lo descubre y le paga con la misma moneda o realmente ella se convierte en un maniquí? Yo todavía no lo tengo claro.
Pienso que el protagonista es una persona egoísta y un poco extraño. Sobre lo que hace el protagonista creo que está mal porque podía haber evitado algunos de los problemas desarrollados en el texto. A pasar de que su plan no ha salido como él quería, por qué al principio todo iba bien hasta que las cosas cambio. Y él se dio cuenta de que su mujer estaba más satisfecha y contenta con él maniquí que con él. Y fue cuando el empezó a tener un poco de envidia aunque pienso que echaba de menos las peleas con su mujer , ya que estaba acostumbrado y lo veía como una rutina. Mi opinión respecto al final se podría decir que por una parte acaba mal ya que de alguna manera su mujer le ha abandonado por otro y lo puede interpretar como un rechazo sin embargo se lo tenía merecido por ser mentiroso y un golfo, pero visto desde otro punto también puede que él ya no quisiera más estar con ella, porque no lucho por ella y en este caso se podría decir que acaba bien porque el protaginista se habría marchado feliz.
Bien, primero de todo creo que cualquier persona que entre en este bloc debe saber de que trata la obra, porque aunque es breve el autor nos da mucha información en muy poco texto, por eso a la hora de leerlo se debe estar muy atento a lo que Juan José Millás nos quiere dar a entender, porque no toda la historia es lo que esta escrito, sino que hay mucho texto que se debe reproducir en tu mente, con esto quiere decir que se debe leer “entre líneas”.
Una vez dicho lo que opino sobre la obra, me voy a ceñir a responder a la pregunta que se formula en este bloc. Bien, para opinar de lo que ha hecho el protagonista primero se debe saber qué es lo que ha hecho, la historia nos explica que un hombre, que le gusta salir por las noches de copas, pone un maniquí en su lugar, en la cama, para que su mujer no se de cuenta de que él no está y, por lo tanto, no sepa que se va de copas por las noches, ya que a su mujer no le gusta esta costumbre de su marido.
Yo creo que el hombre tiene parte de razón con lo que hace, puesto que, lo único que quiere es hacer su vida por la noche, y de esta manera evita los disgustos de su mujer. Por otra parte, es evidente que no estoy de acuerdo con su actitud, ya que es capaz de mentir a su mujer por el simple hecho de salir de copas y beber, y que si en realidad le importara su matrimonio, hablaría este tema con su mujer, por que yo creo que, aunque a su mujer no le guste que salga por las noches, cada una de las partes puede ceder un poco y llegar a un acuerdo, por ejemplo que salga un día sí otro no, por esto me da a entender que en esta pareja hay muy poca comunicación y que no se entienden entre ellos. Por supuesto ante la negativa de su mujer una de las posibles salidas es la suya, es decir, utilizar un maniquí que le substituya, aunque no creo que sea la más adecuada.
En cuanto al final de la obra, creo que Juan José Millás, ha escrito un final “en el aire”, y me voy a explicar; el final de obra esta escrito de tal forma que cada lector puede deducir una cosa, es decir, cuando lo lees, alguien puede pensar que su mujer también lo esta engañando, que el maniquí mantiene relaciones con el otro maniquí, o incluso que el hombre llega a casa tan bebido que cree que su mujer es también un maniquí. Por esto creo que el autor también quiere despertar un poco la imaginación del lector, porque no tenemos que olvidar que es un texto fantástico, y con eso quiero decir, que puede suceder cualquier cosa, y que hasta lo más surrealista puede suceder.
Para la gente que cree que las acciones del hombre están mal porque no debe engañar a su mujer, el final les parecerá cómo un escarmiento al marido, o tal vez una lección, una manera de decirle que lo que ha hecho no esta bien; pues bien, para mí me parece que el final de este cuento seria una especie de reflexión en la que nos damos cuenta que para tener una cosa muchas veces tenemos que rechazar otra, y en cuanto tenemos esta primera, siempre queremos tener justo la que rechazamos anteriormente, por eso creo que este cuento es una fiel muestra de lo compleja que es la mente humana.
Firmado: Òscar Azuara Domínguez
Me gusta leer, cortos o largos, relatos que tengan un bonito final y, a poder ser, un poco de amor. A simple vista, parece que “El hombre que salía por las noches” sea una historia sin amor y con un final brusco, sin perdices. Eso es lo que más me gustó. La primera vez que lo leí pensé que le faltaba algo pero, a partir de la segunda, vi que precisamente era eso, lo que le faltaba, lo que le daba ese toque tan especial.
Creo que el matrimonio del relato había caído en la monotonía y, sintiéndose atrapado, el hombre, salía por las noches escapándose de ésta. No defiendo su actitud, ni mucho menos, pero la entiendo. Aún con todo, creo que el marido podría haber intentado solucionar ese problema y no esquivarlo e ignorarlo. Está claro que con el maniquí encontró una manera de esquivar el problema, pudiéndose decir que también lo solucionaba. Él quería a su mujer y quería que ella fuera feliz, creo que eso también se debe tener en cuenta. Volviendo a la crítica, el marido pretendía escapar de su matrimonio cada noche sin que nada cambiara en su mujer. Todo no se puede tener y eligió pensar en su mundo sin tener en cuenta que, para su mujer, él era el mundo entero. Aunque estaba haciendo lo que quería, cada vez se sentía peor. Lo más sorprendente es que no se sentía mal por mentir a su mujer, sino por haberla dejado en la cama con “otro”. Llegaba a casa, veía que el maniquí tenia cara de satisfacción y su obsesión crecía. Había elegido salir por las noches para escapar de su matrimonio pero ahora era preso de los celos, que le encadenaban mucho más que la monotonía.
Un día, el hombre llegó a casa por la noche y vio que en su cama había dos maniquís: el suyo y otro al lado. Su mujer, ¿se había ido, o se había transformado en un maniquí? Lo sucedido, ¿era fruto de la mente del hombre o era real? Este final da pie a una serie de reflexiones que permiten a cada persona diferente, deducir un final diferente. El autor ha acertado de pleno cerrando el relato con este final abierto. Creo que esta estrategia es muy buena para hacer que el lector no se olvide del relato fácilmente.
Lo que más me ha gustado de el relato ha sido el final, que deja en igualdad de condiciones al hombre y la mujer. No me gusta la posición que adopta el hombre, pero ya que no puede evitar caer en la tentación de salir, dejando en consecuencia, a su mujer en la cama y con mil preocupaciones añadidas, he de valorar el ingenio que este posee para llevar una doble vida, gracias a un maniquí. Durante toda la historia, que en algún momento he creido, que era de ficción;el autor nos hace creer que la mujer cae en esta trampa, y cuando realmente descubrimos que no es así, sino que realmente él es castigado y pagado con su propia moneda, la sensación que me quedó fue de alivio. Porqe no puedo entender, que una persona que aparentemente quiere a su pareja, tenga el valor de hacer algo que le pueda hacer sufrir, es por eso, que no solo esta situación si no muchas de las que suceden día a día tendrían que ser penalizadas con el mismo castigo, recibir aquello que han dado.
Sinceramente, es un cuento que me ha gustado mucho, no solo por la manera que tiene el autor de redactarlo, sino por el ingenio que ha puesto en él. Dentro de la brevedad del texto, nos ha dado tiempo de dudar, de soprendernos y de dejarnos con esa duda que nos permita crear a nosotros ese libre final.
EL HOMBRE QUE SALÍA POR LAS NOCHES
Mí opinión respecto al comportamiento del protagonista, diría que es un poco de cobardes, gente poco educada que no valora las cosas o, diría más, directamente que no le importa su mujer, una persona egoísta que solo piensa por su bien, engaña a su mujer, se aprovecha de ella, no hace nada bien ni por el mismo y aun menos por sus seres queridos. En fin, que yo no lo querría nunca como marido!
Creo que el relato termina bien, en cuanto a la historia era una de las mejores opciones para terminarla, ya que tal y como esta el mundo hoy en día, podía haber terminado muy peor…
Yo para terminar el relato habría puesto que la mujer se marcha a vivir con otro hombre de la ciudad, fingiendo que están juntos, pero en verdad solo quiere que el se recupere y se de cuenta de lo que acaba de perder, así si el la quiere de verdad, reaccionara y cambiara, reestructurará su vida, y le mostrara a su mujer lo que es capaz de hacer por su amor.
Y el relato terminará que se vuelven a casar, tienen hijos y son una familia muy feliz para toda la vida.
El protagonista del cuento es un hombre aficionado a los bares de copas nocturnas lo que le provoca problemas con su esposa .Para no renunciar al salir de noche y evitar los problemas conyugales, se sustituye a si mismo en la cama por un maniquí .Éste va cambiando de estado y el hombre mientras está en los bares siente celos .La sorpresa mayor llegó el día que se da cuenta que su mujer se sustituye también por un maniquí.
Yo pienso que el hombre se creía muy inteligente para haber ideado una estrategia para engañar a su mujer pero su estrategia era de pecó de soberbia, ya que menospreciaba la inteligencia de su mujer al creer que la engañaba con un truco tan fácil. Su esposa más inteligente que él le engaña con el mismo sistema.
Pienso que la actuación de la mujer es precisa y clara, al ver que su hombre le mentía, optó por no enfadar-se y hacer ver como si no hubiera pasado nada y al final acabarle mintiendo.
Yo si fuera la mujer me hubiera puesto muy furiosa al ver que mi hombre me miente ,desconfía y no quiere estar conmigo pero con la experiencia seguro que es mejor primero hablarlo y si con hablar no es suficiente, más tarde optar para otra estrategia.
Este final es abierto ya que el lector tiene que hacer-se a la idea de como salvarán la situación y al que se supone un diálogo entre el marido y la mujer.
Personalmente me ha gustado porque pienso que es un relato muy ingenioso e interesante ya que nos muestra como a pesar de su brevedad, el autor consigue formar un relato muy entretenido que nos mantiene con la duda hasta el final y hasta entonces no sabemos si su mujer acabará percatándose de la mentira de su marido, una persona egoísta, celosa y deshonesta, que creo que no merece para nada el estar casado con alguien puesto que no solamente sale por las noches sino que encima, le niega a su mujer el hacerlo.
La manera que se le ocurre al escritor de camuflar las salidas nocturnas del protagonista me parece muy ingeniosa y es una de las cosas que más me han gustado del cuento breve, el como a alguien se le puede llegar a ocurrir suplantarse por un maniquí.
Otra de las cosas que más me han gustado ha sido como al final de la narración se ve como da a entender que la mujer le ha pagado con la misma moneda a su marido el gran engaño que le hace a ella teniendo él una completa ignorancia hacia ello, y también la intriga y la reflexión que realizas una vez has acabado de leer éste relato ya que al ser abierto, puedes imaginar como termina.
El final no es feliz para el protagonista pero a mí por el contrario si me lo parece ya que, la mujer no acaba engañada y encima le devuelve su mentira.
El cuento de El hombre que salía por las noches, creo que es muy interesante, aunque debo admitir que lo tuve que leer dos veces para encontrarle todo el sentido.
El autor es un humano y por tanto como el 90% de los humanos cuando tenemos una cosa no la queremos él hace lo mismo. A su mujer la tiene ahí y sabe que siempre que la necesite estará a su lado para ayudarlo, por tanto su mujer no le preocupa en absoluto, sino que se preocupa de él mismo. ¿Por qué las personas no valoramos lo que tenemos? En un primer momento si que lo apreciamos pero como sabemos que está ahí nos preocupamos de cosas que no tienen tanta importancia. Y creo que es lo que le pasa al protagonista. A él le gusta salir por las noches y aunque a su mujer no le gusta le da igual porque sabe que no se irá. Cuando encuentra el maniquí y lo mete en su lado de la cama es como si quisiese que éste hiciese la función de darle a su mujer la seguridad de que él no se ha ido. Entonces el maniquí empieza a sonreír y su mujer cada vez está mas contenta. Él no lo entiende y lo único que es capaz de ver es como el maniquí cada vez tiene la sonrisa mas firme i su mujer cada vez como más satisfecha. ¿Entonces piensa que éste le está sustituyendo? Evidentemente, por eso no disfruta tanto cuando hace sus escapadas nocturnas.
Él final es el mejor que se podía haber escrito. Su mujer le paga con la misma moneda que él le daba todas las noches, para que pensase lo frío que era sustituir a la persona a la que ella amaba por un simple maniquí, un objeto de cartón piedra o resina sintética. Era de esperar que él se fuese, pero simplemente porque no tiene la suficiente capacidad como para ser completamente sincero con su mujer aunque también cabe la posibilidad de que se haya ido porque cree que el maniquí le puede dar unas satisfacciones que él jamás se las va a dar porque no sabe apreciar lo que tiene.
El final es puramente abierto. Me gusta aunque siempre me quedará la curiosidad de saber que le sucedió al hombre, a su mujer y a los maniquíes.
Adriana
El cuento de El hombre que salía por las noches, creo que es muy interesante, aunque debo admitir que lo tuve que leer dos veces para encontrarle todo el sentido.
El autor es un humano y por tanto como el 90% de los humanos cuando tenemos una cosa no la queremos él hace lo mismo. A su mujer la tiene ahí y sabe que siempre que la necesite estará a su lado para ayudarlo, por tanto su mujer no le preocupa en absoluto, sino que se preocupa de él mismo. ¿Por qué las personas no valoramos lo que tenemos? En un primer momento si que lo apreciamos pero como sabemos que está ahí nos preocupamos de cosas que no tienen tanta importancia. Y creo que es lo que le pasa al protagonista. A él le gusta salir por las noches y aunque a su mujer no le gusta le da igual porque sabe que no se irá. Cuando encuentra el maniquí y lo mete en su lado de la cama es como si quisiese que éste hiciese la función de darle a su mujer la seguridad de que él no se ha ido. Entonces el maniquí empieza a sonreír y su mujer cada vez está mas contenta. Él no lo entiende y lo único que es capaz de ver es como el maniquí cada vez tiene la sonrisa mas firme i su mujer cada vez como más satisfecha. ¿Entonces piensa que éste le está sustituyendo? Evidentemente, por eso no disfruta tanto cuando hace sus escapadas nocturnas.
Él final es el mejor que se podía haber escrito. Su mujer le paga con la misma moneda que él le daba todas las noches, para que pensase lo frío que era sustituir a la persona a la que ella amaba por un simple maniquí, un objeto de cartón piedra o resina sintética. Era de esperar que él se fuese, pero simplemente porque no tiene la suficiente capacidad como para ser completamente sincero con su mujer aunque también cabe la posibilidad de que se haya ido porque cree que el maniquí le puede dar unas satisfacciones que él jamás se las va a dar porque no sabe apreciar lo que tiene.
El final es puramente abierto. Me gusta aunque siempre me quedará la curiosidad de saber que le sucedió al hombre, a su mujer y a los maniquíes.
Adriana Rodríguez Laveda
Este relato me ha gustado mucho, ya que es corto, rápido de leer, de fácil comprensión y muy divertido. Respecto al protagonista creo que le ha salido el tiro por la culata, ya que puso el maniquí en la cama para ser su sustituto durante sus juergas, y al final, la que ha sido sustituida ha sido su mujer. Y como dice una frase hecha: “Quien va por lana, vuelve trasquilado”, es decir que el hombre intentó engañar a su mujer y como si de magia se tratara la mujer inicia un proceso de metamorfosis hasta que llega a convertirse en una maniquí, a la vez que el hombre va perdiendo su humor, y en cambio el maniquí deja de ser un simple objeto desechado, y va recobrando un poco de humanidad.
Y al final tanto el maniquí como la mujer parecen encontrar una auténtica felicidad, en cambio el hombre desaparece y queda como el auténtico perdedor, pasando a ser un don nadie.
Mi opinión sobre lo que ha hecho el protagonista es que él está cansado de que su mujer le mire con rencor todos los días que sale por la noche, como remedio, pone un maniquí que se encontró en un contenedor un día que volvía a casa después de rondar en su lugar, para que su mujer se piense que es él y se quede más tranquila y aliviada. También creo que a puesto el maniquí para salir de la rutina de levantarse cada día i encontrarse a su mujer con mala cara i para comprobar si su ingenio le puede servir para más cosas.
Yo creo que el relato no acaba bien ni mal para los dos ya que es un relato que cada lector puede personalizar su final. Yo lo he personalizado para que acabe bien y mal para los dos. Pienso que la señora se convierte en un maniquí y encuentra la felicidad que no tenia con su marido, pero también puede ser que la señora este engañando a su marido con otro maniquí y al final pierde a su marido por jugar con él. El señor se ve desorientado, no sabe si es por los efectos del alcohol pero lo que si ve es que su mujer se ha transformado en un maniquí y está más feliz. Al final el hombre trastornado porque ha perdido a su mujer y su maniquí ajunta a los dos maniquís y desaparece para siempre. Pero también puede ser que el señor se alegre de que su mujer se haya convertido con un maniquí ya que así podrá salir a beber con sus amigos en paz sin que nadie el día siguiente le mire con mala cara.
Es un relato que el 99% de las veces te ha de gustar ya que lo escribes tú con la imaginación y lo haces a tu medida y a tu gusto.
Creo que lo que ha hecho el hombre no es precisamente lo más correcto que podría haber hecho ya que el problema es de los dos y tan solo escoge la opción que le satisface a él simulándole de forma descarada a su mujer que en realidad ha optado por resolver el problema con la opción que quería ella.
Creo que cuando surge un problema, sobretodo cuando surge en una pareja, lo que se tiene que hacer es hablar, que las dos partes se expliquen mutuamente cuales son sus sentimientos siempre que surge el problema y porqué adoptan la posición que adoptan y no otra. En caso que ninguna de las dos partes cediera para adoptar la solución de la otra en lugar de la suya se tendría que empezar una negociación para que la solución definitiva al problema estuviera formada por algunos aspectos de las dos soluciones que ambas partes habían propuesto.
No sabría explicar si el relato acaba bien o mal, mas bien diría que acaba de un modo bastante extraño la verdad.
No acabo de interpretar muy bien el final , no se si es que la mujer se convierte en un maniquí porque el maniquí la hace más feliz que su marido o si desde el principio sabía que su marido la estaba intentando engañar haciéndole creer que se quedaba con ella por las noches y en realidad era el maniquí hasta que un día decide devolverle la jugada y decide marcharse de casa dejando en la cama un maniquí para que la sustituya del mismo modo que hacía su marido.
En cuanto a la “autoexiliación” del marido, por así decirlo, creo que tengo una explicación razonable para justificarla:
Cuando se percata de que su mujer no está y en su lugar encuentra un maniquí se da cuenta de que ha perdido lo más importante de su vida, su mujer, y que en realidad salir de copas hasta las tantas no era tan importante como su mujer.
La otra explicación sería que cuando junta a los dos maniquíes y se acercan hasta tocarse se da cuenta de que en realidad sobra y que para su mujer ya no es lo más importante de su vida ya que es más feliz con el maniquí que con su marido, ésta explicación tan solo seria válida en el caso de que la mujer se hubiera convertido en un maniquí.
El protagonista de este relato es un hombre vergonzosamente patético. Por desgracia en nuestro país, el arquetipo del hombre aficionado a la bebida que descuida a su mujer, se está haciendo cada día con más adeptos. No hay más que encender el televisor o consultar la prensa escrita para darse cuenta de este hecho; separaciones, divorcios, matrimonios fracasados, violaciones,… incluso la familia REAL, icono de corrección y rigidez, sufre este tipo de altibajos.
Nuestro protagonista se pasa de listo y le sale el tiro por la culata. No se debe engañar al próximo y aún menos si es una mujer. Aunque el final sea abierto, se intuye claramente que la mujer se da cuenta del embuste y le devuelve la jugarreta con un estudiadísimo plan:
Cada noche que el marido sale a rondar, la mujer maquilla al maniquí y, día a día, hace que parezca gradualmente más feliz. El plan continúa con las actuaciones matinales de la esposa y culmina con la escena de los dos maniquíes en la cama. La infidelidad, no hay otra cosa que más fastidie a este tipo de individuos. Estoy convencido que la mujer debía permanecer en el armario desternillándose de risa.
La historia en global, me ha parecido un poco extraña pero a la vez atractiva, como un hombre utiliza a un maniquí para distraer a su mujer y poder irse él de copas. Se trata de una historia o relato corto fuera de lo normal. El protagonista me parece una persona un poco egoísta ya que solo piensa consigo mismo y deja a su mujer apartada de su vida, a pesar de esto creo que el protagonista tiene mucha maña, al coger un maniquí y hacer “feliz” a su mujer por las noches. El final del texto es un poco impactante, el poder convertirse en un maniquí la mujer también a desesperación del pobre hombre que se siente a su vez celoso del maniquí. Yo creo que el final es como un castigo al hombre por todo lo que le ha hecho pasar a su mujer y para que aprenda. A mí, este final me ha hecho reflexionar bastante, básicamente en dos direcciones, una: como tratar a la gente y tratarlos como tu quisieras que te tratasen y dos: en la vida en pareja no solo estás tú, sino todos los que la forman y esto quiere decir que debes preocuparte de todos, no solo de uno mismo ya que si no lo haces la vida te puede dar algún castigo inesperado.
El relato termina como debería terminar, a mi parecer, el relato, ya que el hombre recibe lo que se merece, ni más, ni menos, pero yo sí que cambiaría pequeños aspectos de la obra para hacerla un poco menos dramática. En conclusión: el relato corto me ha gustado mucho básicamente porqué el autor ha sabido resumir muy bien la narración en poco espacio sin dejarse ningún detalle y también me ha gustado la historia que contaba.
Xavier Barberà
Ya lo dicen, ya. Beber no es bueno. Ni por tu salud ni por la de los demás. Bebe en precaución o no bebas. El protagonista de “El hombre que salía por las noches” no supo o no quiso entender el mensaje que llevaban todos estos anuncios publicitarios referentes al consumo de alcohol y sus consecuencias.
El protagonista era un hombre mas interesado por la bebida que por su pareja. La relación con ésta no era muy buena. Tenían discusiones porque el hombre quería salir a tomar unas copas por la noche, pero la mujer estaba totalmente en contra y se negaba rotundamente a ceder. La introducción del maniquí en el cuento y en la cama es la clave del cuento. Éste parece estar mas contento cada noche y cada día. La mujer tiene exactamente el mismo comportamiento. Aquí es donde el protagonista tiene esas preguntas sin respuesta y se empieza a preocupar. ¿Qué hará el maniquí que no sepa hacer tan o igual de bien el pobre hombre? Se viene abajo. Cuando llega a la situación de ver que ya no hay un maniquí en la cama, sino que hay dos, no puede evitar dejarlos solos y huir lejos, muerto de celos y envidia. El engañador es engañado. Esto es lo que le acaba doliendo, que pensándose que la jugada le estaba saliendo bien, la tortilla da media vuelta y el hombre pasa a ser la mujer, ejerciendo el papel de engañado.
Es interesante ver como ha jugado el autor en esta situación, dejando al pobre hombre perdido, sin rastro, y la pareja de maniquís que no se conocían juntos en su cama revolcándose. Quizá se rompe una pareja pero surge una nueva. Así pues Juan José Millás nos da una clara moraleja: No bebas o las consecuencias pueden ser muy grandes. Y es que el alcohol una vez mas pasa a ser el antagonista que le juega una mala pasada al protagonista, y en gran parte es el culpable de la historia.
El final es perfecto porque el hombre cae en su propia trampa y la mujer le devuelve la misma jugada con la misma moneda. Sin embargo nos deja un final abierto, en el que se puede pensar que la mujer se ha convertido en un maniquí o que le ha dejado un “regalito” al hombre y ella se ha ido con otro. En fin, una historia para parar a pensar un rato y reflexionar porque pasó y que tuvo o no tuvo que hacer el protagonista para que no pasase lo ocurrido.
EL HOMBRE QUE SALÍA POR LAS NOCHES
El cuento habla de un hombre que, como el título indica, disfrutaba yendo por las noches de bar en bar. El problema era, como en muchas ocasiones, que estaba casado, y como le gustaba pernoctar y emborracharse, dejaba a su mujer sola y enfadada en casa. Enfada por tener un marido tan irresponsable y que, como demostraba, tan poco la quería. Él y su esposa nunca discutían, pero las salidas nocturnas del individuo en cuestión, los distanciaba cada vez más.
En un momento de la obra, el protagonista encuentra la solución a sus problemas: una solución fría desde mi punto de vista, en lugar de ser él quien ocupe de una vez el lado de la cama que le pertenece.
Como en todo buen relato, en el final, el protagonista egoísta recibe su merecido. Es injusto tratar así a la persona que quieres, y si prefieres salir a estar con ella, es que no mereces tenerla como esposa. Por lo tanto, lo considero un buen final, justo y merecido. Tanto hombres como mujeres, no tienen por qué aguantar según qué tipo de cosas.
Un relato muy imaginativo pero a la vez realista, que trata temas con los que los lectores pueden identificarse.
Y…¡esque no se que decir de este hombre! Primero encuentra su mentira perfecta, siendo un completo egoista, luego pone su plan en marcha, volviéndo a ser un egoista, después, una vez en los bares le llegan los celos y con ellos el no disfrutar de la mentira. Pero otra vez en casa no siente el más mínimo remordimiento! Y ve a su mujer con el maniquí…y se pone paranoico…En este cuento nos encontramos una mezcla de todos los sentimientos por los que pasa el protagonista; egoismo, celos, paranoia, indiferéncia….Y ninguno de estos es positivo. Pero cuando una persona es tan mentirosa, que combierte toda su vida en una mentira para poder saciar su vicio (aunque a la fin este te resulte desmotivante o bien aburrido) se acaba conviertiendo en una, ya me perdonarás por las repeticiones, egoista. Si, es la palabra que más hemos repetido todos, pero que no sea por falta de vocabulario..: aprovechado, buitre, individualista, interesado, ególatra..!
¿Final feliz? si, sin duda lo es. Aunque todos sabemos que la felicidad es muy relativa. Para él no lo será de feliz, ¡se ha quedado sin nada! el objeto que lo protegía de sus mentiras ha acabado apoderándose de su mujer y haciendo que sus paranoias se convirtieran en realidad! Todo su comportamiento le ha llevado a la soledad.
Pero…todo lo que haces te lo acaban devolviéndo. Si tu te comportas de tal forma, asume con sus consecuéncias, el resto de la humanidad no te andará siempre detrás, la gente se cansa, encuentra cosas mejores, te sustituye. Como ella le sustituyó por un simple maniquí. Porqué muchas vezes, la felicidad, el estar bien…se encuentra en la simplicidad.
Me encantan los finales abiertos. Que el autor te deje con que pensar, esa duda que te remueve cada vez que lo vuelves a leer, la libertad de poderte imaginar cómo realmente acaba.
En tan solo una página el autor es capaz de captar nuestra atención y dejarnos con una duda hasta el final. Vas leyendo y te vas imaginando como puede ser el final, y eso se consigue gracias a que el autor es capaz de hacernos situar en lugar y tiempo, y sorprendernos con la peculiar actuación de los personajes en solo una página.
En mi opinión, el comportamiento del hombre, es muy inmaduro e irresponsable, una actuación vergonzosa y deshonesta por sus salidas nocturnas secretas y la descabellada idea del maniquí.
Creo que en un final, recibe lo que se merece, la burla de su mujer, poniendo también un maniquí en su lado de la cama y su posterior huida por vergüenza y cobardía.
Este final me ha gustado puesto que consigue demostrar que con una mala actuación uno no se puede salir con la suya, y cuando la mujer decide poner, ella también, un maniquí, consigue equilibrar la balanza, y es lo mejor que le podía suceder, que su marido se fuese, ya que alguien así no vale la pena.
El hombre que salía por las noches, aunque me avergüence reconocerlo describe una imagen un tanto española, y es la de la afición por los bares. Nuestro patético personaje nos muestra como puede llegar a ser de simple la mente humana, en concreto la testarudez de un hombre, al dejarse perder lo mejor de su vida por unas copas de aguardiente entre pecho y espalda. La frialdad y a la vez la inocencia juguetona que hay en la conducta del hombre al dejar el maniquí en la cama, al lado de la pobre esposa que cree felizmente yacer al lado del hombre al que ama.
Creo que nuestro protagonista es un personaje realmente inmaduro, que no puede dejar de errar en todas las decisiones que termina tomando, y finalmente cuando ve que esta perdiendo aquello que ama o alguna vez amó, no sabe recuperarlo y se le filtra entre los dedos, mezclado con su triste, atónita e iracunda presencia.
Termina bien la historia? No creo que termine bien, pero tampoco mal, en mi opinión es un ejemplo clarísimo del refrán: A cada cerdo le llega su San Martín. Nuestro amigo recibe lo que ha sembrado, y aunque resulta una imagen desgarradora verle abandonar el hogar y dejar atrás su vida, no es menos de lo que se había ganado; si en lugar de volverse taciturno y huraño hubiese intentado solucionar la situación, otro gallo cantaría. No es ningún ejemplo de hombre, es el personaje más cobarde, mezquino y patético que puedas encontrarte.
Parece que soy el último de todo bachillerato -¡qué verguenza!-, así que me aferro a la conocida: los últimos serán los primeros.
He leído un par de comentarios de mis compañeros, simplemente para ver qué tal se les daba esto de escribir en un bloc y para ver también cómo han enfocado la reflexión. La verdad es que ya desde que en clase nos digiste que teníamos que escribir un comentario en tu bloc personal decidí que el mío sería diferente, original… que rompiése con las esquemáticas opiniones personales sobre relatos. Pues bien, a eso voy:
Daría todo lo que tengo para conservar a las personas que quiero y me encantaría que ellas hicieren lo mismo pero eso no es siempre así. A veces, en una relación, solamente existe la parte de dar y no la de recibir y cuando te encuentras con una de éstas, realmente no sabes lo que hacer poruqé ¿cómo dejar a una persona que quieres? ¿cómo decirle que se tiene que mojar un poco por la relación? ¿cómo conseguir que todo funcione? Desearlo no es suficiente. Por eso a veces tienes que decir las cosas, aunque sean de lo más desagradables, en la cara para hacer raccionar – o al menos intentarlo – a ese ser querido. Pero lo peor aún está por descubrir. Lo peor llega cuando haces un enorme esfuerzo para que vuestra relación funcione al máximo y a pesar de ello la otra persona pasa de todo olimpicamente: ignora tu esfuerzo, tu preocupación, tu amistad, tus sentimientos…a tí. Y ver cómo cada día todo se desvanece lentamente, cómo te quedas en el olvido, lo poco que importas a aquellos a quienes parecías importar…dule; duele por dentro y por fuera. Ésta mini-expliación de cómo puede llegar a ser la vida y, consigo, la gente en ella, tan sumamente jodida viene a relacionarse con la historia del maniquí, el hombre, su mujer y sus copas. ¿Cómo? Sencillo:
El hombre está casado, con su mujer y con las copas. Con su mujer de día y con las copas de noche y todos lo saben. Más tarde encuentra a un maniquí en quién ve la posibilidad de hacerle de sustituto para así poder salir de noche sin ningun problema. Éste hecho nos muestra dos caras de el hombre: la alcoholica (quiere salir de copas y se sustituye por un maniquí) y la cariñosa hacia su mujer (si le busca un sustituto es, en parte, para que no padezca durante sus salidas). Por otra parte está la mujer quien tiene una obsesión basada en el amor de pareja: quiere a su marido y lo quiere para ella no para las copas. Sí, podríamos llegar a calificarlo de celos de un objeto.
Vamos ahora a hacer una relación con lo primero explicado: el hombre, está claro que viene a ser el amigo o ser querido por quién se daría todo. La persona que lo daría todo es la mujer y el problema es el maniquí y las copas, ya que hacen que la relación entre el hombre y la mujer empeore.
Pues bien, una vez aclarado quíen es quién, prosigamos por orden cronológico con la historia: el hombre, que se había encontado un maniquí, lo pone cada noche antes de salir junto a su mujer que ya esta dormida en la cama y, de éste modo, la mujer no se da cuenta de la falta de su marido. El hombre, cuando llega a casa – Nescafé Capuccino… – coge al maniquí de la cama cautelosamente y lo guarda pero en él, día tras día, ve un rostro cada vez más feliz. En primer momento pensamos que es debido a los efectos de sus copas de “Nescafé” pero nos damos cuenta que también puede ser que vea reflejada en el rostro del maniquí la felicidad que él podría tener si estuviese cuidando de su mujer. No le damos más importancia, pero es que el día despues de que el maniquí haga una cara casi de felicidad inalcanzable, la mujer prepara un desayuno maravilloso – aunque sin diamantes – y con una felicidad absoluta, como si hubiera pasado una noche de bodas. El hombre, a pesar de ver tales estrañas cosas, decide seguir poniendo el maniquí como había hecho hasta entonces, pero un día, nota que su mujer tiene un tacto muy frío y rigido con lo que adivina que se ha convertido en una especie de maniquí.. que de tanto pasar tiempo con su sustituto se ha convertido en uno de su especie así que el hombre decide no romper con la naturaleza del amor y traer al maniquí a la cama para que su mujer y él puedan estar juntos. Que al menos su mujer sea feliz (hecho que demuestra que la quiere) y que el maniquí le de todo lo que él nunca pudo – o quiso-. Parece ser que somos humanos porque vivimos entre humanos, porque nos necesitamos los unos a los otros, porque en el fondo nos queremos, a pesar de hacernos la vida imposible a veces, nos queremos y sabes que por muchos problemas que podamos llegar a tener siempre, repito: SIEMPRE, acabaremos yendo al lado de quien queremos, al lado de la persona con la que compartimos de todo, al lado de nuestra vida, de nuestras sensaciones, emociones, momentos, alegrías… También dicen que vamos con los que son igual que nosotros con lo que podríamos acabar diciendo que al final siempre volvemos a la persona que queremos con todas nuestras fuerzas, que volvemos a la persona que viene a ser nuestro reflejo.
————————————————————————————–
Y… ¿por qué tu y yo nos seguimos haciendo daño si sabemos que nos necesitamos mútuamente? Tal vez porqué te quiero.
Adelaida, ahora que he hecho el comentario, lo he leído y he visto unas faltas de ortografía o de escritura que me gustaría corregir:
vergüenza
dijiste
rompiese
porqué
reaccionar
olímpicamente
duele
explicación
ningún
alcohólica
quién
encontrado
después
extrañas
rígido
sabemos
mutuamente
Éstas son por orden de aparición en el texto. Lo siento de veras.
Pere.