En 3ºESO he decidido invertir una hora de la asignatura en hacer un taller de escritura. No solamente tengo una preocupación por las faltas de ortografía, sino por la expresión en sí. He decidido llevar a cabo este taller con el objetivo de incentivar una escritura creativa por parte de los alumnos, y aprovechando que estamos con el Siglo de Oro, he decidido trabajar la poesía.
La actividad fue sencilla: dados unos poemas determinados, debían buscar, en parejas, cinco palabras que consideraran útiles para escribir un poema. Una vez las apuntaran, debían pasar su poema a la pareja que se sentara detrás a la vez que recibían el poema de quienes había delante. En total, deben constar unas 30 palabras.
Una vez conseguidas, han tenido que buscar el significado de la gran mayoría y les he propuesto el reto: escribir un poema sin mirar ni métrica, ni rima, ni figuras retóricas en el que usaran el mayor número de palabras nuevas. Debían centrarse, a su vez, en conseguir que el lector imaginara aquello que estaban escribiendo como si se trataran de fotografías.
La idea original sale de “¡Al ataque, mis plumillas!”, de Fernando Pozo Gutiérrez et. al., y aunque no confiaba demasiado en que saliera bien, ha salido mucho mejor de lo que esperaba. Escribo esta entrada, entonces, para dejar constancia del éxito que ha tenido.
AR: Las ascuas en la penumbra dejan un rastro difunto. La tenebrosa arpa silenciosa olvidada en un lugar oscuro.
AS: Bajo la luz cárdena de la soledad, en un hogar vacío rodeado por un zarzal, mi corazón fugitivo es un infierno de resignación e inquietante frialdad. Las plantas refulgen, pegadas como una lapa a la escasa perseverancia, deseando la llegada del riego para saciar su hambre y adecentar su polvo.
VP: El furioso, ofendido rostro con desengaño y veneno, el espejo con sombras y de fondo el atardecer con perfume verdadero. Por la mañana la luz turbia me despierta con el corazón frío como el norte, el cielo desea una oleada de rayos colorados y no oscuros, el alma del genio con ramas haca el arpa, mientras el sol dibujaba delicadamente un cuchillo en el lago.
Es una actividad que ha salido muy bien y ha gustado mucho a la mayoría de los alumnos. Asimismo, la calidad de los textos ha superado sus expectativas y las mías, y no dudaré en repetirlo.
Recomendación: es preferible llevar toda la actividad en una hora de clase. Con un grupo llegué únicamente a la selección de palabras y cuando hubieron de escribir el poema a la semana siguiente muchos iban muy perdidos. En cambio, con el otro grupo (el de las fotografías) pudo hacerlo todo en una sola sesión y la lectura de los poemas en los que encontraron las palabras afectó significativamente en el producto final.
Adjunto los poemas que usé. La temática común es el adentro y el afuera: poemas
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