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“¡Sí al museo militar!” por José D. Luque y Daniel Vílchez B-21

Hace unas semanas vimos una noticia en www.racocatalà.cat que explicaba que un artículo de Albert Sánchez Piñol había sido retirado de la versión digital de La Vanguardia a las pocas horas de su publicación. Esto sucedió el domingo 8 de febrero. La explicación dada por el director fue que sería publicado cuando el diario quisiese. A pesar de eso, estaba programada su publicación en papel el propio domingo.

¿Por qué semejante “censura”? Seguramente fue debido al tema que Sánchez Piñol trata en su artículo. Titulado “¡Sí al museo militar!” y en forma de contestación sarcástica a la propuesta de un militar sobre la construcción de un museo militar en Barcelona, seguro que habría causado cierto resquemor entre una parte de los lectores, los más cercanos a la derecha más rancia.

En cuanto a referencias a la historia, que es la temática del blog, el artículo está  lleno, como no podía ser de otra manera. Desde la célebre frase de Espartero hasta comentarios de generales y sucesos a través de los conflictos históricos en los que España y Catalunya entraron en guerra. Un usuario de Tumblr logró conseguir el texto íntegro, que os mostramos a continuación:

El señor Ricardo Álvarez-Espejo, teniente general del ejército, ha propuesto recientemente que se cree un Museo Militar en Barcelona, objetivo que considera “ambicioso e irrenunciable”. Nuestra opinión es que ya era hora que el ejército hiciera una propuesta que pudiera ser muy acogida por la sociedad catalana. Estamos seguros de que el señor Álvarez-Espejo se dejará asesorar, en una amable colaboración entre las fuerzas armadas y mundo civil.

Para empezar sería muy interesante que el Museo Militar dedicara una galería a las masacres que el ejército ha cometido históricamente contra la población civil catalana. Por ejemplo, escogiendo una entre tantas, los hechos de Cambrils de 1640, cuando después de un breve asedio la plaza se rinde a las tropas castellanas. Incumpliendo todos los pactos, el ejército masacró a más de setecientos cambrilenses.

Muy apropiada y visual sería una sección que se titulara: “Bombas sobre Barcelona”, donde se detallaran todos los bombardeos que el ejército español, y sus aliados, han perpetrado históricamente contra la capital catalana. Difícilmente encontraríamos otro caso de una urbe bombardeada tantas veces, y tan salvajemente, por el mismo ejército que supuestamente tenía que defenderla. Digo que sería una sección muy visual porque se podrían incluir croquis y gráficos de la devastación urbana y humana, así como modelos de los proyectiles empleados, que incluirían desde la arcaica balística del siglo XVII hasta las modernas bombas de fragmentación de la guerra civil española.

Otro apartado lo merecerían los enfermos de psicopatía que se han enfundado el uniforme militar y han recalado en Catalunya. Como por ejemplo Charles de Espagnac (1775-1839), un francés expulsado de su país, por reaccionario, pero que hizo carrera en el ejército español. Su demencia lo llevó a prohibir las barretinas, el pelo largo en los hombres y las trenzas en las mujeres. Le gustaba bailar bajo la horca, entre los pies de los cadáveres que había mandado colgar, borracho por una combinación de ron y aguardiente. Fernando VII siempre lo defendió: “Está loco, pero para estas cosas no hay otro”.

Una temática indispensable para cualquier Museo Militar que se precie sería la de los gobernadores militares y su relación con Catalunya. Recordemos la famosa frase del general Espartero. “Hay que bombardear Barcelona cada 50 años para mantenerla a raya”. Menos célebre es el capitán general Juan Zapatero y Navas, conocido por sus propias tropas como el general Cuatro Tiros. Y con razón. Su frase preferida era: “Yo sé cómo se arregla; a ese, ‘cuatro tiros’; a ese otro, igual. Cuatro tiros y se acabó el problema”. Los civiles catalanes, en cambio, preferían denominarlo el Vampiro por su afición a los fusilamientos indiscriminados. En cierta ocasión ajustició a un pobre chico jorobado, escogido al azar. ¿El motivo? Que según algunos delatores en la última revuelta obrera había participado un chico jorobado.

El general Severiano Martínez Anido no desmerecía a sus predecesores: en 1920, como gobernador militar de Barcelona, se enfrentó con el gobernador civil Carlos Bas, a quien acusaba de “blando”. Anido le exigió que le dejara fusilar a “gente como Eugeni d’Ors, Lluís Companys, Joaquín Montaner, Francisco Layret, Salvador Seguí, Ángel Pestaña, Mario Aguilar, Guerra del Río, los hermanos Ulled, y otros”. En sus memorias Bas narra el diálogo. Bas: “Señor gobernador militar, soy el gobernador civil, no un asesino”. Anido: “No es cuestión de asesinar sino de ejecutar. No emplee usted palabras malsonantes”.

Y puesto que nos referimos a “palabras malsonantes”, también se podría dedicar una sección del museo a la temática “La prensa militar y Catalunya”. En las hemerotecas hay centenares y centenares de artículos del siguiente estilo, publicado en La Correspondencia Militar, el 13 de diciembre de 1907: “El problema catalán no se resuelve, por la libertad, sino con la restricción; no con paliativos y pactos, sino por el hierro y por el fuego”.

¡Qué gran fortuna que hoy en día el ejército español ya no practique las “palabras malsonantes”, que sólo sean materia de memoria y de museo! Esto es loable y es cierto. Tan cierto como que el pasado mes de noviembre publicamos el artículo “¡Un paso al frente!”, en el que describíamos el caso de un militar en activo, el teniente Luis Gonzalo Segura, a quien la fiscalía militar le ha abierto un expediente que podría acabar con la solicitud de seis años de prisión. ¿El delito? Ser el autor de una obra de ficción, concretamente una novela, donde se describen unas fuerzas armadas en las que reina el nepotismo y la corrupción a gran escala. Cuesta de creer, así que lo repito: en pleno siglo XXI la jurisdicción militar española puede pedir una pena de seis años de prisión por escribir una novela.

Precisemos, para acabar, que el mismo señor Álvarez-Espejo, que ahora nos regala la afortunada iniciativa del Museo Militar, publicó inmediatamente un artículo de réplica en este diario, titulado “Otro paso al frente”, una réplica extraordinariamente peculiar, por cierto, puesto que en todo su artículo no mencionaba ni una sola vez el motivo de réplica: es decir, el teniente Segura y su caso.

Cuando escribo estas líneas, el teniente Segura vuelve a estar bajo arresto.”

http://www.racocatala.cat/noticia/35602/vanguardia-fa-desapareixer-article-dalbert-sanchez-pinol

http://rcubi.tumblr.com/post/110426041887

 

Adolf Galland/ Sergio Cámara B-21

Muchos de vosotros os preguntareis quien es Adolf Galland.

Este personaje es uno de los mas famosos e interesantes de todas las fuerzas Aéreas de la 2a Guerra Mundial, además de ser uno de los pilotos con mas derribos en Europa.

Adolg Galland se bautizó en la Guerra Civil Española, enviado por el “Mariscal del Reich“, fue instructor en la secreta “Luftwaffe” en los años 30. Más tarde sería reclamado por los alemanes para luchar la gran guerra.

En 1941 Göring lo ascendió a ” General der Jagdflieger”.

Adolf Galland acabó la guerra con 104 derribos y una cruz de caballero con hojas de roble espadas y diamantes, la mayor condecoración que pueda recibir un piloto de la “Luftwaffe”.

                            galland

Misiones Pedagógicas 1934 – 1936 / Sergio Cámara- B21

Todos sabemos que la 2a República española fue un avance hacia la cultura, pero justo antes de entrar en esta República el 75% de los españoles vivan en el campo y mas del 35% eran analfabetos, estas Misiones Pedagógicas tenían la finalidad de llevar educación a toda esta gente, el 1er objetivo de la República fue superar el atraso de esta incultura, esta educación deficiente.
Este documental que os dejo aquí:(https://www.youtube.com/watch?v=tYmfcvXqUBM)
Estos actos nos da una idea de ese comienzo de la República, y esas misiones para igualar las condiciones de vida, luchar por el pueblo.
La única pregunta que se me viene a la cabeza cuando veo este documental sobre la 2a República española es “Porqué eliminar la república, cuando su misión es mejorar España?”descarga

Robert Capa i Gerda Taro per Aina Santiago B21

Robert Capa és el pseudònim dels reporters de guerra Ernest Andrei Friedmann i Gerda Taro. Encara que aquest nom, esta més associat a la part masculina del tàndem.

Ernest Andrei Friedmann va néixer el 22 d’octubre del 1913 a Budapest, Hongria, dins d’una família jueva. Quan va complir els 18 anys es va veure obligat a anar-se del país, va anar primer a Alemanya i després a París on es va forjar la carrera com a reporter cobrint revoltes i mobilitzacions del front popular.

 

Robert Capa durant la guerra civil espanyola

 

Gerta Pohorylle va néixer l’1 d’agost del 1910 a Stuttgart, Alemanya, era filla de jueus polonesos. Des de molt jove va entrar a formar part de moviments socialistes i obrers. Per això amb l’arribada dels nazis al poder i després d’haver patit una detenció, va decidir fugir amb una amiga a París.

 

Gerda Taro

La primera trobada d’aquests amants tràgics va ser aproximadament el 1934 a París, quan tots dos intentaven fugir del nazisme.

Andrei i Gerda es van convertir en parella poc després. Andrei li va ensenyar tots els seus coneixements de fotografia. En veure que les seves fotos acostumaven a ser refusades, s’inventen el pseudònim “Robert Capa”, un suposat fotògraf americà.

El 1936 va començar la Guerra Civil Espanyola, que marcaria decisivament a tots dos. Es traslladen a Espanya per cobrir el conflicte, dins de les Brigades Internacionals.  Implicats en la lluita antifeixista i dins del bàndol Republicà.

 

Mort d’un milicià republicà per Robert Capa

 

Els reportatges que realitzaven eren publicats a revistes com Regards o Vu.

Durant la retirada de l’exèrcit republicà a la batalla de Brunete, el 26 de juliol de 1937 Gerda Taro va morir quan el cotxe on viatjava frenà bruscament per evitar xocar contra un tanc. Ella va sortir volant del cotxe i poc després va ser atropellada per aquell mateix tanc. Gerda Taro és considerada la primera fotoperiodista dona que va cobrir un front de guerra.

Foto de Gerda Taro durant la guerra civil espanyola

Al principi la marca “Capa” era utilitzada per tots dos, però Andre Friedman es va quedar finalment amb el nom de “Robert Capa”. Poc abans de morir Gerda Taro va començar a utilitzar el nom de “Photo Taro”.

A finals de 1938, Robert Capa tornaria a Espanya i cobriria l’entrada de les tropes franquistes a Catalunya, l’evacuació i els últims bombardeigs a Barcelona i els camp de refugiats republicans a Argelers.

Després de la Guerra Civil espanyola, Robert Capa va cobrir diferents conflictes: la segona guerra xino-japonesa, la segona guerra mundial des de Londres, Àfrica del Nord, Itàlia, la Batalla de Normandia a la platja d’Omaha i l’alliberament de París, la guerra àrab- israeliana de 1948 i la primera guerra d’Indoxina.

Foto durant la guerra a Itàlia per Robert Capa

Robert Capa va morir el 25 de maig de 1954 a la batalla de Indoxina, quan va trepitjar una mina sense  adonar-se’n.

“Si la teva fotografia no és prou bona és perquè no t’has apropat prou a l’objectiu.” Robert Capa.

UNA EFEMÉRIDES: EL GOLPE DE CASADO EN LA VANGUARDIA DE HOY

El viernes pasado hablábamos en clase del final de la Guerra Civil y me quedó por explicar el golpe de Casado contra el presidente de gobierno Juan Negrín y los comunistas del que ahora se cumple el 76º aniversario:

  1. http://www.lavanguardia.com/20150222/54426409129/puente-de-plata-para-franco-blai-felip-palau.html
  2. http://www.lavanguardia.com/cultura/20150222/54426429380/paul-preston-azana.html

EL SOBORNO BRITÁNICO A ESPAÑA QUE CAMBIÓ LA HISTORIA MUNDIAL- POR: MAR PAREJO Y MIREIA MARQUÍNEZ

Nos situamos en el 24 de junio de 1940. Un triunfante Hitler se fotografía sonriente en la Torre Eiffel. La perfecta maquinaria militar alemana ha vencido con creces al ejército francés sin apenas disparar un tiro. A estas alturas parece que los soldados del III Reich son invencibles. A las cuarenta ocho horas el primer ministro británico, Winston Churchill tiene en su mesa una propuesta de su embajador en Madrid, Samuel Hoare. Llegados a ese punto, hasta las ideas más descabelladas son las que parecen más factibles.

Hoare se encuentra convencido de que España está al borde de participar en la guerra a favor del Führer. Él sostiene que Franco desea permanecer neutral, pero que está aterrorizado por Alemania. Por un lado, el ala izquierdista de la Falange apoya la intervención en el conflicto. Por otro lado, la parte derechista (carlistas, empresarios, la mayoría del Ejército y los campesinos) está a favor de la neutralidad.

Churchill se dio cuenta de que  lo que tenía que hacer era “potenciar” el ala derechista. Para lograr su objetivo, sobornó a Nicolás Franco, hermano del Generalísimo y entonces embajador en Lisboa; el general Varela, ministro del Ejército; el salvador de Oviedo, general Aranda; el general Gallarza -ministro del Interior- y, por último, el general Kindelán, entonces capitán general de Cataluña, región básica para cualquier operación militar. También a un segundo círculo de conspiradores estaba constituido por los generales Queipo de Llano, Orgaz, Moreno, Alongo, Solchaga, Asensio y Muñoz Grandes -antes de dirigir la División Azul-, todos ellos al mando de capitanías o territorios claves como Marruecos o Sevilla. De esta forma, los sobornados tenían como misión “convencer” a Franco de que unirse a la guerra no era ni de lejos la mejor opción.

La documentación desclasificada señala que Churchill autorizó un total de 20 millones de dólares de la época (unos 331 millones al cambio actual) para sobornos que se fueron concediendo por periodos de seis meses hasta finales de 1942, pues a partir de entonces el régimen franquista ya había girado hacia los Aliados.

A día de hoy, no se sabe si era totalmente necesario el soborno o si fue excesivo. Lo que sí está claro es que puede que gracias a esta acción, España no participara en una de las guerras más sangrientas y crueles de todos los tiempos.

CASTELLDEFELS DURANTE LA II REPÚBLICA (I), POR JORGE NAVARRO

Varias veces a lo largo del presente curso, he hecho referencias en clase a la historia de Castelldefels y me ha parecido conveniente poner aquí algunas informaciones sobre lo que ocurrió al principio de la II República en nuestro pequeño municipio.

La proclamación de la República

 Tras la dimisión del general Berenguer en febrero de 1931, su sustituto, el almirante Aznar, decide convocar elecciones municipales para el día 12 de abril. Al ser las candidaturas republicanas las más votadas en las ciudades, se consideró que se había hecho un plebiscito a favor de la república y contra la monarquía de Alfonso XIII, quien tuvo que emprender el camino del exilio. La II República Española se proclamó dos días después, el 14 de abril, organizándose un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora.

No sabemos exactamente cómo se vivió en las calles y en los hogares de Castelldefels el advenimiento de la República, pero sí lo que ocurrió “oficialmente”: el día dieciséis se procedió a la constitución del nuevo Ayuntamiento republicano en el que Esteban Bou seguía siendo alcalde, repitiendo también Carlos Elías y Juan Acarín . Sin embargo, dos días después, un tal José Vilardell entrega al alcalde un documento firmado por el Ministro de la Gobernación por el que ha de cesar en sus funciones y entregar el poder municipal a un Comité Republicano presidido por él y en el que aparecían apellidos no vinculados al régimen monárquico anterior.

Al parecer, José Vilardell había nacido en Cervelló el año 1886 y venido a Castelldefels para hacerse cargo de unas fincas que había heredado su mujer y residía en Casa Marcè de El Llopart (Vista Alegre).

Foto: Orla escolar

Los niños de la escuela de Castelldefels en 1935. Fuente: Arxiu Municipal.

Este comité estaba formado, además de Vilardell, por Esteban Gombau, Pedro Elías, Francisco Perdigó, Angel Martí y Salvador Vallverdú, quien apenas sabía firmar. Es un claro síntoma de que las nuevas autoridades republicanas desean tener controlada la situación en los municipios rurales.

Sorprendentemente, el primer asunto de importancia que trata el comité en estos momentos de gran ebullición política es el caso del arquitecto municipal Deu, decidiéndose que se reintegre a su puesto.

Deu aceptará una rebaja de cuatro mil pesetas de la deuda que el Ayuntamiento tenía contraida con él. Más tarde se permitirá que siga haciendo proyectos para particulares, pero estarán inspeccionados por otro arquitecto. Sin embargo, los buenos deseos expresados por el comité contrastaban con la realidad, pues al parecer no todo el personal del Ayuntamiento estaba de acuerdo con el nuevo régimen ya que pocos días después dimitirá el secretario del Ayuntamiento Avelino Torruella.

En esta misma sesión se procedió a la modificación del callejero, tanto de las calles existentes como las del Ensanche Sudoeste proyectadas por Deu y que tenían letras provisionales. Así, entre otras, reciben el nombre de Boulevar de la República la actual avenida de Santa María, el de plaza Pi y Margall la de la Iglesia, el de plaza de los Mártires de Jaca la situada en el cruce de la calle Arcadio Balaguer y la que en los planos aparece como S.S., el de Rambla del Catorce de Abril, la que une la plaza anterior con la carretera, y el de Libertad a la calle que en los planos aparecía como B.B. Resulta llamativo que todas ellas perdieron sus nombres durante la dictadura de Franco menos la última, la calle Libertad, que paradójicamente lo conservó.

A finales de mayo, un decreto de Presidencia de la República determina que los concejales electos retornen a sus cargos bajo el mandato de los presidentes de los comités, José Vilardell en nuestro caso. Durante los meses siguientes la labor que se realiza es ingente: se arregla el Camí del Molinot (la actual avenida de la Pineda); se aprueban planes de urbanización presentados por Pedro Parés, Baudilio Aleu, Salvador Viñas, José Feliu Gusiñé y Arcadio Balaguer Costa, entre otros; para solucionar el problema del agua potable se pide a este último la autorización para hacer un pozo de prueba (que se convertirá en “la fuente de la Caperucita”); se permite la apertura de un cine en la Avenida Santa María); se declara zona industrial desde la estación de ferrocarril hasta el término de Gavà; y se protesta ante el Gobierno Civil por un proyecto de saneamiento de terrenos que ya habían sido saneados por sus propietarios para hacerlos aptos para el cultivo. Varios expedientes similares se habían tramitado por los mismos motivos en los años 1925, 1929 y 1930, considerando el Ayuntamiento que se trataba de una estrategia para arrebatarles los terrenos a los legítimos propietarios.

La persecución religiosa durante la Guerra Civil – Rong Rong Hu/B21

El período de la Guerra Civil (1936-1939) provocó un gran nombre víctimas en el territorio español. Entre estos fallecidos, destacamos sobretodo el clérigo, puesto que en la zona republicana se desencadenó la mayor persecución religiosa conocida en la historia desde los tiempos del Imperio Romano, superior incluso a la Revolución Francesa.

El pueblo español, como a consecuencia de la insurrección militar del 18 de julio de 1936, se levantó con las armas que poseían, asesinando en tan solo dos meses, a unos 3.400 clérigos.

Según el filólogo catalán, Jordi Albertí, estas matanzas del 36 fueron totalmente planificadas por la FAI y la CNT,

En Cataluña, el clero catalán fue de las más castigadas; aquí he recogido unos datos que me han sorprendido muchísimo:

Lérida: 270 clérigos asesinados, el 65% de los que había. [Sólo Barbastro supera este número: el 88%].
Tortosa: 316 asesinados, el 62% del clero.
Vic: 177 asesinados, el 27% del clero.
Barcelona: 279 asesinados, el 22% del clero.
Gerona: 194 asesinados, el 20% del clero.

Preparando la hoguera

Además, he encontrado estos sucesos cronológicos que ayudan a comprender muy bien los diferentes sucesos anticlericales:

  • Año 1931, Mayo; asaltos, saqueos y quemas de casi 100 iglesias y edificios religiosos en Madrid, Valencia, Alicante, Murcia, Sevilla y Cádiz. La Guardia Civil y los bomberos no intervienen.
  • Año 1932: Expulsión de los jesuitas (más de 3.000). Quemas y asaltos de edificios eclesiales en Zaragoza, Córdoba, Cádiz (enero); Sevilla (abril); Granada (julio), Cádiz, Sevilla y Granada (octubre). Sensación de impunidad.
  • Año 1934: Revolución de Asturias, 33 curas y religiosos asesinados en Mieres, Turón, Oviedo.
  • Año 1936, antes del 18 de julio, día de la rebelión militar: 17 curas y religiosos asesinados.
  • Del 18 de julio al 1 de agosto: 861 clérigos asesinados.  
  •  Agosto de 1936: 2.077 asesinatos (más de 70 al día), incluyendo 10 obispos.  
  • Asesinatos acumulados a 14 de septiembre : 3.400 sacerdotes y religiosos asesinados (no contamos laicos) en menos de 2 meses.

(El resto de las víctimas se repartirán durante los siguientes años de la guerra).

Homenaje a José Antonio Primo de Rivera en la Catedral de Cuenca

A esta situación de represión hacia la iglesia hay que añadirle la prensa antirreligiosa. En 1936 existían alrededor de 146 diarios antirreligiosos, como El socialista, El Pueblo, o El Crisol, que aplaudieron la quema de conventos y pedían más. 

No cabe duda que los más perjudicados durante el periodo anterior, la II República, y durante la Guerra Civil fue el clérigo. Me ha sorprendido mucho descubrir esta gran cantidad de afectados, y aún más el hecho de que la iglesia ha perdonado a los asesinos diversas veces, como se puede apreciar en diferentes documentos “Constructores de la Paz” (1986) o “La fidelidad de Dios dura siempre” (1999). Sin embargo, ninguna de las organizaciones implicadas ha pedido jamás perdón.

Rong Rong Hu/B21

La persecución religiosa durante la II República – Rong Rong Hu/B21

A medida que he ido estudiando los últimos temas de historia, mi curiosidad hacia la “caza religiosa” en España, ha hecho preguntarme si solamente se produjo durante la Guerra Civil. Como creía, obviamente no.

Desde el periodo de la II República, ya hubo problemas con el cardenal Segura, quien desde el buen comienzo mostró su oposición al nuevo régimen. Los católicos intentaron reducir su relación con el gobierno español, llegando al acuerdo en el que Segura abandonaría España a cambio de que ésta respetase la libertad de culto y enseñanza.

cardenal Segura

Además, destaco el suceso de la quema de conventos el 11 de mayo provocada por un grupo de gente incontrolada como respuesta a una provocación de un grupo del Círculo Monárquico de Madrid, quienes reprodujeron mediante un gramófono, la Marcha Real. Se organizó un motín frente a sus puertas que más tarde, se desplazaría al edificio del diario ABC.

En resultado, hubo unos 107 edificios religiosos quemados.

Lo que más me ha impactado al informarme sobre estos sucesos ha sido el hecho que el propio Maura, monárquico reconvertido a la fe republicana, cuenta en sus memorias “Así cayó Alfonso XIII” que la noche anterior a la quema de conventos, ya se sabía que al día siguiente iban a arder iglesias.

Desde luego, no sé si debería sorprenderme ante esto, puesto que resulta obvio que la iglesia y la República nunca han encajado. No obstante, igualmente, me ha resultado alarmante la noticia.

Rong Rong Hu/B21

El enigmático fusilamiento de Federico García Lorca. Por Antoni-Guillem

El gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca tenía tan sólo 38 años cuando murió fusilado el 18 de agosto de 1936. 78 años después, los sucesos que precedieron su muerte siguen siendo algo confusos, borrosos, llenos de conspiraciones, leyendas y misterio. Llegado a un punto, un laberinto de testigos (algunos de ellos falsos), teorías, anécdotas y alguna que otra verdad se ha enzarzado debido a un exceso de narradores.

Miguel Caballero fue el hombre que se propuso desenredar esa madeja, conseguir separar la realidad de la ficción al detallar los últimos momentos de la vida de Lorca. El libro “Las trece últimas horas en la vida de García Lorca” plasma su estudio completo y a partir del cual voy a basar este artículo.

El primer paso para llegar al corazón del misterio fue la verificación de los cerca de 50 testigos documentados, muchos de ellos cercanos a la vida del escritor. Los expedientes de la Guardia Civil dan fiabilidad al menos a 10 de ellos.

Pero, ¿qué razones llevaron a esta muerte? Pues, según su investigación, fueron las disputas familiares más que las ideologías. Lorca creció en el seno de una familia dirigida por una madre de autoridad férrea. Van a detenerlo a casa de los Rosales tres personas: Ramón Ruiz Alonso (diputado de la CEDA y padre de Emma Penella y Terele Pávez), Federico Martín Lago (un maestro perteneciente a Falange) y Juan Luis Trescastros. Éste último, familiar lejano del poeta y, a la vez, hombre de confianza de la familia Roldán, enemiga de los García Lorca.

El primer intento de asesinarlo es en la huerta de San Vicente, donde tratan de prender en llamas a Lorca. Este intento fallido sucedió el 9 de agosto (una semana antes de su detención) y fue orquestado por dos miembros de los Roldán (una familia enemistada con el poeta) que se reunieron la semana anterior con el gobernador civil de Granada, Valdés Guzmán. El asunto hace que la familia de Lorca piense que el mejor lugar para protegerle es la casa de los hermanos Rosales. El escritor es amigo de Luis, también poeta, aunque varios años menor. «Pensaron que allí estaba seguro, los cinco hermanos eran falangistas y José, conocido como ‘Pepiniqui’, un puntal importante del partido en Granada. Nadie pensaba que alguien fuera tan osado de ir a la casa de ‘Pepiniqui’ a detener a García Lorca».

Según Caballero, el fusilamiento tuvo que ocurrir en la madrugada del 17 de agosto de 1936, y no el 18, fecha oficial de la muerte. Sus conclusiones se exponen en el siguiente fragmento: «Hay dos razones fundamentales. El día 18 el capitán Nestares fue destituido durante dos días de su mando, con lo que no pudo recibir a Lorca ese día. Después el hecho de que quien lo traslada, el teniente Martínez Fajardo, tuvo que salir el día 17 a las cinco de la mañana con una columna para la toma de un pueblo de Granada». Además, era de gran interés un rápido fusilamiento de Federico, pues el padre era rico, influyente y de derechas. Miguel Caballero pone la tilde en la investigación poniendo nombre a los seis que formaron el pelotón de fusilamiento: Mariano Ajenjo Moreno (el jefe), Antonio Benavides (perteneciente a los Alba y familiar lejano del escritor), Salvador Varo Leyva, Juan Jiménez Cascales, Fernando Correa Carrasco y Antonio Hernández Martín.

Junto a Lorca, otros tres reos: los anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas, y el profesor ateo Dióscoro Galindo. Sin emabargo, la gran pregunta es ¿Dónde están los cadáveres? Según su investigación, los cadáveres se encontraron a sólo 400 metros de donde se excavó.

«El lugar está perfectamente delimitado y ahí no se han movido tierras, ha sido una zona siempre de sierra, dedicada al pastoreo. Fue en esos pozos donde tiraron los cadáveres». ¿Y volverán las excavadoras a tratar de recuperar los restos del poeta? «A mí como investigador me gustaría que así fuera, pero la familia de Lorca se niega. Entiendo que legal y moralmente, ellos deben decidir». Y sus descendientes han dicho en varias ocasiones que prefieren que la fosa siga siendo el cementerio donde, supuestamente, descansa el cadáver de un gigante de la literatura.