8.- Los mitos presentes en Luciérnagas.

El cainismo

            La presencia de este mito define a varios personajes y situaciones. Así, la historia de Pablo está definida por este episodio bíblico, pues su estancia en Badajoz culmina con la muerte violenta de varios personajes (el administrador de la fábrica, un sacerdote y varios guardias civiles); la asociación del anarquismo con la maldad y la violencia es subrayada por la admonición de Pablo a sus compañeros en la liberación de los presos (“Hermanos todos, hermanos, hijos de Caín…”). Otros fragmentos del Deuteronomio subrayan esta característica de Pablo en el momento antes de su muerte: “alza los ojos hacia Poniente (…) y contempla con tus ojos, pues no has de pasar este Jordán”. “Pues yo voy a morir en este país, sin atravesar el Jordán. Mientras vosotros lo pasaréis y tomaréis posesión de esta hermosa tierra”. Sin embargo, el vaticinio de Pablo no se cumplirá al final de la novela, subrayando que el mito de Sísifo también señala el trayecto de los personajes.

Sol también es identificada por Caín, pues desde niña es señalada como especial. Lo que la caracteriza es una sensibilidad fuera de lo común y el deseo de querer saber; conocer lo que hay más allá de las tapias de su colegio o de los confines familiares; eso la convierte en un personaje diferente a los que la rodean. En el fondo, esa sed de conocimiento se revela como una angustia existencial que AMM intensifica mediante la analogía al mito bíblico de Caín: “Con una verdadera angustia, no exenta de cierta rebeldía, intuíase marcada, como Caín”. En su caso, el mito señala de esta manera su destino trágico que le hace perder sus señas de origen familiar así como luego a Cristián.

La división social en dos bandos que se pretenden asesinar es un producto de la GGCC y también es señalada como una de las características propias del cainismo en Luciérnagas.

La tierra prometida y el paraíso perdido

El versículo de Deuteronomio que sirve de entrada a la obra y que se va a convertir en un leitmotiv en la segunda parte, al narrarse la vida de Pablo, apunta en esa dirección.. La tierra prometida, ese paraíso que en el caso de Sol o de Pablo es la infancia, se construye con un referente mítico: el de la expulsión y la imposibilidad de retorno al mismo. En el caso de Cristián, su muerte a la entrada de Barcelona, en las laderas del Tibidabo, actúa en el mismo sentido.

El mito de Sísifo

Este mito había sido recreado por Albert Camus en 1943 en su ensayo El mito de Sísifo. Se trata de una de las bases teóricas sobre las que se va a asentar el existencialismo francés. En el fondo del mito está la cuestión de cuál es el sentido de la vida en un orden de cosas que se repiten de forma inexorablemente absurda. Esta idea la vemos de forma inequívoca en Luciérnagas; a medida que la novela va acercándose al desenlace, van intensificándose las advertencias que ponen de relieve que la tierra, como elemento natural personificado, va tragándose de manera irreversible todas las cosas que la pueblan.

“La tierra que todo lo traga y todo lo devuelve, que devolvió charcas y árboles, que devolvió tiempo, esta tierra que tragó a su padre, que tragó la infancia, que tragó el amor y el odio, el rumor del agua, el polvo y un olor profundo y atroz: el olor inconfundible, sombrío y estallante de la vida. La vida sigue y todo se repite en esta tierra.” (pág. 310)

Así pues, los personajes de esta novela no solo conviven con sus semejantes, sino con fuerzas elementales superiores a ellos que los someten de antemano a un destino fatalista y que los condenan, como a Sísifo, a repetir su trazado de forma constante, sin posibilidad de huir del destino trágico.

Sol y Cristián representan una nueva generación que ha conseguido deshacerse de las barreras de clase. Ellos sonla esperanza sobre la que inaugurar los fundamentos de un mundo mejor construido sobre la base del amor que ha roto las barreras sociales que existían entre clases antagónicas. Por medio del amor se deshace la incomunicación que existía entre dos esferas sociales irreconciliables. Sol y Cristián representan esa capacidad del ser humano de superar las barreras cainitas de la violencia, el egoísmo y el resentimiento. Se enfrentan como los héroes de una tragedia griega al destino trágico que no obstante, les acabará alcanzando aunque dejará a Sol la posibilidad de criar a su hijo aún no concebido. “Así pues, todo empezaba de nuevo, devorado por el tiempo”.

 

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