La revolución de Asturias fue un movimiento revolucionario que tuvo lugar entre el 5 y el 19 de octubre de 1934; aproximadamente un año después de las elecciones. Se produjo durante la segunda república, durante el bienio radical-cedista.
Se organiza una sublevación armada seguida de una huelga general, la cual fue promovida por dirigentes del PSOE y UGT, como Largo Caballero y de forma desigual por la CNT, la FAI y el PCE, con Cataluña y Asturias como focos principales de la rebelión.
Los antecedentes mas claros fueron el clima político, la alianza obrera en Asturias y la preparación de la insurrección.
Durante el desarrollo de la revolución, los mineros tienen el control, ya que tenían numerosas armas y disponían de dinamita. Durante este periodo se proclama la República Socialista Asturiana y como consecuencia se ataca a los puestos de la Guardia Civil, las iglesias, los ayuntamientos, etc. Unos diez días después, un conjunto muy numeroso de trabajadores, tantos como 30.000 forman el Ejército Rojo Asturiano.
El gobierno debía adoptar una serie de medidas, entonces ante la petición de Gil-Robles comunicando a Lerroux que no se acababa de fiar del jefe de estado, el general Masquelet, Franco y Goded son llamados para dirigir esta represión de la rebelión desde Madrid. Estado Mayor en Madrid. Estos piden que se traigan tropas de Marruecos, entonces Diego Hidalgo, ministro de la Guerra del momento, le parece una solución perfecta, ya que tenia miedo de que en el enfrentamiento muriesen jóvenes reclutas peninsulares.
Durante esta horrible revolución, Asturias queda asolada en buena parte, como resultado de incendiados importantes de la ciudad como la universidad, la biblioteca, el teatro Campoamor o la Cámara Santa de la catedral.
Las consecuencias de esta revolución no fueron pocas: destrucción de edificios memorables, una gran represión donde incluso se dieron casos de saqueos, ejecuciones y violaciones, y por si fuera poco muchísimas victimas, y muchísimos heridos.