-A ver mamá…la profesora de lengua nos ha pedido que os preguntemos algunas de las anécdotas que recordéis de cuando empecé a leer y a escribir. Haz un poquito de memoria, anda…
-Jajajjaja…pues mira, no sé muy bien si eras tú o tu hermana, pero juraría que tú. Siempre cuando íbamos a los restaurantes a comer te pedíamos sopa, o canelones. Y un día te dimos la carta para que te entretuvieras…y cuando vino el camarero, tu fuiste la primera en pedir: “Un bistec con patatas, por favor”.
-Laura, Laura! ¿tienes un segundo? Sólo tienes que contarme alguna cosa que recuerdes de cuando era pequeña, cuando aprendí a leer o a escribir.
-Mmmmm…! A ver, en casa siempre hemos hablado en catalán, ¿no? pues siempre me acordaré de cuando un día intentaste hablar en castellano e ibas traduciendo a tu manera…y en vez de decir “calcetines” soltaste “mijones”. ¡¡¡Que risa!!!
-Papá, ayúdame a terminar una tarea de lengua. Tendrías que recordar alguna anécdota de cuando empecé a leer o a escribir.
(sopla mientras los ojos le empiezan a dar vueltas por la habitación)
-¡Ostras! Me acuerdo de una vez que te compramos un librito de esos para hacer caligrafía, que tenía en cada página una palabra y tenías que ir repitiéndola. (Gato,, Perro…) y tu dijiste que querías hacer una de cada página! Que era muy aburrido ir haciendo la misma palabra todo el tiempo, y que tu ya hacías buena letra. je, je…