El final de esta novela hace que la podamos entender de forma diferente, ya que el narrador nos ha ocultado información, aunque sin mentirnos nunca. Con una nueva lectura, muchas de sus frases cobran un sentido diferente ya que aluden a características de la auténtica criatura que lleva en brazos el sr. Linh.
Escribe en la libreta 20 de esas oraciones a partir del capítulo I:
a) “Es un bebé tranquilo. Una niña.” (pág. 10).
b) “A veces le susurra una canción, siempre la misma, y la niña abre los ojos y también la boca” (pág. 10).