Era un día de verano
y a través de mi ventana,
contemplaba el cielo mientras
los rayos de sol entraban.
Nunca lo podré olvidar,
y menos, dejar de amar
porque con él disfruté
como no lo haré jamás.
Debería resignarme
a pensar que yo borré
ese sueño de mi vida
del que un día desperté.
y a través de mi ventana,
contemplaba el cielo mientras
los rayos de sol entraban.
Nunca lo podré olvidar,
y menos, dejar de amar
porque con él disfruté
como no lo haré jamás.
Debería resignarme
a pensar que yo borré
ese sueño de mi vida
del que un día desperté.
