Me desperté sobresaltada, agitada, con sudor en la frente y en las manos. No pude recordar lo sucedido en la pesadilla. Pensé durante unos quince minutos tratando de recordar algo: un detalle, un gesto, una mirada, una voz, un sonido… Nada, ni una palabra…Dejé pasar el tiempo hasta que un día, sin saber ni cómo ni por qué, recordé lo ocurrido.Yo, en medio de la niebla, sin nadie a quién acudir, sin nadie a quién preguntar qué debía o qué podía hacer, perdida, simplemente sola.Pude percibir que alguien se acercaba a mí, apresuradamente, sin soltar palabra, en silencio total. No conocía de nada a esa persona, ni siquiera recordaba haber visto su cara en ningún momento de mi vida. Vi que, ya cerca de mí, decidió dar media vuelta haciendo ver que no me había visto, perdiéndose entre un espeso manto de niebla. Intenté gritar para que pudiera notar mi presencia. Las palabras no surgían de mi boca, era como si mis cuerdas bocales hubiesen decidido no articular sonido. Me sentía sola, desamparada. Apenas podía moverme, me sentía enjaulada, el silencio intentaba apoderarse de mí. Intentaba escapar, correr. No podía. Me movía muy lentamente, casi no llegué a dar un paso, cuando tropecé con algo inexistente situado en medio del camino. Empecé a sollozar, envuelta en la tristeza. Decidí levantarme, no dar la batalla por perdida, no rendirme. Empecé a caminar sin importarme nada de lo que había a mí alrededor. Intenté superarme a mí misma, a pesar de sentirme terriblemente sola.En ese momento fue cuando desperté, empapada en un sudor frío. Sin recordar nada.
ola ^^
m’ha encantat aquesta redacció, aquest escrit, està molt be
et felicito Aida^^
adeuu