Autobiografía de un objeto

¿No habéis amado nunca a un objeto como si de un ser vivo se tratara? ¿Habéis pensado alguna vez que una maleta, un muñeco, un monopatín… tienen vida y que os encantaría conocer su peculiar visión del mundo?
¿Habéis jugado a imaginar qué objeto seríais si fuerais un objeto?

Los alumnos de 2º se han puesto en la piel de un objeto que, ya en la tercera edad, ha decidido hacer un repaso de su existencia.En los comentarios veréis algunas de las narraciones que, como siempre, no dejan de sorprendernos por la originalidad y la imaginación que encierran.


imagenobjeto

3 thoughts on “Autobiografía de un objeto

  1. Marta Ruiz

    Autobiografía de un objeto

    Nací en el 1498 en China, mi padre era un emperador. Cuando nací y me vieron nadie quería ser de mi familia, ya que se avergonzaban de mí. Ya me gustaría que no fuera como soy, y fuera una mesa, una silla, un mueble… Ya sé que estos objetos tampoco se benefician mucho, pero es que yo tengo una de las peores tareas que hay en el mundo, ¡soy un cepillo de dientes!
    La historia empezó un día en que estaba tan tranquilo en uno de los estantes de un supermercado y un señor me cogió y se me llevó, y me puso en un sitio que estaba todo muy oscuro. Cuando pasó un tiempo volvió la luz del día, y ya no había nada oscuro. Vi que aquel señor me llevaba para un baño y me dejaba dentro de un vaso y más tarde me cogió, ¡me mojó mis pelos con una crema densa de color verde, y con un fuerte olor a menta!, ¡aparte no veas cómo picaba!. Y se me puso en su boca. No me podía tocar peor tarea que limpiar la suciedad de los demás, ¡y encima con el mal aliento y las asquerosas babas que salían de la boca de aquel señor! Cuando se acabó de limpiar los dientes, abrió el grifo y me duchó de arriba abajo, con agua fría. Después de todo ese mal trago, encima me dejó dentro el vaso sin secarme, sólo me quedaba el consuelo de unos cepillos que había en el mismo vaso. ¡Lo curioso es que eran de diferentes colores y tamaños!

  2. Martí Márquez

    Autobiografía de un objeto

    Yo nací en una fábrica junto a muchos familiares, mi madre era PVC. Nada más nacer me pusieron en una caja junto a mi familia y me tiraron a un camión con muchas cajas más.
    Cuando llegué a mi destino, me cogieron y me llevaron a una tienda de juguetes, solo y sin nadie de mi familia. Cada día que abrían la tienda mucha gente me cogía y se peleaba por mí, hasta que un día dos niños me cogieron, uno por cada brazo, y me arrancaron el izquierdo de cuajo.
    Yo, muy triste, pensaba que ya no me quería nadie, hasta que al cabo de unos meses vino un matrimonio con un niño muy pequeño. El bebé me señalaba y daba palmas. Los padres, muy convencidos, me cogieron y me llevaron a caja, donde vi que el hombre le daba dinero a la cajera. Me envolvieron en un papel muy bonito de diferentes colores. Estuve muy poco tiempo dentro del papel, ya que me llevaron a casa de ese matrimonio.
    Cuando llegamos, el niño me desenvolvió rápidamente porque quería jugar conmigo. Seguidamente me llevó al parque donde estaban todos sus amigos. Todos los niños querían jugar conmigo. Unos me tiraban por el tobogán, otros me columpiaban y otros me pasaban el balón. Cuando empezó a oscurecer me llevaron a mi nueva casa.
    A medida que el niño se hacía más grande jugaba menos conmigo, hasta que un día me cogieron y me metieron en el desván donde el matrimonio dejaba las cosas que no utilizaban.
    Ahora me encuentro en el desván esperando que algún día el niño vuelva a jugar conmigo.

  3. Joana Puig

    Autobiografía de un objeto

    Yo nací en China, y no sé por qué, mis padres siempre me decían que mi vida sería un desastre y que no me gustaría. Pues la verdad, no lo entendía, pero ahora sí, ahora lo entiendo todo, ¡mi vida es un completo fastidio, y tengo el peor trabajo en el mundo! ¡No podría haber nacido escoba, no! ¡Ni podría haber nacido bolsa de plástico, no! Vale, tal vez sea cierto que siendo escoba tendría que barrer el suelo, y quizá sea verdad también que siendo bolsa de plástico tendría que cargar mucho peso, ¡¡pero es que yo aún tengo un empleo peor!! ¡Soy un rollo de papel higiénico! ¿Os podéis imaginar qué desgracia? Bueno, pues yo empecé a trabajar a los dos años, me empaquetaron con mis primos y mis hermanos y nos vino a comprar una mujer. A mí me hacía mucha ilusión servir a la gente, significaba para mí pensar que servía de algo. Mi trabajo, sin embargo, empezó a aborrecerme cuando vi que salían del paquete todos mis primos y hermanos y no volvían. Los días siguientes decidí investigar, así que miré a través del armario donde me tenían encerrado y vi la verdad que me aguardaba. Para lo único que servía era para que la gente me tirara por el retrete sucio. Así que antes de que me llegara la hora, decidí escribir esta biografía para ser el primer rollo de papel higiénico que pase a la historia, y es que nosotros nos merecemos mucho más, merecemos ser respetados, ya que hacemos un gran favor a la humanidad. ¿Que haría la gente sin papel higiénico? Pues nada. Así que pido un cierto respeto y consideración, y antes de morir, por favor, cuando vayáis al lavabo, no utilicéis mucho papel, ya que si no nos acortáis la vida. Aquí termina mi biografía, espero que ahora sepáis qué es ser una rollo de papel higiénico y que nos tengáis en cuenta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *