Actividades Educación Infantil y Primaria.
La educación en valores a lo largo de la Educación Infantil y la Educación Primaria, debe tener como objetivo fundamental el sentimiento de confianza y respeto, tanto a sí mismo, como a los compañeros y el resto de personas. De ahí que la actitud del educador en el aula sea fundamental. En esta etapa es quizás más importante la actitud del educador (si es cariñoso, atento, autoritario, enfadado, respetuoso…) que los aspectos trabajados en cada una de las actividades.[1] En el libro sobre Educación en Derechos Humanos de Naciones Unidas (Naciones Unidas, ABC, La enseñanza de los Derechos Humanos, 2003) podemos leer: “En la educación preescolar y en los primeros años de escuela primaria, la enseñanza de los derechos humanos debe tratar de fomentar sentimientos de confianza y respeto hacia sí mismo y hacia los demás. En efecto, estos sentimientos constituyen la base de toda la cultura de los derechos humanos. De ahí que la dimensión pedagógica del profesor sea fundamental.” Las actividades presentadas están ordenadas en función de la edad recomendada, y tienen como objetivo fundamental el de ayudar a la reflexión o el conocimiento de diferentes aspectos relacionados con la convivencia y los valores propios de los derechos humanos.
El saludo
Edad: 3-5 años
Objetivo: Favorecer las relaciones, así como el seguimiento de las reglas de un juego
Se sientan todos los niño/as en círculo y uno se sitúa en el centro, éste se dirige a uno que está sentado y le saluda cortésmente. Éste se levanta, le contesta el saludo muy cortésmente. Se abrazan y se intercambian las posiciones y se vuelve a empezar. Es importante que todos pasen por el centro
Dibujo lo importante que soy
Edad: 3-6 años
Objetivo: Reforzar la autoestima
En una hoja en blanco pedir a cada niño/a que se dibuje a sí mismo en un momento en el que se sienta muy importante. Después, cada uno explicará el significado del dibujo.
Hacer un mural entre todos
Edad: 3-6 años
Objetivo: Colaborar en la realización de un mural
Entre todos los alumnos/as realizar un mural, decidiendo entre todos qué se pone en este mural (dibujos, manos pintadas, alguna palabra…) Es importante que cada niño/a se sienta corresponsable no de una pequeña parte del mural, sino de la totalidad del mural. Posteriormente colgar el mural y contemplar cómo ha quedado.
La lavadora
Edad: 3-6 años
Objetivo: Reforzar la autoestima
Colocar a los alumnos frente a frente en dos filas paralelas muy juntas. Indicar a un niño o niña situado en un extremo que pase entre las dos filas (“que pase por la lavadora”) Todos le darán palmadas en la espalda, o le estrecharán la mano mientras le dirigen palabras de alabanza, ánimo y afecto. El resultado es que, al final del lavado, la persona queda radiante y contenta. Después se repite la operación con otro niño o niña. (Es más divertido hacer pasar a una o dos personas cada vez, que “lavar” a todos el mismo día)
Fuente ABC[2]
Atributos
Edad: 3-6 años
Objetivo: Relativizar las diferencias
Los niños se sientan formando un círculo. Uno de ellos se sitúa en el centro del círculo e indica una condición determinada. Por ejemplo “a ver quién lleva cinturón” o “quién tiene una hermana” Todos los alumnos que lleven cinturón deberán intercambiar su lugar. Incluido el niño que está en el centro. El niño que esté ahora en el centro escogerá la próxima condición. De este modo los niños se darán cuenta rápidamente de que pueden ser iguales y diferentes de muchas formas.
Fuente ABC
Un Círculo de conversación
Edad: 3-6 años
Objetivo: Promover el autoconocimiento y el obedecer y seguir las reglas de un juego
Sentar a los niños formando un círculo, en el que se incluye al profesor. El profesor hace una pregunta que cada alumno responde sucesivamente. Ejemplos de posibles preguntas:
. Lo que más me gusta de mí mismo es…
. Me gustaría ser…
. Mi juego favorito es…
. Me gustaría saber…
. Estoy contento si…
. Me pongo triste cuando…
Es muy importante hablar sin interrumpir y dar a todos el mismo tiempo. Si un alumno no quiere hablar puede pasar, pero todos permanecen en su puesto hasta el final de la actividad
Fuente ABC
La Rata Robinata
Edad: 3-8 años
Objetivo: Mostrar la injusticia de las detenciones arbitrarias
Resumen del cuento “Rata Robinata, pèls de tomata”, de Estrella Ramón, publicado en catalán por Edicions Baula.
Robinata era una rata de las llamadas comunes que, desgraciadamente para ella, de común no tenía nada. Estaba muy delgada y su pelaje era suave, liso, largo y rojo brillante. En la Cloaca Norte, donde vivía la rata Robinata, las otras ratas tenían los pelos ásperos, de tonalidades obscuras y amortecidas: de color gris sucio, de color de avellana carcomida, de color de patata grillada. Ninguna rata, pero es que ninguna, quería salir con ella a revolverse en los contenedores de basura del barrio. Ninguna. Y todo, porque era de un color diferente. Cuando la veían, la insultaban. ¿Sabéis qué le decían? Pues que era limpia, que olía a jabón, que no se ensuciaba cada noche con loción Cacadevaca y que tenía los pelos suaves y brillantes. Y le cantaban
– ¡Rata Robinata, pelos de tomate!
Una madrugada escuchó un enorme bullicio en la entrada del agujero de su casa, y en seguida unos golpes fortísimos en su puerta. ¡Qué extraño! ¿Quién podía ser si ella no tenía amigos ni amigas?
– ¡Abre Robinata! Somos la Policía Ratonera. ¡Estás detenida!
– ¡Pero si yo no he hecho nada!
– ¡Calla rata brillante, emperifollada y perfumada, si no quieres perder los dientes de un coletazo! Esposadla y marchémonos.
– Pero si soy inocente. ¡No he hecho nada! ¡Avisad a un abogado!
– ¿Que no has hecho nada? ¿Que no has hecho nada? ¿Te parece poco, este ridículo color rojo que tienes? ¡Vas derecha a la cárcel más segura de nuestra cloaca: el Brillo Resplandeciente! Allí no te hará falta ningún abogado.
Todas las ratas policías sintieron un escalofrío al oír el nombre de la cárcel. Las ratas de la Cloaca Norte tenían la costumbre de contar historias espeluznantes del Brillo Resplandeciente. Se rumoreaba que era una cárcel espantosa, que la desinfectaban cada día con lejía y la dejaban bien limpia. Y lo peor de todo, ¡tenía un cuarto de baño con una bañera para lavar a las pobres ratas!
En el coche de la policía, Robinata sintió un miedo horrible. Como nunca antes había tenido. Tanto miedo que no tenía ni hambre. Tanto miedo que se quedó muda.
Al llegar, la encerraron en una jaula muy limpia. Toda la habitación olía a desinfección. Ninguna rata resistiría tanta limpieza. Se quedó adormecida sobre el suelo brillante pensando en su agujero, lleno de polvo y suciedad repugnante. Fuera, en la calle, mientras revolvían por los contenedores buscando la cena, todas las ratas de la cloaca chismorreaban sobre la detención de la rata Robinata.
– La han encerrado por el pelaje tan provocativo que tiene. Lo sé de muy buena fuente.
– ¡Bien dicho! ¡Dónde se ha visto una rata roja y brillante como una cereza!
– ¡Acordaros del olor a limpio que siempre tenía! ¡En cambio yo, soy tan esmeradamente sucia! Entonces, de repente, intervino una rata que no se sabía de qué cloaca venía. Tenía un acento distinto.
– ¿Qué decís? ¿De verdad han encerrado una rata en el Brillo Resplandeciente sólo porque es de color rojo? ¡No me lo puedo creer! ¡Qué bestialidad!
Las ratas se quedaron de piedra. ¡Qué se había creído aquella rata!
– ¡Eh! ¿Quién eres tú? ¡Eres forastera! ¡No hablas como nosotras!
– Soy la rata Chambourcié, periodista cronista de asuntos exteriores y especialista en materia de suciedad. No he podido evitar oír vuestra conversación. ¡Cómo puede ser que hayan encerrado una rata sólo porque tiene el pelo de color rojo! ¿Cómo podéis estar de acuerdo?
– Tú calla, que aquí no pintas nada, rata forastera.
– A ver si será otra rata de color rojo con una peluca gris. Estirémosle los pelos.
Y todas las ratas se tiraron encima de la rata Chambourcié con unas intenciones nada amistosas. Pero ella consiguió huir rápidamente. Mientras escapaba muy enfurecida, la rata Chambourcié pensaba constantemente en aquella noticia tan horrible. ¿Cómo podían ser aquellas ratas tan injustas? Una rata inocente estaba encarcelada sin ninguna culpa. ¡Pero no se saldrían con la suya! Tenía que darse prisa. Aquel grupo de espías no tardarían en denunciarla y si no iba con cuidado, también ella acabaría en el Brillo Resplandeciente.
Cuando llegó al periódico de su cloaca, lo primero que hizo fue escribir un artículo. Éste era el titular:
CAMPAÑA S.O.S. RATA ROBINATA S.O.S.
¿SABÉIS DONDE ESTÁ LA RATA ROBINATA? ¿SABÉIS POR QUÉ?
Una rata inocente corre un grave peligro encerrada en una cárcel inmunda. ¿Quizás los distinguidos lectores se están preguntando cuál ha sido el grave delito cometido por la rata Robinata? No ha cometido ninguno. Lo que pasa es que tiene el pelo rojo y las otras ratas lo tienen gris. Por esta razón morirá si no actuamos enseguida. Ahora que ya tenéis noticia de los hechos, ratas de todas las cloacas unidas, os pido vuestra colaboración: Escribid cartas a la rata Robinata mostrándole vuestro apoyo. Escribid cartas a Su Excelencia la Rata Presidenta de la Cloaca Norte, explicándole que es una injusticia y pidiéndole que la deje en libertad.
La respuesta ratonera no se hizo esperar. Cada día llegaban centenares de cartas y postales de todos los rincones de las Cloacas Unidas al Brillo Resplandeciente. Incluso Mickey Mouse, Minnie, Super-Ratón, Pixie and Dixie, la rata de las tortugas Ninja, los ratones de la Cenicienta y el ratoncito Pérez se solidarizaron con ella. Las ratas de la Cloaca Norte empezaron a pensar que quizás se habían equivocado, que quizás no tenían razón y que no estaba bien encerrar en la cárcel a una rata sólo porque era diferente. Y, poco a poco, se fueron añadiendo a la protesta. Puesto que no conseguían que la dejasen en libertad, decidieron todas teñirse de rojo. Y así lo hicieron: ¡todas las ratas de la Cloaca Norte eran rojas como cerezas!
Su Excelencia la Rata Presidenta se atolondró, ¡no sabía que hacer! ¡¡No podía encerrar a todas las ratas en el Brillo Resplandeciente!! Finalmente su Excelencia la Rata Presidenta reconoció públicamente su error y la dejó en libertad. No sabemos si porque vio también ella que se había equivocado o porque no tuvo más remedio que hacerlo.
A los que hemos seguido de cerca la historia de la rata Robinata nos gustaría que fuese un reconocimiento sincero de su error. Actualmente, cualquier rata, sea del color que sea, es bien recibida en la Cloaca Norte, y la rata Robinata es muy feliz y trabaja en el Servicio Permanente de Ayuda y Soporte a la Rata Diferente.
Fuente Amnistía Internacional
Cuentos cambiados
Edad: 3-9 años
Objetivo: Analizar los papeles femeninos y masculinos en los cuentos infantiles y reflexionar sobre los estereotipos contenidos en ellos.
Elegir cualquiera de los cuentos tradicionales cambiando el género y los roles de los protagonistas, por ejemplo “El ratoncito presumido”, “Blanco Nieves y las siete enanitas”, “Las tres cerditas y la loba”…
Realizar un debate con las cuestiones siguientes o similares:
- ¿Me ha resultado extraño el cuento?
- ¿Por qué?
- ¿Hay actividades que representen personajes femeninos que sean difíciles o impensables?
- ¿Hay actividades que representen personajes masculinos que sean difíciles o impensables?
Fuente: Amnistía Internacional
Una postal una vida
Edad: 4 -10 años
Objetivo: Conocer la situación de los derechos humanos
Organización en un centro educativo de un envío masivo de postales a los dirigentes de un país con la finalidad de obligarles a esclarecer o evitar un caso de violación de los derechos humanos. Se trata de escoger un caso (a partir, por ejemplo, de la página web de Amnistía Internacional) http://http://www.es.amnesty.org/ explicar la situación del caso, proponer que los alumnos dibujen las postales en función de la explicación y enviarlas.
Fuente Amnistía Internacional
Las alfombras voladoras
Edad: 4-10 años
Objetivo: Conocer la situación de los niños que trabajan
Explicar en forma de cuento, y posteriormente dibujar postales sobre el cuento explicado (del mismo modo que la actividad Una postal una vida):
Esta es la historia de un niño que se llamaba Iqbal. Iqbal vivía en un pueblecito de Paquistán, un país que está al lado de la India, en Asia. Ya de muy pequeño, Iqbal soñaba con las aventuras de Aladino, y en las de todos aquellos personajes de los cuentos que sabían volar en las alfombras voladoras.
En el pueblo donde vivía Iqbal las alfombras tenían mucha importancia, ya que mucha gente trabajaba en una fábrica de alfombras que había allí. A veces Iqbal se aproximaba y, desde el exterior, se extasiaba mirando la lana coloreada acabada de teñir cuando la tendían al sol. Y cuando contemplaba las alfombras ya terminadas, soñaba que vivía aventuras fantásticas montado en una alfombra voladora. Iqbal era muy pequeño y tenía una gran fantasía.
Los padres de Iqbal eran muy pobres. Un día, su madre le dijo que era necesario que fuera a trabajar a la fábrica de alfombras, porque su padre debía dinero al amo de la fábrica y no se lo podía devolver. Iqbal veía a su padre y a su madre muy tristes, y él estaba desconcertado. No entendía su tristeza, porque pensaba que era una suerte poder ir a la fábrica y hacer el mismo aquellas alfombras tan maravillosas.
Al cabo de unos días, el amo de la fábrica lo fue a buscar. Entonces, Iqbal, viendo la profunda tristeza de sus padres, tuvo un mal presentimiento, y el miedo y la angustia se apoderaron de él. Pero, tragándose las lágrimas, tuvo que despedirse de sus padres y partir para la fábrica. Cuando llegó, el amo le mando entrar en una nave, poco iluminada y mal ventilada, en la cual muchos otros niños trabajaban sin descanso tejiendo alfombras.
A partir de entonces, Iqbal apenas vio el sol. Era un niño, pero todos los días se los pasaba enteros tejiendo alfombras, moviendo sus pequeños dedos tan rápidamente como podía, porque si no se apresuraba el amo se enfadaba. Pero, a pesar de todo, Iqbal aún soñaba, y es que sus sueños se habían convertido en lo único agradable en su vida. Soñaba despierto mientras trabajaba; soñaba que un día, montado en una alfombra, se escaparía de la fábrica, y con sus padres viajaría a lugares lejanos y maravillosos.
Pero al amo todo esto no le gustaba nada. Decía que mientras Iqbal soñaba despierto los dedos se le dormían, y que si los dedos no trabajaban con ligereza tardaba más en hacer las alfombras. Cuando Iqbal o sus compañeros se distraían, el amo los castigaba severamente; quería que Iqbal y el resto de los niños hicieran muchas alfombras, ya que cuantas más hacían más dinero ganaba él.
Para Iqbal cada ida eran más insoportables el amo y la fábrica. Y un día se escapó, completamente decidido a no volver jamás. Pero Iqbal no olvidaba que había muchos niños que continuaban trabajando en la fábrica de alfombras. Él entonces sólo tenía 12 años, pero empezó a moverse, a protestar y a proclamar por todas partes que era una vergüenza que los amos de las fábricas de alfombras hicieran trabajar a los niños de aquella forma.
Iqbal, además, se enteró de que, a pesar de que estaba prohibido, en su país era un hecho generalizado el trabajo infantil en las fábricas de alfombras. Las leyes del país no lo permitían, y menos aún en aquellas condiciones tan duras. Mientras, otros niños, viendo su ejemplo, también empezaron a protestar… e Iqbal volvió a soñar de nuevo, pero esta vez las alfombras de sus sueños diseminaban por todo el país las denuncias y las quejas contra los amos de las fábricas de alfombras.
Los amos se enfadaron mucho. Para ellos era normal el trabajo infantil, les salía muy barato. O gratis, como en el caso de Iqbal y de los niños que trabajaban para pagar las deudas de sus familias. ¡Y ahora Iqbal lo quería impedir! ¡Y encima animaba a los otros niños a protestar! ¡Sí, Iqbal estaba a punto de conseguir que el gobierno del país se viera obligado a hacer cumplir las leyes que impedían el trabajo infantil!
El final de esta historia es muy triste: Era un día de fiesta. Iqbal montó en su bicicleta y se fue al río, a encontrarse con sus amigos. Pero no llegó nunca… porque una bala asesina tiñó de sangre sus alfombras voladoras.
(Es una actividad que también se puede adaptar fácilmente para niños muy pequeños, a partir de 4 y 5 años. Por ejemplo:
- En estas edades, el tema se puede plantear de la siguiente forma: llevar una alfombra al colegio, y las postales ya hechas de este caso.
- Empezar contando que hay países donde los niños de su edad no van a la escuela (lo que debería ser normal en todos los países del mundo) si no que los obligan a trabajar en lugares oscuros, con poca comida… haciendo alfombras como la que enseñamos, y además sin recibir ningún sueldo.
- Su reacción es, evidentemente, encontrarlo increíble e injusto. Por eso, como no están de acuerdo, les explicamos que ellos pueden protestar enviando la postal que tenemos, coloreándola (o ellos mismos pueden hacer los dibujos) al gobierno de Pakistán para parar esta injusticia.)
Fuente Amnistía Internacional
Amigos Imaginarios
Edad: 5-8 años
Objetivo: Estimular la imaginación y el bienestar
Con los niños sentados o tendidos y con los ojos cerrados, y en silencio, les invitamos a inspirar profundamente y después a espirar lentamente. Se repite la operación otras dos veces. Después se invita a los niños a imaginar un lugar especial, un lugar preferido, en cualquier parte del mundo. Les decimos que caminan por ese lugar en su imaginación sintiendo, escuchando y viendo lo que allí sucede. Entonces los llevamos a una casa (imaginariamente) en la que hay un amigo especial al que nunca han visto antes. Pueden hablar con él, y cuando necesiten hablar con alguien, pueden volver a ese lugar a hablar con su muevo amigo. Después se vuelve mentalmente a la clase. Por último, los niños se cuentan en grupos lo que han imaginado.
Fuente ABC
La vida de mi familia
Edad: 6-8 años
Objetivo: Conocer la situación familiar respecto a las diferentes tareas asignadas a cada miembro de la familia
Cada niño o niña preguntará a cada miembro de la familia qué hace a lo largo de un día laborable. Rellenará si se trata de trabajo (por ejemplo, estudiar, cocinar, cuidar de los niños, trabajar en la oficina, en la tienda…), si es de disfrute de su tiempo libre (por ejemplo leer, ver la televisión, jugar…) o si es indiferente (por ejemplo, tiempo de transporte, comer…). Totalizar por cada miembro de la familia el tipo de actividad y el porcentaje que representa con el total de las horas del día. Realizar lo mismo totalizando para la clase.
Establecer un debate con las siguientes cuestiones o similares:
¿Todos los miembros tienen el mismo porcentaje de tiempo libre?
¿Quién tiene más y quien menos?
¿Esto te parece justo? ¿Por qué?
Fuente Amnistía Internacional
Confianza Ciega
Edad: 6-8 años
Objetivo: Promover la confianza y la responsabilidad
Tras dividir la clase en parejas, un alumno venda los ojos a otro y guía al “ciego” durante unos minutos, Hay que cerciorarse de que el alumno “vidente” no abusa de su situación, ya que la idea es promover la confianza, no destruirla. El alumno “vidente” de la pareja debe tratar de aportar una gama de experiencias lo más amplia posible, haciendo que su compañero toque las cosas con los pies o con los dedos, guiando a éste mediante instrucciones verbales o incluso jugando a un juego. Al cabo de unos minutos, los alumnos invierten los papeles y repiten el proceso. De manera que el “ciego” se convierte en “vidente” y a la inversa.
Una vez terminada la operación se invita a los alumnos a comentar lo sucedido. Deben describir sus sensaciones no sólo cuando actuaban como ciegos, sino también sobre la sensación de responsabilidad experimentada cuando hacían de “videntes”.
Este ejercicio hará que los alumnos se den cuenta de cómo es la vida de las personas que tienen problemas de vista (o de oído) y de la importancia de la confianza a nivel social, lo cual puede llevar a su vez a hablar de la sociedad mundial y su funcionamiento.
Fuente ABC
La paz
Edad: 6-10 años
Objetivo: Analizar el significad de la paz
En un día soleado de primavera salir al patio y tumbarse al sol cerrando los ojos durante tres minutos. Después volver al aula y expresar por escrito qué han sentido en esos minutos
Fuente ABC
Saludos y estereotipos
Edad: 6-10 años
Objetivo: Concienciar sobre la existencia de estereotipos
Parte de los alumnos y alumnas de la clase reciben un papel que les dice cómo deben saludar a otros alumnos y alumnas que previamente se han colocado en el centro de la sala. Uno a uno van saliendo y saludando. Para ello dicen su nombre y saludan como su nota les indica, y los demás alumnos y alumnas de la clase deben adivinar a qué país pertenece el saludo. El alumno o alumna que ha saludado podrá dar pistas a sus compañeros y compañeras reflejando con mímica lo que él o ella opina que son las características definitorias de dicho país.
Fuente Ararteko1[3]
Salvar la Tierra
Edad: 6-10 años
Objetivo: Reflexionar sobre la felicidad humana
Se presenta la actividad a modo de cuento. El profesorado lee el siguiente texto a los alumnos y alumnas: «El país de los No-niños se está apoderando de la humanidad. Afortunadamente un grupo de personas, entre los cuales estáis tú y tu grupo, tienen el poder de salvar la Tierra de la tristeza y la desolación que le invaden. Vuestra tarea consiste en elegir, por grupos, seis de las características o apartados más importantes
para ser felices. Gracias a esa elección podréis salvar la Tierra”.
Las elecciones realizadas tienen que ser razonadas. Para acabar la actividad, se ponen en común las conclusiones de todos los grupos y se recogen los aspectos considerados como más importantes. Se puede dialogar sobre las distintas elecciones realizadas por los grupos.
Fuente Ararteko2[4]
¿Cómo ha cambiado todo?
Edad: 6-10 años
Objetivo: obtener información oral sobre los cambios sociales en relación con la mujer. Reflexionar sobre los mismos.
Pedir a cada participante que pregunte a su abuela o a otra mujer mayor cuáles son sus recuerdos sobre la vida de su madre o de su abuela. Se recogerán los datos en un papel. Posteriormente se expondrán los resultados en grupo. Se establecerá un debate en torno a cuestiones como:
- ¿Cuáles han sido los principales cambios para la mujer desde entonces?
- ¿Qué cosas no han cambiado?
- ¿Qué opinas de esto?
Fuente: Amnistía Internacional
Lo normal
Edad: 6-12 años
Objetivo: Reflexionar sobre el concepto de la “normalidad”
Eli es demasiado grande.
Ana es demasiado pequeña.
Daniel es demasiado gordo.
Emilio es demasiado delgado.
Floren es demasiado cerrado.
Flora es demasiado abierta.
Cornelia es demasiado guapa.
Aitor es demasiado feo.
Ester es demasiado lista.
Kepa es demasiado tonto.
Ignacio es demasiado viejo.
Javier es demasiado joven.
Todos tenemos demasiado de algo
Todos carecemos demasiado de algo
Todos somos de algún modo no normales.
¿Hay alguien aquí
que sea completamente normal?
No, aquí no hay nadie,
¡Eso es lo normal!
Adaptación del poema original de W. Bienek (Bienek, 1995)
A partir de este texto reflexionar en grupo de 4 sobre qué es ser normal y si tiene sentido este concepto. Hacer públicos los resultados a través de un portavoz.
Fuente Ararteko2
Dibuja la guerra
Edad: 8-12 años
Objetivo: Expresar de forma plástica el concepto de la guerra
A partir de lo que crees que es la guerra, dibuja aquello que sientes ante el concepto guerra. Compara tus dibujos con el de los compañeros.
Un solo lápiz
Edad: 8-12 años
Objetivo: Trabajar simbólicamente la resolución de conflictos
Ante una hoja en blanco, las alumnas y los alumnos se situarán por parejas. Dos alumnos, una sola hoja y un sólo lápiz. Los dos alumnos deberán agarrar el lápiz a la vez y no soltarlo. No vale soltar el lápiz en ningún momento. No vale hablar. Con el lápiz agarrado simultáneamente por dos manos, se pondrán a dibujar. Ninguno de los dos podrá saber qué quiere dibujar el otro. Se les dirá a las alumnas y alumnos que se tienen que esforzar al máximo por dibujar lo que ellos quieren. El que consiga dibujar algo que previamente había imaginado habrá ganado. Se les dará un minuto para pensar e imaginar algo y tres minutos para dibujar.
Los resultados posibles son:
– Uno de los dos cede en todo momento y se limita a dejarse llevar. «Yo pierdo para que tú ganes»
– Ninguno cede. Ninguno consigue dibujar nada. «Yo no ganaré, pero tú menos».
– Ceden alternativamente y consiguen dibujar algo. «Vale, ambos ganamos».
2.- El ejercicio se vuelve a repetir y ahora sí vale hablar.
3.- Se comparan los resultados obtenidos, hablando y sin hablar. Una vez finalizado el juego, se puede pedir al alumnado una breve redacción sobre guerra, paz y resolución de
conflictos.
Fuente Ararteko1
Límites a la libertad de Expresión
Edad: 8-12 años.
Objetivo: reflexionar sobre los límites en la libertad de
expresión cuando atenta contra los derechos o la reputación de
los demás.
Distribuya a cada participante hojas de papel para que escriban en cada papel un comentario hiriente que haya oído en la escuela. Disponga una gradación en la pared que abarque desde “broma/juego” hasta “muy hiriente/degradante”. Pida a cada participante que pongan cada expresión en el lugar que, según su opinión, le corresponda en la escala. A continuación pídales que estudien en silencio lo que hay en la pared.
Divida la clase en pequeños grupos y entregue a cada grupo varias de las palabras que se han considerado más ofensivas. Pida a alguien de cada grupo que lea la primera palabra o expresión.
El grupo debe aceptar que se trata de un comentario hiriente y comentar:
1) si debe permitirse a la gente decir cosas así
2) qué hacer si eso sucede. Repítase con cada palabra o expresión.
Por último, comente con la clase los derechos y obligaciones que implica el lenguaje ofensivo:
. ¿Está obligado el profesorado a impedir los insultos agresivos en la escuela?
. ¿Está obligado el alumnado a no usarlos en privado? En caso afirmativo, ¿por qué?
. ¿Qué podemos hacer en nuestra comunidad para poner fin a los insultos?
. ¿Por qué es importante?
Fuente: Amnistía Internacional
El niño triste
Edad: 8-12 años
Objetivo: Trabajar en común y reflexionar sobre la tristeza
El/la profesor/a dice a sus alumnos: Quiero que cada grupo invente un cuento sobre un niño o una niña que está triste porque no se siente a gusto en su familia. Todos los cuentos empezarán igual: Había una vez un niño/niña triste…., y cada uno de vosotros/as tendrá que añadir una frase, por ejemplo, estaba triste porque un día llegó a casa preocupado por… y no había nadie…; otro/a sigue con otra frase, y así hasta acabar la historia. Una persona del grupo hará de secretaria y escribirá lo que vais diciendo, pero antes de poneros a inventar, conviene que penséis en el tema principal sobre el que girará el cuento. Cuando acabéis, lo leéis por si quisierais retocarlo“. Como opción se puede escribir en una cartulina, ilustrarlo con dibujos y exponerlo en el aula.
Fuente Ararteko2
Necesidad de la familia
Edad: 8-12 años
Objetivo: reflexionar sobre el papel y la necesidad de la familia
Esta actividad se presentará formulando al alumnado la siguiente pregunta: ¿Podemos vivir sin familia? Se les permitirá comentar en pequeños grupos la respuesta a esta pregunta y a continuación se plantearán las opiniones en gran grupo. Es probable que durante este intercambio de ideas vayan surgiendo ejemplos de diferentes modelos familiares y diferentes motivos de dependencia de la familia.
Una vez concluida esta puesta en común, el alumnado vuelve a reunirse en pequeños grupos y reflexionan sobre las siguientes preguntas:
Si una persona recién nacida, no tiene familia,¿puede vivir?
¿Cuántos años necesita una persona para poder separarse de la familia?
¿Los animales tienen familia? ¿Durante cuánto tiempo?
¿Quién nos querría si no tuviéramos familia?
¿Qué aprendemos de la familia?
¿Es importante que nos quieran? ¿Por qué?…
Fuente Ararteko2
Lo que me gusta, lo que hago
Edad: 10-12 años
Objetivo: Autoconocimiento y análisis de las expectativas de género
1. Tres cosas que se esperan de las personas de mi sexo que a mí me gustan.
2. Tres cosas que se esperan de las personas de mi sexo que a mí no me gustan.
3. Tres cosas que quisiera hacer o ser si fuera del otro sexo.
Pida que cada participante ponga su lista en común con un compañero o compañera del mismo sexo. A continuación pida a cada par de alumnos que comenten la lista con dos alumnos del sexo opuesto (si no es una clase mixta, con otros dos alumnos). Comente los resultados. ¿Cómo reacciona esta comunidad ante personas que no se amoldan a las expectativas de género? ¿Limitan las expectativas de género los derechos humanos de las personas?
Fuente ABC
Diseñar un país nuevo
Edad: 10-12 años
Objetivos: Reflexionar sobre los derechos que poseemos
Supongamos que se ha descubierto una tierra nueva que tiene todas las condiciones necesarias para la vida humana. Nadie ha vivido allí hasta ahora, por lo cual carece de leyes y de historia. La clase va a instalarse en esa tierra. Un pequeño grupo de la clase ha quedado encargado de elaborar una lista de derechos en ese nuevo país. Nadie sabe qué cargo va a ocupar en él.
Trabajando en pequeños grupos, los alumnos de cada grupo proponen un nombre para el país y confeccionan una lista de diez derechos aceptados por todo el grupo. Cada grupo presenta su respectiva lista y luego la clase elabora una lista global que recoge todos los derechos enumerados. Examinar la lista general de la clase. ¿Qué sucedería si se excluyeran algunos derechos? ¿Se han omitido derechos importantes?
Fuente ABC
Saber leer
Edad: 12-16 años
Materias: Tutoría, Ética
Objetivo: Reflexionar sobre el analfabetismo
Piensa en todas las ocasiones en que necesitas leer o escribir a lo largo de un día normal, y anótalas. Después, reflexiona y escribe lo que tendría que hacer alguien que no supiera ni leer ni escribir para poder desenvolverse en nuestra sociedad como haces tú
Niños soldado
Edad: 10-12 años
Objetivo: Dar a conocer la situación de los niños soldado
Se le proporciona a cada alumno el testimonio de Paul o de Jeanne. Cada alumno leerá el texto y responderá a una serie de cuestiones:
1. ¿Qué piensas sobre la vida de Paul y de Jeanne?
2. A la edad de Paul y Jeanne ,¿Qué hacen los niños en tú país,?. ¿Dónde viven?, ¿Con quién,?,¿Con qué se divierten?
3- ¿Qué harías tú si te obligaran a combatir?
Historia de Paul
Paul, de 11 años, se enroló voluntario en la guerrilla y pasó cinco meses con el grupo armado antes de que lo desmovilizaran. « Perdí las ilusiones que tenía cuando fui al frente», dice. Muchos de sus camaradas, niños como él, murieron en batallas. Al cuarto día de combate mató a un enemigo: le disparó a distancia y después le aplastó la cara con una pistola. Desde su desmovilización ha perdido todo deseo de volver a servir en las fuerzas armadas. En el centro donde está, los niños aprenden derechos humanos, aunque no hay medicamentos suficientes. Quiere estudiar y aprender para ser veterinario. Piensa en sus padres, que viven a cierta distancia y a los que ha visto hace poco. De momento se quedará en el centro y continuará sus estudios.
Historia de Jeanne
Jeanne sufrió el reclutamiento forzoso a la edad de 11 años: «Me reclutaron cuando regresaba de la escuela. Unos soldados fingían que estaban arreglando su vehículo averiado. Nos llamaron a mí y a otros niños; cuando me acerqué, me metieron en el vehículo y me llevaron a un centro de adiestramiento. Allí recibí entrenamiento. Como nos habían secuestrado, nuestros padres no sabían dónde estábamos. Hasta el día de hoy no sé si mis padres están vivos y, en caso de que lo estén, no saben lo que me ha pasado». Jeanne comprendió pronto que era necesario obedecer las órdenes: «En el ejército de lo que se trata es de obedecer las órdenes. El principio que impera es que primero se cumple la orden y después vienen las justificaciones y explicaciones. Rápidamente comprendes que, si no cumples las órdenes de un jefe militar, te castigarán. Muchas veces me azotaron por no obedecer una orden». Los menores que caen en manos de tropas enemigas corren gran peligro de ser ejecutados: «Ejecutamos a algunos prisioneros de guerra, aunque respetamos la vida de bastantes de ellos para demostrar a la comunidad internacional que nos estaban atacando. Tú perteneces al bando A y llamas rebeldes a las personas del bando B, que a su vez llaman rebeldes a los tuyos. Por eso, cuando te encuentras frente al enemigo, lo único que puedes hacer es eliminarlo antes de que él te elimine a ti». Le preguntamos si pensado en volver al ejército: «Hace un año hubiera contestado que no. Pero ahora siento tener que decir que tras ser desmovilizada, echo de menos el ejército. Cuando estaba en el ejército tenía un techo bajo el que resguardarme y nadie podía venir y echarme fuera. Además, me pagaban. Pero ahora, un año después de mi desmovilización, no tengo nada. No han encontrado la forma de reinsertarme en la comunidad o de permitirme continuar con mis estudios, a pesar de que les dijimos claramente que queríamos estudiar. No tenemos nada. No existimos».
Fuente Amnistía Internacional
Dibuja la Palabra
Edad: 10-12 años
Objetivo: Trabajar los derechos humanos.
Formar grupos de 4 alumnos, aproximadamente. Ofrecer a un miembro de cada grupo un artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos para que lo dibuje. Los demás miembros del grupo deben adivinar de qué derecho se trata. El equipo que adivine primero gana un punto. El equipo que al final (45 minutos aproximadamente) tenga más puntos, gana. Posteriormente se escribe al pie del dibujo el artículo al que hace referencia y al final de la actividad los dibujos se cuelgan formando un mural. (Sería importante colgar todos los dibujos)
Fuente Compass[5]
Calles con nombre de mujer
Edad:10-12 años.
Objetivo: Analizar los nombres de las calles y las historias de las mujeres que dan nombre a una calle del barrio o pueblo
Formar grupos de 3 ó 4 miembros. Cada grupo buscará en el barrio o en el pueblo nombres de calles con nombre de mujer (compararlo con el número de calles con nombre de hombre). Posteriormente buscará información sobre su vida y los motivos por los que se ha puesto su nombre a una calle. Se pondrá en común el trabajo de cada grupo.
Fuente Amnistía Internacional
Tomar decisiones
Edad: 10-12 años
Pida a los y las participantes que expongan espontáneamente distintas decisiones importantes que deba tomar una familia y repercutan en todos sus miembros. Junto a cada decisión, escríbase si la toman principalmente los hombres, las mujeres o ambos. Coméntese las diferencias entre los tipos de decisión que toman los hombres y las mujeres en la familia. Seguidamente, pida a los alumnos que enumeren algunas decisiones importantes que se hayan tomado en la comunidad en los últimos años y hayan afectado a toda la población (por ejemplo, la fundación de un club o un equipo, la construcción o el cierre de un hospital, la asignación de unos terrenos, el aumento del billete de autobús).
Asigne cada una de estas decisiones a un grupo pequeño para que las analicen:
– ¿Qué repercusiones tienen estas decisiones según el género de las personas? ¿Tienen una repercusión concreta en las mujeres y las niñas? ¿En los hombres y en los niños?
– Junto a cada decisión, indíquese qué entidad la tomó y el porcentaje aproximado de mujeres y varones en ella.
– ¿En qué se diferenciaría la decisión si la entidad que la tomó estuviera compuesta por el mismo número de mujeres y hombres?
Fuente Amnistía Internacional
Hobbes y Rousseau
Edad: 10-12 años
Objetivo: Reflexionar sobre la maldad o bondad del ser humano
«El hombre es bueno por naturaleza»Jacques ROUSSEAU.
«El hombre es un lobo para el hombre» (Thomas HOBBES.)
- Buscar en un diccionario las definiciones de altruismo y egoísmo.
- Discutir brevemente en grupo las ventajas de uno y otro modo de actuar.
- Argumentar a favor de una y otra posición:
El ser humano es más bien altruista El ser humano es más bien egoísta.
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Fuente Ararteko1
Los derechos del niño
Edad: 10-12 años
Objetivo: Reflexionar sobre el cumplimiento de los derechos del niño
Se pedirá a los alumnos y alumnas que individualmente reflexionen sobre los derechos que tienen y que anoten a qué tienen derecho. (Unos 5 minutos) Luego, el profesor o la profesora repartirá fotocopias de la Declaración de los Derechos del Niño y deberán decidir si efectivamente los consideran derechos fundamentales. También si falta algún derecho que hayan apuntado como importante (20 minutos).
Los siguientes 30 minutos se dedicarán a comparar situaciones de violaciones de los derechos humanos de los niños. Para ello, se dedicará un cuarto de hora a dos de los temas siguientes:
- Niños soldados.
- Escuadrones de la muerte contra los niños de la calle.
- Orfanatos en China.
- Abusos sexuales a niños.
- Niños malnutridos.
- Niños torturados en comisarías.
- Niños que van pidiendo dinero por las calles.
- Niños condenados y juzgados como adultos (caso de la Pena de Muerte en Estados Unidos).
- Niños mutilados por las minas antipersonas.
Fuente Ararteko1
[1] Las actividades que presentamos son tan válidas para su uso en el aula, como o en talleres o centros de Tiempo Libre; de ahí que entendamos que el concepto de educador incluye los conceptos de profesor, maestro o monitor.[2] Naciones Unidas, ABC, La enseñanza de los Derechos Humanos, 2003
[3] Azkárate, G. Errasti, L y Mena, M-.Materiales para la Educación en Derechos Humanos. Ed. Ararteko. Vitoria, 2000
[4] Díez, F. Nuestros Derechos. Ed Ararteko, Vitoria 2001
[5] Compass. Manual de Educación en los Derechos Humanos con Jóvenes. Injuve (Consejo de Europa)