Castillos, reyes, caballeros, escudos, princesas, justas…¿y quién no tiene una idea preconcebida de esta época tan idealizada por los románticos? Sin embargo, ¿imagináis una época con gran mortalidad, debido a la escasa evolución de la medicina y a la prácticamente nula higiene? ¿Una época con analfabetismo casi universal? ¿Una época en que viajar suponía una extraordinaria odisea? ¿Una época de durísimo trabajo y escasa alimentación para la mayoría?
En fin, es la época que les tocó vivir a nuestros antepasados y son sus manifestaciones culturales -a veces ingenuas, a veces incipientes, casi siempre intensas- las que nos recrean un mundo idealizado con su código del honor, su profundo respeto y también sus miedos. Un mundo, cuyo centro era Dios, por el que transitaban los seres humanos con diversa fortuna. Era preciso apartarse del pecado para liberarse de los horrores del Infierno y alcanzar el Paraíso.
De hecho amamos también la Edad Media como amamos a un recién nacido: acaban de nacer los reinos que darán lugar a los diferentes estados europeos, sus lenguas, sus gestas y cantares, sus líricas, sus prosas… Pero no debemos olvidar que la Edad Media es también la continuación de otros períodos históricos. Como un niño pequeño dispuesto a aprenderlo todo, la Edad Media bebió de las fuentes culturales de Roma, civilización de la cual es heredera directa, y también de las fuentes orientales, árabe y judía, tan presentes en nuestra península.
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Aquest vídeo és realment molt bo, com ho és el text introductori que incita a veure’l. La informació imprescindible expressada de manera clara i en només un parell de minuts. Et felicito, Ramon. El recomanaré als meus alumnes de 4t.
Marga Serrano