Si tuviera que recomendar un destino para viajar recomendaría, indudablemente, Berlín, Alemania, y lo clasificaría en el primer lugar de mi lista de destinos.
Es una de las mejores ciudades que he tenido el placer de visitar, la cual, a pesar de estar todavía en reconstrucción debido a los numeroso desperfectos que se dieron lugar en la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), es preciosa, muy verde, y aún conserva esa mezcla de aire urbanita y antiguo que se puede respirar en cada rincón de ella.

Goza de grandes y emblemáticos monumentos y edificios, como por ejemplo: La Isla de los Museos, Alexanderplatz, El Museo de Historia de Berlín, La Puerta de Bradenburgo, La Catedral de Berlín, Potsdamer Platz, El Reichstag, los cuales se pueden visitar con fácil acceso y, a pesar de que en algunos casos se tenga que pagar una pequeña tasa (como por ejemplo la Torre de Telecomunicaciones de Berlín), es medianamente económico y muy recomendable. Otro monumento emblemático y reconocido a nivel mundial podría ser el Muro de Berlin (situado en la portada de este blog), el cual se puede apreciar, gratuitamente, a trozos a lo largo de todo Berlín, así permitiéndonos ver la clara separación que había entre Berlín Este y Berlín Oeste.

La escena nocturna de esta maravillosa ciudad también es estupenda, si se sabe donde ir se puede llegar a disfrutar muchísimo, yendo desde locales sofisticados hasta a “garitos” más undergrounds, también permitiéndonos disfrutar de una buena sesión de karaoke una tarde cualquiera en el Mahuer Park.
Referido a mi experiencia, os recomiendo hacer un intercambio de alumnos, dado que fue lo que yo hice y me permitió descubrir en primera persona la cultura berlinense, hacer grandes amigos y disfrutar de una de las mejores experiencias que he vivido nunca.
