27.- Los espacios en LR.

Un paseo por Vetusta. Vídeo. 

En La Regenta, los espacios y ambientes son casi siempre urbanos. El campo aparece únicamente como lugar de descanso y diversión de los habitantes de La encimada, tal como correspondía al solaz de las clases nobles. Esta es la función de El Vivero, finca que es propiedad de los marqueses de Vegallana.

La Encimada: barrio antiguo, decadente, en el que se mezclan los nobles con los pobres y donde se sitúan los edificios más emblemáticos (catedral, casino, teatro, palacios de la aristocracia…). Leamos: sus viviendas viejas y negruzcas, aplastadas, las creían los vanidosos ciudadanos palacios y eran madrigueras, cuevas. Los vetustenses que se mueven en este ambiente, bajo la corrosiva mirada crítica del narrador, tienen en común su vida ociosa, improductiva, dedicada a la diversión y el vicio.

El Espolón, lugar de paseo y encuentro , donde los nobles se encontraban y se exhibían.

El casino, minuciosamente descrito en el capítulo VI, escenario fundamental en determinados momentos de la obra.

La catedral, donde empieza y acaba la novela, parece presidir el mundo de los vetustenses y, de manera especial, de la Ana Ozores mística, como espacio natural del poder del Magistral. Las presencias de los confesonarios se convierten, de la mano de Fermín, en un lugar de dominio a las beatas, en este caso a Ana.

El caserón de los Ozores, primero prisión de Ana, bajo la férrea acogida de sus tías; luego, escenario de sus crisis, de la soledad a la que se ve abocada al lado de su paternal marido; finalmente, nido del amor adúltero en el cual la Regenta acaba atrapada. La reclusión de Ana en su alcoba durante sus crisis confirma este carácter carcelario del hogar, matiz visible en sus paseos nocturnos por el jardín.

El Campo del Sol: barrio obrero, alrededor de la fábrica, de cuyos dueños nada se dice en la novela.

La Colonia: donde viven los indianos enriquecidos en América, con el personaje paradigmático de Frutos Redondo, aspirante a la mano de Ana.

 

Aparte de las descripciones urbanas, las de los espacios interiores completan las de los personajes. Clarín, sin abusar de ese recurso, nos permite acceder a la intimidad de la alcoba de Ana Ozores, la casa del Magistral, dominada por su madre, la cocina de los marqueses de Vegallana…).

Algún espacio de Vetusta, como el barrio de La encimada, actúa como cronotopo, es decir, no se limita a ser un puro marco paisajístico de la acción sino que aporta una huella psicológica a sus habitantes. Pero este carácter simbólico de los espacios no afecta a los de toda la ciudad, ya que Vetusta es una ciudad ficticia construida sobre las huellas de una verdadera: Oviedo.

 

*Artículo de El País sobre los espacios de LR.

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