La niña estaba sola. Hacía frío.. Tenia las ropas rotas. Temblaba…
Una mujer de unos 30 años pasaba por allí y vio a la pequeña.. La mujer le preguntó: ¿Dónde están tus padres? … Me han abandonado !.. Contestó la niña..
No pasa nada pequeña.. Me tienes a mi. Yo seré tu madre.. Yo te adoptaré!.
Querido hermano!
Soy, Lourdes tu hermana. Nunca nos hablamos, ni nada de eso.. A mi me gustaría, que nos habláramos!.. Podríamos hablar, podríamos estar juntos. A mi me gustaría!…..
Yo estoy bien.. Hago caso a los tíos y los ayudo.. Además hago de “canguro” de la Adriana, la hija de la prima Marta..
El Instituto me va bien. Me va genial!.. Bueno!, sociales y inglés no son lo mío, pero me esfuerzo al máximo..
Bueno, hermanito, cuando recibas esta carta, por favor, llámame!..
Besitos de tu hermana Lourdes!
Dibujo elaborado por L.L.A. , que actualmente hace primero en el Instituto Pau Vila de Sabadell
Ayer cuando iba caminado me vino a la cabeza un deseo: Ir a merendar!. Hice unas llamadas y solamente mi mejor amigo podía acompañarme. (………..).
Cuando llegué al sitio, él ya estaba allí, tan torpe como siempre!…….. Hola, cómo estás? (Le dije).. Y él, ………….. Ya sabéis como va eso!..
Decidimos pasear en barca. La barca estaba agujereada.. El agua entraba y la barca se hundía. Tuvimos que saltar de prisa, para no hundirnos con la barca!…
Autora: Lourdes
Durante el verano pasado fui a Cadiz con mis padres. Cadiz es una provincia de Andalucía. Una día fuimos a la playa.. No lejos de nosotros, dos chicos, estaban haciendo algo en la arena. Pude ver que dibujaban la virgen!.. Nos pareció que tenían arte.. Nos pareció que lo que hacían lo hacían bien…
Las cosas de aquel día, las recuerdo con cariño!..
Hace ya muchos años una niña pequeña se fue a vivir con sus tíos. Que se llaman Amelia y Francisco…. Sus padres no podían cuidarla. Más bien, su madre no podía cuidarla porque tenía que cuidar a su marido.
Cuando su padre, con problemas importantes, se presentó en casa de su hermana Amelia, con su hija, decidido a entregársela. La señora Amelia se quejó, pues ya tenía otros hijos. Han pasado los años y la niña pequeña ya no es una niña pequeña. Y la señora Amelia, su tía, está encantada con su sobrina. Ya no se queja!