Aunque la obra da la impresión de exacta planificación, su proceso de escritura fue bastante espontáneo, incluso presuroso e improvisado, debido a la presión del editor.
La estructura externa es muy clara: dos partes de extensión parecida, de quince capítulos cada una.
Respecto a la estructura interna, la primera parte, que pasa en tres días, presenta los personajes y los ambientes; en la segunda, que sucede casi en tres años, se desarrollan las acciones.
Si queremos hallar los tres apartados de la estructura narrativa tradicional, el planteamiento abarcaría los quince capítulos de la primera parte; el nudo, los trece primeros de la segunda; y el desenlace, los dos últimos.
Se distinguen dentro de la primera parte tres bloques de capítulos: los tres primeros giran sobre el día 2 de octubre y tienen por centro temático la confesión de Ana. Viene a continuación la inmersión en el pasado de Ana, en los capítulos IV y V, provocada también por las exigencias de la confesión general que va a tener lugar. Un segundo grupo lo constituyen los capítulos VI al X que suceden el día 3 de octubre, y su centro temático es la situación de Ana en Vetusta, por una parte, y el estudio tanto de la Vetusta burguesa del casino como de la aristocrática de los Vegallana. El tercer grupo abarca los capítulos XI al XV, ocurridos el día 4 de octubre y centrados por la figura de Fermín de Pas. Esta primera parte realiza un triple objetivo: 1) plantear la situación problemática de Ana, 2) analizar el ambiente social de Vetusta y su principal representante, Álvaro Mesía, 3) definir el poder y la personalidad del Magistral. de ser disparada.
La segunda parte es muy diferente; presentados los personajes, el autor se concentra en el hilo narrativo y sus datos esenciales, el ritmo se acelera, la actualidad lo domina todo. Se distinguen tres subgrupos de capítulos, uno por año: del XVI al XXII, con las fluctuaciones de Ana y la hegemonía resultante de Fermín sobre don Álvaro; del XXIII al XXVIII, se testimonia la caída de Fermín y el triunfo completo de don Álvaro; el tercer año, en los dos capítulos finales, el XXIX y XXX, concluye con la tragedia.
Los rasgos estructurales no pueden ser más obvios: los dos volúmenes contienen quince capítulos, ambos se organizan en una composición temporal circular. La primera escena de la novela ocurre en octubre, una tarde de viento sur y caliente, en la catedral, y la protagoniza Celedonio, el acólito afeminado; la última escena de la novela ocurre también en octubre, otra tarde de viento sur y caliente, tres años después, y también en la catedral; y también con el protagonismo de Celedonio. Todo ha pasado y nada ha cambiado. Vetusta, impertérrita, ha dejado que se consumase en su interior la tragedia.
El ordenamiento del argumento no es lineal, sino que se basa en un comienzo in media res (en mitad de la historia). Conocemos a los personajes en un momento dado y, después, mediante retrocesos temporales (flash backs), nos vamos enterando de su historia, sus vivencias anteriores. También hallamos saltos hacia delante (flash forwards), hacia el presente en el que se sitúa el narrador.
La estructura es circular: comienza en octubre, en la catedral, y termina tres años después, en el mismo mes y en el mismo lugar. También contribuye a la circularidad de la estructura la presencia de Celedonio, el pervertido monaguillo que aparece en el primer capítulo y después apenas vuelve a salir hasta la escena final, en la que tiene un repulsivo papel.
El narrador de LR sigue los preceptos que indicaba Zola para la novela naturalista: “la novela es impersonal; el novelista no es más que un escribano que no juzga ni saca conclusiones (…), el novelista desaparece, guarda para sí sus conclusiones y expone simplemente las cosas que ha visto”. Para Clarín ,por tanto, el autor no debe intervenir en su narración porque “perjudica el efecto de realidad”. Por lo tanto, el narrador de LR es la tercera persona omnisciente objetivo.
Clarín adopta el estilo indirecto libre que había aprendido de Zola, Flaubert y Galdós: “hacer como si el autor estuviera dentro del personaje mismo y la novela se fuera haciendo dentro del cerebro de este”.