EL TIEMPO NARRATIVO
Cuando hablamos del tiempo narrativo hemos de distinguir entre tiempo externo y tiempo interno.
Dentro del tiempo externo también será necesario hacer unas cuantas precisiones. Por un lado, tenemos el tiempo del autor, es decir, los años en que el autor escribió la obra en cuestión. Por otro lado, nos hemos de referir al tiempo del narrador, o sea, si se trata de un narrador interno, como en El nombre de la rosa de Umberto Eco, aquel cuenta los hechos en su vejez, bastantes años después de haberlos contemplado al ser un adolescente. Y, claramente, el tiempo de la acción, la época en que se sitúa la historia narrada. Este tiempo externo se puede hacer explícito, como en la novela de George Orwell 1984, o permanecer implícito y tener que desvelarse por deducción a través del ambiente y las costumbres.
El tiempo interno hace referencia al período temporal que abarcan los sucesos; existen novelas saga donde se refleja la vida de varias generaciones de una familia (Cien años de soledad de Gabriel García Márquez), otros relatos, en cambio, tan sólo duran una tarde o tres días, como La Colmena de Camilo José Cela.