CRONOLOGÍA DE LA PUBLICACIÓN DE LA NOVELA
- 1949. AMM empieza a escribirla en Barcelona, la termina en Madrid en 1953.
- 12.10.1953. La novela queda entre las nueve finalistas del Premio Planeta.
- 20.10.1953. Su marido presenta a censura la novela, que Planeta quería publicar
- 30.11.1953. La censura suspende la publicación de la novela.
- 1954. “Luciérnagas se va a publicar próximamente en Buenos Aires” (A.M. Matute, La Vanguardia, 14.10.1954); “Luciérnagas se edita fuera de España” (J.R. Masoliver, La Vanguardia, 12.12.1954).
- 1955. Edición de En esta tierra, versión modificada de Luciérnagas.
- 1993. Nueva edición de Luciérnagas. “No es que haya vuelto a escribir la novela…Chocó hasta tres veces con la censura…Decidí volver a publicarla, pero recuperando el manuscrito original” (A.M.Matute,1993)
“Aquellos censores me prohibieron un libro entero, Luciérnagas, que escribí a los veintidós años. Cuando Juan Pablo tenía nueve meses se puso enfermo. Nos habían cortado la luz por falta de pago y yo necesitaba dinero como fuera, así que dije: que cambien lo que quieran, la vida de mi hijo es más importante. Acepté los cambios y Editorial Éxito publicó el libro con el título de En esta tierra. No quise que se llamara Luciérnagas porque no era la misma novela que había escrito. Fue un libro que publiqué por pura necesidad. Mil años después, en el 93, pude publicar el original, con su título de entonces.” (Ronda del Gijón)
Informe de la censura:
LOS 3 FINALES DE LA NOVELA.
Las luciérnagas (1953): Cristián y Sol viven con entusiasmo la conquista de Barcelona. Se casan, tienen un hijo. Él estudia Medicina mientras trabaja de practicante. Pasan apuros económicos. Cristián se endeuda con un prestamista usurero, al que mata. Es condenado y, para reducir condena, trabaja en la construcción de una carretera en la aldea de Santa Bárbara. En el verano de 1945 Chano llega al penal, condenado por atraco, y se reencuentra con Cristián. Cristián recibe las visitas de Sol y del hijo de ambos, mientras aguarda, con esperanza, a cumplir los cinco años de cárcel que le quedan.
En esta tierra (1955): En la chabola de Vallcarca, Cristián y Sol aguardan con impaciencia a los nacionales: “¡No tardarán! ¡Lo sé!… Tendremos paciencia. / Oyeron de pronto el ruido de unos aviones cercanos. Cristián levantó ansiosamente la cabeza y sonrió. “Al fin –decía- Al fin…” (…) Sonaban en la parte alta disparos de “pacos”, detonaciones que tenían algo dañino y falso en la luz de la mañana. “Deben estar resistiendo por ahí, todavía” (…) En aquel momento alumbraron la curva de la carretera. Una columna de tanques e infantería descendía hacia la ciudad. Al verlos, Cristián soltó el brazo de Sol y se lanzó vertiente abajo, hacia ellos, con un grito (…) A su espalda, entre el follaje, se alzaba un hotelito rosado, de ventanas herméticas, con los maderos podridos. La bala fue también un grito bronco junto a ella. Un grito contrario, derrotado, último. Réplica desesperada de la muerte que acaba a la vida que empieza. / El cuerpo de Cristián se paró en seco, sacudido” (pp. 300-303).
“…los amantes se buscan y cuando Cristián corre hacia ella una bala lo derriba ante los tanques de los vencedores” (Gonzalo Sobejano)
Luciérnagas (1993): “Una columna de tanques e infantería descendía hacia la ciudad. Se oyó silbar una bala, y el cuerpo de Cristián cayó vertiente abajo, con un grito. (…) A su espalda, entre el follaje, se alzaba un hotelito rosado, de ventanas herméticas , con los maderos rotos. La bala fue también un grito bronco en ella. / El cuerpo de Cristián se paró en seco, sacudido. Luego se dobló y cayó rodando, venciendo matas, hacia el retumbar de los tanques” (p. 308).
VALORACIÓN DE LAS 3 VERSIONES
a) Primera: Escrita, aunque sin entusiasmo político, desde la óptica de los vencedores en la Guerra Civil, con claras críticas hacia los republicanos. Sin embargo, la tibieza con que se enfocan los temas religiosos y morales provocó su prohibición por la censura.
b) Segunda: La principal modificación afecta al final de la novela, que acentúa su posición pro-franquista. “La ciudad roja se revolvía en su último estertor (…) Franco avanzaba… El clima miedoso, por un lado, y lleno de esperanzas por el otro…” (p.266). Cristián ahora muere durante la ocupación de Barcelona en 1939: un francotirador republicano le dispara cuando él sale a recibir con entusiasmo a las tropas franquistas. La censura autorizó esta versión.
b) Tercera: El final es nuevamente modificado, esta vez para suprimir fragmentos pro-franquistas, a costa de provocar ambigüedad. Esta última versión de Luciérnagas contiene abundantes cambios destinados a expurgar contenidos de orientación franquista de En esta tierra. Los más importantes son los que alteran el sentido del trágico desenlace de la novela.
Luciérnagas suprime un fragmento de En esta tierra en que Cristián expresa tres veces su impaciencia ante la inminente llegada del ejército franquista (pp. 300-301). En cambio, mantiene algunas alusiones sueltas pro franquistas:
— «Los aviones eran distintos…», porque ahora no van a bombardear la ciudad, sino a «liberarla»;
— «la ciudad, llena de esperanza…» que solo puede estar referida a su inminente «liberación»;
— «sonaban en la parte alta disparos, detonaciones que tenían algo dañino y falso en la luz de la mañana». Lo de «falso» parece aludir a la nula resistencia que la ciudad iba a ofrecer a las tropas franquistas. Lo de «dañino» parece una valoración negativa que prepara al lector para el disparo que acabará con la vida de Cristián.
Estas alusiones resultan plenamente coherentes con la orientación del final de En esta tierra, pero provocan ambigüedad y desconciertan al lector atento de Luciérnagas. Las ambigüedades culminan en los últimos párrafos de Luciérnagas:
– «Una columna de tanques e infantería descendía hacia la ciudad. Se oyó silbar una bala, y el cuerpo de Cristián cayó vertiente abajo, con un grito. […] A su espalda, entre el follaje, se alzaba un hotelito rosado, de ventanas herméticas, con los maderos rotos. La bala fue también un grito bronco en ella.
-El cuerpo de Cristián se paró en seco, sacudido. Luego se dobló y cayó rodando, venciendo matas, hacia el retumbar de los tanques» (p. 308).
Como vemos, la aparición de los soldados franquistas se une inmediatamente con el disparo. Se suprime que «al verlos, Cristián soltó el brazo de Sol y se lanzó vertiente abajo, hacia ellos, con un grito», tal como se decía en En esta tierra. Igualmente, se suprime el fragmento en que se señalaba con toda claridad que el disparo procedía de un francotirador republicano: «La bala fue también un grito bronco junto a ella. Un grito contrario, derrotado, último. Réplica desesperada de la muerte que acaba, a la vida que empieza». Está bien clara la asociación de «muerte» y «final» con el bando republicano, mientras que «vida» y «comienzo» se asocian con el bando franquista.
Con estas supresiones se logra cambiar por completo el sentido de los últimos párrafos de En esta tierra y sembrar la ambigüedad en los de Luciérnagas 2, donde no queda claro quién mata a Cristián. Podrían ser los soldados franquistas, podría ser alguien oculto en el hotelito, pero sin que quede clara su filiación política y su intencionalidad. También podría ser un disparo fortuito, una bala perdida…
Aparte del final, el resto de la novela no ha sufrido muchas variaciones significativas en las tres versiones (una huelga obrera (1993,p.155) desaparece en 1955, p. 188. En conclusión, la tercera versión no es la recuperación de la primera, sino una revisión de la segunda, para adaptarla al contexto político democrático. Cada una de las tres versiones responde a tres momentos distintos de la historia del país y de la evolución ideológica de la autora.