49.- Ejemplo de comentario (sin el último apartado) del Soneto X de Garcilaso de la Vega.

El tema principal del poema es el dolor que produce en el autor el hallazgo de unas prendas de amor que le recuerdan que la presencia de su amada es ya imposible de recuperar.

El poema está dividido en tres partes; las dos primeras coinciden con sus cuartetos, donde el autor se refiere, respectivamente, al dolor que le evoca el recuerdo actual de su amada y luego a la felicidad compartida durante su entrega amorosa. En los dos tercetos, el autor recrimina a las prendas de amor que le hayan estimulado un recuerdo que para él es tan doloroso que le hace desear la muerte. Los tiempos verbales confirman esta división (presente de indicativo para la primera, imperfecto de indicativo para la segunda y presente apelativo en la tercera), así como la sintaxis y los signos de puntuación (una exclamación en la primera, una interrogación retórica en la segunda y una oración adversativa en la tercera).

Estas exclamaciones e interrogaciones confirman un tono de exaltación, lejos de la serenidad de otros sonetos. La repetición de fonemas oclusivos incide en este aspecto (“tanto”, “junto”, “pusistes”…). No obstante, el estilo suave con que el Renacimiento suele tratar el sentimiento amoroso se evidencia al inicio del poema, mediante la repetición de adjetivos positivos (“dulces”, “alegres”) y al final con una aliteración de la m en el v. 14, como del fonema [b] en el v. 6-7. Los hipérbatos también inciden en este sentido, alargando la sintaxis, como en el v. 1 y 6.

El vocabulario resalta en el tono pesimista del poema. El campo semántico dominante confirma esta afirmación, pues al finalizar cada estrofa con sintagmas de connotación negativa (“muerte conjuradas”, “grave dolor”, “mal”, “morir”).

Retóricamente, la figura dominante es la antítesis “tanto bien” “grave dolor”, “junto todo el bien” “junto el mal”, “tantos bienes” “memorias tristes”. Este recurso, junto a la paradoja del v. 1 (“dulces prendas” vs. “mal”) expresa la discordancia entre el pasado de plenitud y el presente de frustración amorosa. La respuesta imposible a la interrogación retórica del segundo cuarteto confirma esta ausencia de la amada. Cuando el autor recrimina a las prendas de amor que le recuerden el pasado, lo hace mediante una personificación, atribuyéndoles la cualidad humana de haberse conjurado contra él. El poema entero se estructura pues como una apóstrofe (interpelación) a esas prendas de amor.

El poema presenta una variante del ubi sunt, tópico medieval, atribuyendo a la ausencia de la amada la capacidad de producir dolor hasta desear la propia muerte. De esta manera, se muestra por lo contrario la plenitud que conlleva el entregarse al amor (“tantos bienes”), como era propugnado en el Renacimiento. Las referencias a las pasadas horas (“tempus fugit”) corroboran que el lamento del autor evoca la digna entrega al sentimiento amoroso que sin duda fue inspirada por el lejano modelo de Garcilaso, Francesco Petrarca en su Canzoniere.

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