Soy una adolescente que todavía no me veo madura. Aunque yo me esfuerzo mucho, veo que me cuesta seguir el nivel de la clase.
Las primeras impresiones fueron buenas, pues iba muy entusiasmada con el nuevo curso, ya tenía gente conocida y esto me ayudo mucho. Personalmente, me encuentro muy a gusto y muy acogiada por todo. Tengo la ilusión de aprobar el curso porque mi meta es ser auxiliar veterinaria.
Hasta el momento, veo que voy aprendiendo a organizar mi tiempo, ya que vamos clasificando las materias y me voy saliendo poco a poco, aunque yo veo que me tengo que esforzar mucho, ya que me cuesta aprender. Tengo compañeros con los que me siento bien, pero todavía no tengo una relación más intima.
En las clases del aula virtual, aunque me siento bien y cómoda me cuesta hacer los ejercicios de ordenador. Las ventajas: en poco tiempo tenemos toda la información de los temas que necesitamos.
A mí me gusta el juego de descifrar las palabras, pero lo encuentro muuy difícil porque tenemos que ir muy deprisa ya que queda muy poco tiempo.
Lo que yo descartaría sería los exámenes de los textos, porque me cuesta entender el contenido.
Mi portafolio ( Marta Perxachs. 4º A)
Blanes, 21 octubre 2006
Se acabó el verano.
Se acabaron las vacaciones. Los días sin hacer nada. Las mañanas de playa. Se acabó lo de quedar con los amigos para tomar un helado por la tarde, y salir a tomar un granizado por las noches. Se acabó el ambiente del casal. Se acabó el precioso color de piel que solo puedo mantener durante 2 meses en todo el año. Simplemente…se acabó.
A partir de aquí empieza todo. Te esperan 10 meses seguidos de exámenes, charlas, broncas, deberes, trabajos, faltas, más broncas, enfados, desenfados, compañerismo, más y más broncas… ¿por qué repito tanto el concepto “bronca”? Tanto en casa como en el instituto, las broncas son diarias. ¿Por qué?
Las primeras impresiones que me llevé al empezar el último año de la ESO eran completamente negativas. Este sería un año en el que nos iban a meter mucha caña, que me tenía que poner las pilas, no debía distraerme, tenía que hacer todos los deberes sin darles fiesta ni un solo día, estudiar mucho para todos los exámenes….En resumen, me agobié. Me agobié mucho. Empecé el curso asustada. Consideraba que no estaba preparada para que me trataran como si fuera un año más grande.
Mi incorporación a lo largo de los primeros días: difícil. No tenía ganas de ir al instituto. No tenía ganas de hacer deberes. No tenía ganas de estudiar mucho…No me veía motivada como me había visto otros años. Normalmente, empezaba el curso con ganas, con unas metas fijadas, con entusiasmo…Este año empecé asustada. Asustada por no poder (o no querer) dar todo lo que yo puedo.
Ahora, han pasado meses des de que emprendí este viaje. Han pasado meses desde que dejé muy atrás las mañanas de playa, las noches de fiestas…
Mi visión ha cambiado. Sigo sin la motivación que tenía otras cursos. Pero también soy consciente de que soy un año mayor. Consciente de que ha sido un verano muy ajetreado. Quizá sienta que en un verano me he podido hacer mayor muy deprisa, por algunas cosas que han pasado.
Ahora, hago los deberes. Muchas veces solo por obligación, otras porque tengo ganas de “currármelo”. Lourdes, la profesora de lengua castellana, me pide redacciones: ¿que si me gustan? Me las trabajo un montón. ¿Que me parece una tontería el tema? Lo hago por solo por cumplir.
En esta materia, empezamos el curso trabajando los elementos de la comunicación. Un tema que ya habíamos dado en segundo, tercero y ahora repetimos en cuarto. Se me hace bastante pesado. Seguimos repasando el análisis sintáctico…eso si que me da miedo. No me sale, así que es una de las cosas que más me tengo que trabajar. Ni me gusta, ni se me da bien, así que ya sé lo que tengo que hacer. Continuamos con las oraciones impersonales. Mira, me gustan… sólo tengo que hacer ejercicios y distinguir si es una oración unipersonal, refleja, eventual…Seguimos las clases hablando de los orígenes del léxico castellano. También es un tema que me gusta. Todo lo que sea relacionado con historia me gusta. Me hace gracia ver el proceso de las palabras y saber diferenciar un cultismo de una palabra patrimonial. Aunque a veces no acierto ni a la de tres!
Llegamos a la unidad 2 y volvemos a repetir algo que ya llevamos unos cursos arrastrando. Las funciones comunicativas del lenguaje.
Lo que me gusta de las clases, es lo trabajamos en el aula virtual. Así parece que no sea una clase, una clase de esas que te meten la “pedazo charla” y tú no te enteras de nada… Me gusta hacer las prácticas con los ordenadores. Es una muy buena idea para hacer las clases más amenas.
Hasta el momento, destacaría una conversación que tuve con la profesora…de lo que ella opinaba que habíamos madurado. Creo que le doy demasiada importancia a estas dos palabras: ADOLESCENCIA y MADUREZ.
¿Qué descartaría? Pues las primeras clases que hicimos en el aula virtual. Mi ficha no me dejaba conectarme desde el instituto, porque configuramos mal la contraseña, y tuve que estar unos días trabajando con Sarai en su programa. Entonces, cuando ya me funcionó, tuve que hacer yo sola todo lo que mis compañeros ya habían hecho antes. Para mí esas primeras clases fueron una pérdida de tiempo, porque total tuve que repetirlo yo solita…
Primeras Palabras y Letras (Marta Perxachs 4ºA)
-A ver mamá…la profesora de lengua nos ha pedido que os preguntemos algunas de las anécdotas que recordéis de cuando empecé a leer y a escribir. Haz un poquito de memoria, anda…
-Jajajjaja…pues mira, no sé muy bien si eras tú o tu hermana, pero juraría que tú. Siempre cuando íbamos a los restaurantes a comer te pedíamos sopa, o canelones. Y un día te dimos la carta para que te entretuvieras…y cuando vino el camarero, tu fuiste la primera en pedir: “Un bistec con patatas, por favor”.
-Laura, Laura! ¿tienes un segundo? Sólo tienes que contarme alguna cosa que recuerdes de cuando era pequeña, cuando aprendí a leer o a escribir.
-Mmmmm…! A ver, en casa siempre hemos hablado en catalán, ¿no? pues siempre me acordaré de cuando un día intentaste hablar en castellano e ibas traduciendo a tu manera…y en vez de decir “calcetines” soltaste “mijones”. ¡¡¡Que risa!!!
-Papá, ayúdame a terminar una tarea de lengua. Tendrías que recordar alguna anécdota de cuando empecé a leer o a escribir.
(sopla mientras los ojos le empiezan a dar vueltas por la habitación)
-¡Ostras! Me acuerdo de una vez que te compramos un librito de esos para hacer caligrafía, que tenía en cada página una palabra y tenías que ir repitiéndola. (Gato,, Perro…) y tu dijiste que querías hacer una de cada página! Que era muy aburrido ir haciendo la misma palabra todo el tiempo, y que tu ya hacías buena letra. je, je…
PORTAFOLIO (Sarai)
Blanes, 23 de octubre de 2006
Se acabaron las vacaciones.
Adiós al verano soñado durante todo el curso pasado. Adiós a las noches de fiestas y los días de playa. Adiós a salir cada día con los amigos y amigas. Adiós a no hacer nada. Simplemente adiós a todo lo pasado durante nuestro tiempo de gloria después de un duro trabajo.
De repente ya estoy dentro. Dentro de esa maldita rutina que un día acabará con migo. Dentro de las charlas, de las broncas, de los castigos, de las alegrías, de las penas, de los aprobados, de los suspensos…
A partir de ahora me esperan diez meses muy largos. Este año serán más difíciles que los anteriores, por el simple hecho de que ya se acaba la Eso. Por lo tanto, este año debo esforzarme al máximo para tener un graduado bien puntuado.
Durante los primeros días de clase no sabía qué pasaba.
La gente se comportaba diferente, me miraban extrañamente, no me hablaban como antes… pero no sé por qué. ¿Puede ser que la gente haya madurado? Un gran tabú que en esos momentos no entendía, pero ahora sí.
Ahora, ya han pasado unos meses desde el principio de las clases.
Todo ha cambiado, hasta los profesores han cambiado. Ellos empiezan a tratarnos como a personas adultas, pero… ¿eso es bueno o malo?
En las clases de lengua castellana me lo paso muy bien, sobre todo en las clases del aula virtual. Pienso que esta forma de aprender es muy divertida y hace que las clases sean más amenas; y por lo tanto supongo que aprobará bastante gente, porque todo es muy ligero.
¿Qué destacaría hasta hoy?
Lo que destacaría es que a pesar de que a principio de curso no tenía muchas ganas de empezar con las clases, ahora sí, porque es una buena manera de pasar el tiempo y a la misma vez aprender muchas cosas que en un futuro, no muy lejano, me pueden ayudar muchísimo.
En las primeras clases del aula virtual me lo pasé muy bien con mi compañera Marta, porque ella tuvo una serie de problemas para hacer las actividades.
Y entre risas y miedos pudimos resolver el problema, con la ayuda de Lourdes, cuando ya pasaron unos días.
También me gustaría destacar que este año me he dado cuenta de quienes son mis verdaderos amigos, ya que algunos solamente han mostrado interés cuando ellos lo necesitaban y otros me han ayudado en los momentos más difíciles, sin yo tener que decirles nada.
Creo que este curso todavía esconde grandes secretos que no llego a deducir en estos momentos, pero con el paso de los meses no sé que puede suceder. Sé que habrá gente que repita este curso o que se pondrá a trabajar o que estudiará, pero lo que no sé es quién hará qué.
Se nota que muchos han madurado, pero hay otros que se han quedado estancados y parece que no avanzan, que todavía son (o se creen) más niños que adolescentes.
NOTiCIA INSóLITA (Sarai Ramos)
Abrigo y autobús
25 de noviembre, 08.05 h. El señor Miguel Hernández se dispone, como cada mañana, a coger el autobús para ir a la oficina. Muy abrigado espera en la parada.
Sube al autobús, paga, entre la multitud intenta ver si hay un asiento libre. Mala suerte, hoy tampoco hay.
Después de 13 paradas, el señor Hernández se baja del autobús. Sin darse cuenta, su abrigo se queda pillado entre las puertas.
Corre por la Rambla de Barcelona durante tres paradas. Cansado de correr y gritarle al conductor que parase, al fin una mujer se da cuenta y pulsa el botón rojo de “Stop”. Por fin el autobús se detiene, Miguel le da las gracias a la mujer.
Cansado, decide llamar al trabajo, explicar lo ocurrido y si se lo permiten irse andando a casa para poder descansar.
MIS PRIMERAS PALABRAS (Sarai Ramos)
¡EXPLÍCAMELO TODO!
-Mamá, papá; ¿Venid un momento, por favor? (Sarai)
-¿Qué quieres, sarai? (Mamá)
-Ya voy. (Papá)
-Mirad, en la clase de castellano me han pedido que explique cómo empecé a hablar, leer, escribir… y alguna anécdota. (Sarai)
-Aver que me acuerde. Cuando tenías cuatro meses dijiste tu primera palabra, “yaya”. Por supuesto tu madre y yo nos pasábamos el día mirándote y repitiendo una y otra vez: “Papa”, “mama”, “tata”… (Papá)
A pesar de los esfuerzos e insistencia de mis padres, no lograron alcanzar su objetivo, diferente en cada uno de los casos, ya que mamá deseaba que mi primera palabra fuese “mama” y papá quería todo lo contrario.
-Alba, Noemí; venid un momento que os tengo que preguntar una cosa. (Sarai)
– ¿Qué quieres? (Noemí)
– Espera que ya voy. (Alba)
– Necesito que me expliquéis si os acordáis de alguna anécdota de cuando era pequeña y aprendí a leer y a escribir.
– Jajajaja. (Alba)
– Uff. Yo no me acuerdo mucho de lo de escribir, pero de leer vaya si me acuerdo de esa tabarra que dabas con el libro de La princesita.
-Jajaja. (Sarai)
(Noemí se levanta y coge una de las revistas)
– Cuando tenías unos dos añitos, fíjate lo pequeña que eras y las ganas que tenías ya de aprender a leer, te paseabas de arriba abajo por los pasillos de casa y como ya te sabías de memoria el cuento de La princesita, abrías el libro y parecía que recitabas un poema tras otro.
– Pero hasta que no tuviste más o menos cinco o seis años no empezaste a leer bien, ya no te inventabas los cuentos. (Papá)
– ¡Qué guapa! Deja que yo le expliqué lo de cuando empezó a escribir, su vocación por el arte era inmenso, ya que no solamente escribía, sino que además lápiz que veía, lápiz que cogía.
Me acuerdo de cuando tenías cuatro añitos. Como en el cole ya te enseñaron a poner tu nombre, lo escribías por todas partes, pero lo gracioso de la historia es que no solamente te gustaba escribirlo sobre el papel, sino que un día cuando mamá retiró el sofá de casa, allí estaba tu firma, tu nombre escrito en unas enormes mayúsculas. (Alba)
– Pero cuando pasaron unos cuantos años más, cuando más o menos tenías seis años ya escribías mucho mejor. ¿Recuerdas cuándo escribiste tu primer cuento?, tenías solamente seis o siete añitos y a partir de entonces te encantó escribirlos. (Mamá)
-Gracias por haberme ayudado, voy a pasarlo al ordenador. (Sarai)
NOTICIA INSÓLITA (Genís Español)
Mi portafolio (Marcel Gotarra)
Mis primeras impresiones acerca del curso son que tendré una clase bastante tranquila aunque con bastante personalidad. Creo que el curso será plácido y sin dificultades en las materias. Auque hay que decir que se nota (por mi parte) el cambio de tercero a cuarto. La integración ha sido cómoda ya que desde primero que conozco a la mayoría (y a algunos de primaria) de la gente de la clase. Esto hace más fácil afrontar un curso largo y lleno de pruebas y exámenes que creo que podré superar sin muchos problemas. El curso hasta el momento ha sido bastante sencillo para mí, cosa de la cual estoy bastante orgulloso. En general, he ampliado temas olvidados como los tipos de frases, he aprendido a hacer páginas web, y he aprendido cosas sobre historia de España como el tribunal de la Santa Inquisición y el descubrimiento de América. Sobre temas de comportamiento solo he tenido que poner en práctica ciertos consejos y corregir errores del pasado.
Creo que está bien hacer algo diferente para que las clases no se conviertan en monótonas y no resulten aburridas, por ello me gusta trabajar en el aula virtual.
NOTICIA INSÓLITA: Manifestación sin manifestantes (Marcel Gotarra)
Green Peace había convocado una manifestación pacífica en el centro de Barcelona el día 20, a las 10 de la mañana. Pero seguramente por descuido humano, en los carteles, en la página web y en los correos electrónicos el día especificado era el 21. Tan clara era la fecha y tan grande el despiste que el día 20 sólo se presentaron a la concentración los responsables del error. Los periodistas y los responsables fueron las únicas personas presentes en la concentración. La convocatoria fue anulada y el trafico reanudado.
Pero resulta que ese no fue el único error, sino el primero. El segundo fue no desconvocar oficialmente la manifestación, ni anunciarlo. El resultado fue una segunda concentración el día 21 sin ser oficial y paralizando el tráfico.
La protesta fue seguida por decenas de personas. Los responsables decidieron “in situ” no desconvocar nada y seguir con la manifestación.
La policía tuvo que desalojar a los manifestantes de la calzada ya que no era legal. La concentración fue desplazada a la plaza Sant Jaume.
MI PORTAFOLIO (Marta Perxachs)
Blanes, 21 octubre 2006
Se acabó el verano.
Se acabaron las vacaciones. Los días sin hacer nada. Las mañanas de playa. Se acabó lo de quedar con los amigos para tomar un helado por la tarde, y salir a tomar un granizado por las noches. Se acabó el ambiente del casal. Se acabó el precioso color de piel que solo puedo mantener durante 2 meses en todo el año. Simplemente…se acabó.
A partir de aquí empieza todo. Te esperan 10 meses seguidos de exámenes, charlas, broncas, deberes, trabajos, faltas, más broncas, enfados, desenfados, compañerismo, más y más broncas… ¿por qué repito tanto el concepto “bronca”? Tanto en casa como en el instituto, las broncas son diarias. ¿Por qué?
Las primeras impresiones que me llevé al empezar el último año de la ESO, eran completamente negativas. Este sería un año en el que nos iban a meter mucha caña, que me tenia que poner las pilas, no debía distraerme, tenia que hacer todos los deberes sin darles fiesta ni un solo día, estudiar mucho para todos los exámenes….en resumen. Me agobié. Me agobié mucho. Empecé el curso asustada. Consideraba que no estaba preparada para que me trataran como un año más grande.
Mi incorporación a lo largo de los primeros días: difícil. No tenía ganas de ir al instituto. No tenía ganas de hacer deberes. No tenía ganas de estudiar mucho… No me veía motivada como me había visto otros años. Normalmente, empezaba el curso con ganas, con unas metas fijadas, con entusiasmo…este año empecé asustada. Asustada a no poder (o no querer) dar todo lo que yo puedo.
Ahora, han pasado meses des de que emprendí este viaje. Han pasado meses que dejé muy atrás las mañanas de playa, las noches de fiestas…
Mis visiones han cambiado. Sigo sin la motivación que tenía otras cursos. Pero también soy consciente de que soy un año mayor. Consciente de que ha sido un verano muy ajetreado. Quizá sienta que en un verano me he podido hacer mayor muy deprisa, por algunas cosas que hayan pasado.
Ahora, hago los deberes. Muchas veces sólo por obligación, otras porque tengo ganas de “currármelo”. Lourdes, la profesora de lengua castellana, me pide redacciones: que si me gustan? me las trabajo un montón. Que me parece una tontería el tema? lo hago por solo por cumplir.
En esta materia, empezamos el curso trabajando los elementos de la comunicación. Un tema que ya habíamos dado en segundo, tercero y ahora repetimos en cuarto. Se me hace bastante pesado. Seguimos repasando el análisis sintáctico… eso sí que me da miedo. No me sale, así que es una de las cosas que más me tengo que trabajar. Ni me gusta, ni se me da bien, así que ya sé lo que tengo que hacer. Continuamos con las oraciones impersonales. Mira, me gustan… sólo tengo que hacer ejercicios y distinguir si es una oración unipersonal, refleja, eventual… Seguimos las clases hablando de los orígenes del léxico castellano. También es un tema que me gusta. Todo lo que esté relacionado con la historia me gusta. Me hace gracia ver el proceso de las palabras y saber diferenciar un cultismo de una palabra patrimonial. Aunque, a veces, no acierto ni a la de tres!
Llegamos a la unidad 2 y volvemos a repetir algo que ya llevamos unos cursos arrastrando. Las funciones comunicativas del lenguaje.
Lo que me gusta de las clases que más se me hacen pesadas, es que lo trabajamos en el aula virtual. Así parece que no sea una clase, clase de esas que te meten la pedazo charla y tú no te enteras de nada… Me gusta hacer las prácticas con los ordenadores. Es una muy buena idea pensada para hacer las clases más amenas.
Hasta el momento, destacaría una conversación que tuve con la profesora… de lo que ella opinaba que haíamos madurado. Creo que le doy demasiada importancia a estas dos palabras: ADOLESCENCIA y MADUREZ.
¿Qué descartaría? Pues las primeras clases que hicimos en el aula virtual. Mi ficha no me dejaba conectarme des del colegio, porqué configuramos mal la contraseña, y tuve que estar unos días trabajando con Sarai en su programa. Entonces cuando ya me funcionó, tuve que hacer todo lo que mis compañeros ya habían hecho antes yo sola. Para mí esas primeras clases fueron una pérdida de tiempo, porqué total tuve que repetirlo yo solita…