El jueves 21 de mayo se produjo otro de los famosos enfrentamientos de verbos. En este caso los participantes eran: Mireia y Laia. El professor, como siempre, preguntó un seguido de números y letras a las dos participantes para elegir el verbo al azar. Seguidamente, hizo salir a las alumnas fuera de la clase, mientras él escribía en la pizarra los verbos. Al finalizar, entraron Laia y Mireia a la clase y observaron los verbos que les había tocado:
A Mireia le había tocado: hubieras partido y 2n persona del singular, pretérito imperfecto, subjuntivo del verbo tener.
En canvio, a Laia le tecó: tendríamos y 3r persona del singular, condicional compuesto, de indicativo del verbo amar.
Mireia comenzó muy insegura por el segundo ejercicio, se la notaba algo insegura ya que borró más de una vez la respuesta; en cambio Laia, que empezó por el primer ejercicio se la veía más segura. Todo el mundo estaba en tensión, los ojos iban de un lado de la pizarra al otro, nadie decía nada ya que tenían miedo de desconcentrar a las participantes, pero se escuchaba algún susurro de fondo comentando las respuestas que ponían las dos contrincantes.
Mireia, después de borrar un par de veces se dirigió a hacer el primer ejercicio, parecía más segura ya que iba más rápida. Mientras, Laia proseguía ha hacer el segundo ejercicio, y como no, se la veía tan segura como en el anterior.
Laia fue la primera en acabar y se sentó en su sitio, unos minutos después, Mireia viendo ya su inminente derrota, se dirigió hacia su mesa. Marcos empezó a corregir por Mireia: en el primer ejercicio se había equivocado en el modo y el tiempo lo que le quedaban 3 puntos, y respecto al segundo ejercicio no obtuvo ningún punto ya que el verbo no era el correcto. La suma de los dos ejercicios era de tres sobre diez, insuficiente, pero aún quedaba ver la puntuación de Laia. Para desgracia de Mireia, Laia tubo el primer ejercicio bien, por lo cual ya tenía siete puntos asegurados (los suficientes para ya ser la ganadora de éste enfrentamiento) pero Marcos continuó corrigiendo. En el segundo ejercicio, Laia tubo un pequeño error, escribió ellos envés de él por lo que solo obtuvo un punto. El resultado de Laia fue de ocho entre diez, lo cual la convertía en ganadora.
En este enfrentamiento podemos ver que la cable para cometer los errores han sido los nervios, que son muy traicioneros.
El jueves 21 de mayo se produjo otro de los famosos enfrentamientos de verbos. En este caso los participantes eran: Mireia y Laia. El professor, como siempre, preguntó un seguido de números y letras a las dos participantes para elegir el verbo al azar. Seguidamente, hizo salir a las alumnas fuera de la clase, mientras él escribía en la pizarra los verbos. Al finalizar, entraron Laia y Mireia a la clase y observaron los verbos que les había tocado:
A Mireia le había tocado: hubieras partido y 2n persona del singular, pretérito imperfecto, subjuntivo del verbo tener.
En canvio, a Laia le tecó: tendríamos y 3r persona del singular, condicional compuesto, de indicativo del verbo amar.
Mireia comenzó muy insegura por el segundo ejercicio, se la notaba algo insegura ya que borró más de una vez la respuesta; en cambio Laia, que empezó por el primer ejercicio se la veía más segura. Todo el mundo estaba en tensión, los ojos iban de un lado de la pizarra al otro, nadie decía nada ya que tenían miedo de desconcentrar a las participantes, pero se escuchaba algún susurro de fondo comentando las respuestas que ponían las dos contrincantes.
Mireia, después de borrar un par de veces se dirigió a hacer el primer ejercicio, parecía más segura ya que iba más rápida. Mientras, Laia proseguía ha hacer el segundo ejercicio, y como no, se la veía tan segura como en el anterior.
Laia fue la primera en acabar y se sentó en su sitio, unos minutos después, Mireia viendo ya su inminente derrota, se dirigió hacia su mesa. Marcos empezó a corregir por Mireia: en el primer ejercicio se había equivocado en el modo y el tiempo lo que le quedaban 3 puntos, y respecto al segundo ejercicio no obtuvo ningún punto ya que el verbo no era el correcto. La suma de los dos ejercicios era de tres sobre diez, insuficiente, pero aún quedaba ver la puntuación de Laia. Para desgracia de Mireia, Laia tubo el primer ejercicio bien, por lo cual ya tenía siete puntos asegurados (los suficientes para ya ser la ganadora de éste enfrentamiento) pero Marcos continuó corrigiendo. En el segundo ejercicio, Laia tubo un pequeño error, escribió ellos envés de él por lo que solo obtuvo un punto. El resultado de Laia fue de ocho entre diez, lo cual la convertía en ganadora.
En este enfrentamiento podemos ver que la cable para cometer los errores han sido los nervios, que son muy traicioneros.
Crónica por: Miriam Pascual