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TERROR BLANCO – POR MAR PAREJO Y MIREIA MARQUÍNEZ

Terror blanco es un término que se usa como sinónimo a la represión franquista durante la Guerra Civil Española, la Posguerra y el Régimen de Franco. Se refiere al largo proceso de violencia física, económica, política y cultural que sufrieron los perdedores de la Guerra Civil -los republicanos-, quienes les apoyaban o podían apoyarles, los que eran denunciados como antifranquistas -lo fueran o no-, así como posteriormente los miembros de organizaciones políticas, sindicales y en general quienes no estaba de acuerdo con la existencia de la dictadura franquista, manifestaban su oposición al mismo y quienes constituían o podían constituir un peligro para el mismo.

El periodo álgido de represión y violación de los derechos humanos empezó con el alzamiento militar de julio de 1936 y se considera que terminó en 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial puso fin a las dictaduras de Hitler y Musolini, principales apoyos del régimen franquista. A partir de 1945, año de la promulgación del Fuero de los Españoles, se suele hablar de represión franquista, una represión que se aplicó durante toda la dictadura hasta el fallecimiento de Francisco Franco en noviembre de 1975.

Según distintos informes coincidentes, España es el segundo país del mundo en número de desaparecidos cuyos restos no han sido recuperados ni identificados, tras Camboya.

 

EL SOBORNO BRITÁNICO A ESPAÑA QUE CAMBIÓ LA HISTORIA MUNDIAL- POR: MAR PAREJO Y MIREIA MARQUÍNEZ

Nos situamos en el 24 de junio de 1940. Un triunfante Hitler se fotografía sonriente en la Torre Eiffel. La perfecta maquinaria militar alemana ha vencido con creces al ejército francés sin apenas disparar un tiro. A estas alturas parece que los soldados del III Reich son invencibles. A las cuarenta ocho horas el primer ministro británico, Winston Churchill tiene en su mesa una propuesta de su embajador en Madrid, Samuel Hoare. Llegados a ese punto, hasta las ideas más descabelladas son las que parecen más factibles.

Hoare se encuentra convencido de que España está al borde de participar en la guerra a favor del Führer. Él sostiene que Franco desea permanecer neutral, pero que está aterrorizado por Alemania. Por un lado, el ala izquierdista de la Falange apoya la intervención en el conflicto. Por otro lado, la parte derechista (carlistas, empresarios, la mayoría del Ejército y los campesinos) está a favor de la neutralidad.

Churchill se dio cuenta de que  lo que tenía que hacer era “potenciar” el ala derechista. Para lograr su objetivo, sobornó a Nicolás Franco, hermano del Generalísimo y entonces embajador en Lisboa; el general Varela, ministro del Ejército; el salvador de Oviedo, general Aranda; el general Gallarza -ministro del Interior- y, por último, el general Kindelán, entonces capitán general de Cataluña, región básica para cualquier operación militar. También a un segundo círculo de conspiradores estaba constituido por los generales Queipo de Llano, Orgaz, Moreno, Alongo, Solchaga, Asensio y Muñoz Grandes -antes de dirigir la División Azul-, todos ellos al mando de capitanías o territorios claves como Marruecos o Sevilla. De esta forma, los sobornados tenían como misión “convencer” a Franco de que unirse a la guerra no era ni de lejos la mejor opción.

La documentación desclasificada señala que Churchill autorizó un total de 20 millones de dólares de la época (unos 331 millones al cambio actual) para sobornos que se fueron concediendo por periodos de seis meses hasta finales de 1942, pues a partir de entonces el régimen franquista ya había girado hacia los Aliados.

A día de hoy, no se sabe si era totalmente necesario el soborno o si fue excesivo. Lo que sí está claro es que puede que gracias a esta acción, España no participara en una de las guerras más sangrientas y crueles de todos los tiempos.

¿QUÉ ME DICES? ESPECIAL ALFONSO XIII

Alfonso XIII de Borbón fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902. El 31 de mayo de 1906 se casó con la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg, hija del príncipe Enrique de Battenberg y la princesa Beatriz del Reino Unido.

Haciendo honor a la estirpe borbónica, Alfonso XIII había heredado la fogosidad sexual de sus ancestros. Ya, a los pocos meses de su reinado, con dieciséis años de edad, fue necesario tapar sus escarceos amorosos con Julia Fons, cantante de éxito en los espectáculos del teatro Eslava.

Claro está que no eran las primeras “salidas” del rey. Aventurillas adolescentes aparte, todavía soltero, con no más de diecisiete años, ya había tenido un amor importante. Nada menos que una de las mujeres más bellas de Europa: la francesa (y con marido) Mélanie de Vilmorin, con quien tuvo un hijo. Según refiere Balansó, la dulce Mélanie solía decir a sus íntimos: “Jamás he engañado a mi marido. Los reyes no cuentan”.

Muchos fueron los amores de Alfonso XIII. Cuando el rey viajaba de incógnito, particularmente a París, utilizaba el título de duque de Toledo para sus devaneos amorosos, pues Alfonso XIII, al contrario que su padre Alfonso XII, fue más mujeriego que amador.

El rey seguía consolándose con un buen número de señoritas de la alta y baja sociedad. Entre estas estuvo la niñera de los infantes, Beatriz Noon, con la que tuvo una hija ilegítima, Juana Alfonsa Milán y Quiñones de León. En cuanto Ena se enteró de la relación hizo que expulsaran a la niñera inmediatamente.

Mientras tanto Alfonso XIII seguía su relación con Carmen Ruiz de Moragas. En 1925 tuvo con ella una hija, María Teresa y en 1919 un hijo, Leandro, formando una especie de familia paralela que además, no tenía ninguna enfermedad hereditaria. Neneta, como Alfonso XIII llama a Carmen, con quien más dura una relación. Están juntos durante quince años, y ella le da dos hijos: María Teresa, que morirá muy joven, y Leandro Alfonso, que todavía vive y es asiduo de ciertos platós de televisión. Fue a ella a quien la reina Victoria Eugenia llegó a ver como a su verdadera rival y amenaza.

Alfonso XIII llevaba en la sangre la misma vida de mujeriego que todos sus ancestros, parece ser que los reyes tenían muchas más cosas que esconder debajo de la alfombra que las personas de a pie.

¿QUÉ FUE DE AMADEO DE SABOYA? Por Mar Parejo y Mireia Marquínez.

Hijo del rey de Italia, Víctor Manuel II, y de María Adelaida de Austria, Amadeo de Saboya, nacido en Turín en 1845 y fallecido en la misma ciudad el 18 de enero de 1890. Recibió el título de duque de Aosta . Durante su juventud se le sometió a una intensiva educación militar a cargo de los coroneles Giovanetti y Ricci, así como del general Rossi, después de lo cual, realizó varios viajes por Francia, Inglaterra, Turquía, España, Dinamarca o Suecia para completar su formación. Pronto pudo demostrar su formación castrense al ser designado jefe de los granaderos de Cerdeña; se batió en la guerra contra Austria, se adjudicó una merecida reputación en la batalla de Custozza y resultó herido en la batalla de Cavelchina; así, el joven príncipe fue ascendiendo en el escalafón militar, primero con grado de brigadier de caballería (1867), para más tarde llegar a vicealmirante en el ejército. En 1867 se casó con María Victoria dal Pozzo della Cisterna; de este primer matrimonio tuvo tres hijos: los príncipes Manuel Filiberto, duque de Aosta; Víctor Manuel, conde de Turín y Luis Amadeo, duque de los Abruzzos.

Cuando Isabel II fue expulsada del trono español, las Cortes iniciaron el proceso de elección de un nuevo monarca. El nuevo sistema político, una monarquía constitucional hereditaria, debía contar con un rey leal a estos principios políticos. De esta manera, se hicieron unas votaciones en las que las Cortes votaron a Amadeu como próximo rey de España.

Gracias al tema que hemos estudiado este trimestre sabemos cómo y porque terminó el reinado de Amadeo, pero, ¿qué fue de él después de eso?

Después de abdicar se trasladó a Lisboa para poco después dirigirse a su ciudad natal, Turín, donde murió su esposa María Victoria el 8 de noviembre de 1876. El 11 de septiembre 1888 Amadeo contrajo segunda nupcias con la hija de Jerónimo Napoleón y sobrina suya, Leticia Bonaparte, quien le daría un cuarto hijo, Humberto, conde de Salemi.

¿Qué me dices?: Especial Isabel II por Mar Parejo y Mireia Marquínez B21

Isabel nació el diez de octubre de 1830 en Madrid. Su padre era Fernando VII y su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que era la cuarta esposa del rey y que además era su sobrina carnal. En sus tres anteriores matrimonios no habían dado descendencia a Fernando VII. Después de tener a Isabel II tuvo otra hija, la infanta Luisa Fernanda que nació en 1832.
Sé que os estaréis preguntando qué tiene de interesante la vida de esta reina en comparación a las demás. De momento solo añadiré que una de las razones por las que fue echada del trono era que, aparte de ser una pésima reina, aireaba todos sus amantes sin disimularlo, la cual cosa era una vergüenza por aquel entonces. Aunque no adelantemos acontecimientos, empecemos por el principio.
Isabel fue obligada a casarse con Francisco de Asís, hijo del Infante Francisco de Paula y de Luisa Carlota, que era además primo hermano de la reina. Francisco de Asís era conocido por su fama de homosexual, incluso una copla popular decía de éste:
Gran problema es en las Cortes
Averiguar si el consorte
Cuando acude al excusado
Mea de pie o mea sentado

Su noche de boda fue un fracaso. Es conocido el comentario que hace Isabel II al diplomático León y Castillo “que voy a decir de un hombre que en la noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía”.
La vida de Isabel II se basa en una fiesta continua. Se acostaba a las cinco de la mañana y se levantaba a las tres de la tarde. Este modo de vida levantaba fuertes críticas en la sociedad española. Tuvo 14 amantes reconocidos, el primero de ellos fue el general Serrano y producía un auténtico escándalo porque la reina lo perseguía por todos los cuarteles de Madrid. Llegó a tal nivel el escándalo, que el ejército decidió trasladarlo fuera de la capital. Entre los demás destacan el capitán José María Arana y el general O’Donnell. En la primera relación hay una anécdota que su marido Francisco de Asís, un día le dijo a la reina que tuviera cuidado con José María Arana, que le estaba poniendo los cuernos. También hay que destacar la anécdota de que en el año 1860, O´Donnell va a despedirse de Isabel II antes de iniciar una nueva guerra en Marruecos, la reina le dice cariñosamente que si ella fuera hombre iría con él. Francisco de Asís que estaba presente, añadió “lo mismo te digo O´Donnell, lo mismo te digo”.

Mientras todo esto sucedía, Francisco de Asís y Borbón tuvo un amigo, Antonio Ramón Meneses, con el que convivió toda su vida. Ante los continuos amantes de Isabel II, los asumió con naturalidad. Por el reconocimiento de la paternidad de los hijos de Isabel II recibía a cambio un millón de reales por hacer la presentación de cada uno de ellos.
Acabamos diciendo que Isabel fue una mujer sin gran personalidad y con total falta de libertad siempre siendo juguete de los intereses políticos, religiosos y que su única expansión fueron sus amantes los cuales la utilizaron para conseguir sus propios fines.