En esta parte, hemos encontrado una cosa muy interesante sobre Master and Commander que nadie más a puesto y que no se aprecia a simple vista.
La película destaca por sus escenas bélicas a cámara lenta (una tercera parte está rodada de este modo). No hay demasiado zoom, ya que lo que importa no es la cara del personaje en si, sino sus actos; eso quiere decir que se centra más en enfocar todo el cuerpo del actor con el paisaje detrás más que las expresiones faciales. Hay muchos efectos especiales como explosiones e incendios, además de las piernas y las extremidades rotas por balas de cañón. No se centra tampoco en enseñar el lugar en el que se encuentra el personaje, ya que como hemos dicho antes, lo él es lo importante. | La cámara de esta película se centra en sobretodo en el rostro de los personajes. Utiliza mucho el zoom: le ve al personaje hablando y a medida que este va diciendo cosas, la cámara se acerca hasta mostrar su rostro muy de cerca. También destaca el paisaje y los animales, además de hacer algún que otro plano panorámico del mar. En las escenas bélicas, se hace un plano general donde se ve todo lo que ocurre (sin el uso de cámara lenta). A simple vista, diríamos que hay pocos efectos especiales, aunque no es cierto: el equipo de efectos especiales logra el milagro de que las miniaturas no se adviertan, y que no nos preguntemos si las olas o el viento son generados con sofisticados programas informáticos: lo que se ve, sin duda, parece la realidad pura y dura. Nadie diría que la pelicula cuenta con 700 planos de efectos especiales. Tal logro se debe sobre todo a Stefen Fangmeier, que desde hace 13 años trabaja en Industrial Light and Magic, la conocida compañía de efectos de George Lucas. A él se deben imágenes como las del robot líquido que se mimetiza con unas baldosas en Terminator 2, los velocirraptores de Parque Jurásico, el tornado de Twister y las olas de La tormenta perfecta. |