Los poemas de Lope
POEMAS DE LOPE DE VEGA
S |
oneto 105
OJOS de mayor gracia y hermosura,
que han dado envidia al sol, color al cielo
si es al zafiro natural el hielo,
¿cómo encendéis con vuestra lumbre pura?
¿Por qué de la modesta compostura
con que os adorna de vergüenza un velo,
nace un deseo, que derriba al suelo
lo que el amor platónico procura?
Miráis y no teméis, ojos traidores,
que con vuestros venenos fueran vanos
cuantos el miedo halló ni vio el profundo.
Matáis de amor y no sabéis de amores,
seguros de veneno y más tiranos
que fue Nerón, pues abrasáis el mundo.
C |
ONTEMPLANDO estaba Filis
a la media noche sola
una vela cuya lumbre
labrando estaba una cofia,
porque andaba en torno della
una blanca mariposa,
quemándose los extremos
y quería arderse toda.
Suspendióse, imaginando
el avecilla animosa;
tomóla en sus blancas manos
y así le dice envidiosa:
«—¿Adónde tienes los ojos
que desta luz te enamoras,
la boca con que la besas
y el gusto con que la gozas?
¿A dónde tienes tu ingenio
y dónde está la memoria?
¿con qué lengua la requiebras?
¿de qué despojos la adornas?
D |
ULCE Filis, si me esperas,
de favor has de ir mudando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.
Si fías en mis amores,
pon en sus llamas sosiego,
y si burlas de mi fuego,
no le atices con favores.
No es bien que encenderme quieras
sin favor de cuando en cuando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.
A las del infierno ardiendo
es mi pena semejante,
que con el manjar delante
estoy de hambre muriendo.
Con tu esperar desesperas,
pues el favor que vas dando,
es mucho para burlando,
y poco para de veras.
S |
oneto 113
DESDE que viene la rosada Aurora
hasta que el viejo Atlante esconde el día
lloran mis ojos con igual porfía
su claro sol, que otras montañas dora;
y desde que del caos, adonde mora,
sale la noche perezosa y fría,
hasta que a Venus otra vez envía,
vuelvo a llorar vuestro rigor, señora.
Así que ni la noche me socorre,
ni el día me sosiega y entretiene,
ni hallo medio en extremos tan extraños.
Mi vida va volando, el tiempo corre,
y mientras mi esperanza con vos viene,
callando pasan los ligeros años.
Soneto dentro de La niña de Plata
U |
N soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
Soneto 163
D |
ESMAYARSE, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
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