Arxiu de la categoria: HISTÒRIA CONTEMPORÀNIA

Huelga General de 1988 (14-D). Por Gabriel Villabona B-21.

Parece que la historia se vuelve a repetir cuando hablamos de hacer sufrir al pequeño con el fin de que el grande quede satisfecho o consiga su propósito. Así es como las revueltas, el malestar de la gente, los malentendidos entre vecinos de distinto bando y un sinfin de diferencias entre los de abajo, los del pueblo, comienzan. Todo por culpa de unas empresas que (por desgracia apoyadas por el gobierno tutelar) no hacen más que exprimir hasta el último aliento de los obreros y que a cambio reciben millones y millones de euros, dólares o libras sin importar el partido político al que apoyen, sus creencias religiosas o la étnia a la que pertenezcan.

De esta forma comenzó la Huelga General de España el 14 de diciembre del año 1988, a causa de la reforma laboral llevada a cabo por el presidente del gobierno Felipe González quien había perjurado, haciendo uso de una demagogia digna de un militante de derechas, que “las políticas sociales que su gabienete llevaría a cabo serían lo más justas y democráticas posibles”. Dicha reforma puso en marcha el despido abaratado y los contratos temporales de los jóvenes que conseguían entrar a las empresas. Tales condiciones no hicieron más que beneficiar a la patronal, es decir, a la persona o personas que ofrecían puestos de trabajo. Gracias a esa reforma los peces gordos pudieron lucrarse sin ningún tipo de escrúpulo a costa de la salud y la explotación de sus trabajadores.

El país se paralizó aquel día durante 24 horas. Fue de tal magnitud la manifestación, que el gobierno estuvo obligado a negociar un pacto con los sindicatos españoles, incluso Televisión Española (TVE) fue obligada a cesar su emisión por sus propios empleados. El impacto social y mediático que tuvo este acontecimiento no ha tenido parangón con otro suceso desde la Transición.

“Se puede engañar a una persona todo el tiempo, se puede engañar a todas las personas algún tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo” – Abraham Lincoln

“Uno de los dos está de más” por Rong Rong Hu/B21

Según el libro de Pilar Urbano, titulado “La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar”, el ex presidente  Adolfo Suárez supo que el Golpe de Estado del 23-F nació en Zarzuela y que el alma de la operación era el mismo rey.

Se dice que el rey se dejó convencer por el general Alfonso Armada, quien afirmó que se encontraban viviendo en una situación que necesitaba un golpe militar y que buena parte de la oposición pensaba de este modo. Por ello, el rey intentó convencer a Suárez, durante los primeros días de enero de 1981, de la necesidad de cambios en el gobierno. Sin embargo, Suárez, se mantuvo firme a sus principios: “Armada es un enredador que vende humo, que vende conspiraciones, sediciones, sublevaciones. Y lo malo es que se las vende al propio Rey”. Estas palabras, que le dijo Suárez a el rey, supuso el fin de su relación.

Juan Carlos forzó al presidente a dimitir, su conversación en la Zarzuela fue tan intensa que el rey expresó lo siguiente: “Uno de los dos sobra en este país. Uno de los dos está de más. Y, como comprenderás, yo no pienso abdicar”.

Suárez, quien ya no contaba ni con el apoyo del rey ni con la de su propio partido, UCD, le propone al rey disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones, a lo que el rey descarta inmediatamente.

En el libro de Pilar Urbano se comenta que unos días después, mientras el presidente del gobierno se encontraba en la Zarzuela, los tenientes generales Elícegui, Merry Gordon, Milans del Bosch y Campano López, amenazaron de muerte al presidente si no dimitía, por lo que finalmente, presentaría su dimisión en una reunión con el rey poco después.

Personalmente, considero que Suárez fue un muy buen ejemplo en el ámbito político de España. Un político ejemplar que supo mantenerse firme a sus principios sin dejarse manipular por el miedo. Es más, considero que fue un personaje castigado injustamente, y que ¿Quién sabe? Quizás si no hubiese sido forzado a dimitir, el intento de golpe de estado del 23 de febrero no se hubiese llevado a cabo.

Me gustaría comentar además, la siguiente fotografía en la que aparecen Juan Carlos I y Adolfo Suárez en una fotografía tomada por el hijo de Suárez poco antes de morir este último.

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La fotografía resulta irónica en sí. Después de la manera en que acabaron las cosas; un presidente frustrado ante la incapacidad de actuar o tener voto en las decisiones y, un rey aliviado por la dimisión del ex presidente, considero que el título del libro de Pilar Urbano le hace justícia a la historia, pues “La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar”, expresa de manera muy clara la pérdida de memoria progresiva que sufrió Suárez debido al Alzheimer y la preferencia del rey, y seguramente también alivio, al no tener testigos que recuerden su oscuro pasado.

un ascensor histórico (que no un histórico ascensor)

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Como ya sabéis, el verano pasado estuve en Nueva York con mi familia y en la visita que hicimos al Top of the Rock en el techo del ascensor aparecían imágenes que explicaban la historia del edificio.

Por un momento, pensé que este vídeo que os muestro era el mismo que vimos, pero no, se trata de imágenes que muestran la evolución de la ciudad de Nueva York en el ascensor del nuevo rascacielos  que está al lado de la Zona Cero, donde estaban las Torres Gemelas (sí, ese alto que se ve en la foto).

Que por un momento aparezca una de ellas y que desaparezca enseguida me ha dejado tocado.

http://www.nytimes.com/video/nyregion/100000003637210/sky-pods-show-rise-of-new-york-skyline.html?

Dos Españas, dos reyes, dos proclamaciones. Por Antoni-Guillem

Son 39 años los que diferencian la proclamación de Juan Carlos I y Felipe VI. En ese intervalo de tiempo diferenciamos dos polos en múltiples aspectos. Dos Españas completamente diferentes, dos contextos históricos radicalmente opuestos y dos proclamaciones que desbordan diferencias la una a la otra.

Primero de todo, Juan Carlos de Borbón juró sobre la Biblia, “por Dios” seguir los Principios del Movimiento Nacional del régimen franquista. Por otro lado, Felipe VI juró seguir los principios de la Constitución Española del 1978 sobre ésta misma, no sobre la Biblia.

Los símbolos e insignias que llevaron ambos reyes forman parte de esos detalles que marcan la diferencia. Mientras que el rey Juan Carlos I llevó el escudo con el yugo, las flechas de los Reyes Católicos y la cruz de Borgoña roja, Felipe VI no los llevó.

Las diferencias claramente progresistas de la proclamación de Felipe con la de Juan Carlos se basan, como he dicho anteriormente, en un extenso abanico de detalles. Además de los símbolos, las ausencias y presencias durante la coronación son otro factor a mencionar. La coronación de Juan Carlos I estuvo plagada de asistentes y jefes de Estado de todo el mundo; el dictador Pinochet o el rey de Jordania Husein I. Mientras que en la de Felipe VI no hubo presencia internacional a pesar de celebridades de la cultura y el deporte como Pau Gasol o Rafa Nadal.

De la misma forma que Felipe VI no llevó las flechas de los Reyes Católicos, también prescindió de todo tipo de elemento religioso así como la cruz que se sitúa entre la corona y el cetro, la Biblia, y la Misa del Espíritu Santo (celebrada cinco días después de la proclamación de Juan Carlos I), que fue sustituida por un acto en el Palacio Real en el que los reyes saludaron a los asistentes invitados por la Corona.

Sin embargo, el plato fuerte es sin lugar a dudas los discursos. Del discurso de Juan Carlos I cabe destacar el juramento mencionado: “Juro por Dios y sobre los santos evangelios”. La mención a Franco: “un hito (…) con respeto y gratitud quiero recordar la figura” y “una figura excepcional”. Las intenciones de Juan Carlos I acerca de sus planes reformistas para conducir a España hacia la democracia son intangibles para los “procuradores” debido a la ambigüedad de su discurso. Sin embargo, están allí: “hoy comienza una nueva etapa de la historia de España”, “confío en que todos sabremos cumplir la misión a la que estamos comprometidos, si todos permanecemos unidos, habremos ganado el futuro”. Juan Carlos I finaliza su discurso con un potente y vigorizante “Viva España”.

Por otro lado, Felipe VI pronuncia un discurso más cercano en el que muestra un cariñoso agradecimiento a sus padres. Felipe también hace mención de futuro con alusiones a la renovación y unidad de España (refiriéndose  a los focos nacionalistas de Catalunya y País Vasco): “en esta España abemos todos. La diversidad define nuestra propia identidad”, además de definir a las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas, como el catalán y el vasco, como “patrimonio común”. Felipe VI finalizó su discurso a sustitución del “Viva España” con un “Muchas gracias. Moltes gràcies. Eskerrik asko. Moitas grazas”.

La democracia vence. Por Rong Rong Hu/B21

La transición española

 

La imagen escogida pertenece a la portada de la conocida revista americana llamada Time.

La razón por la que he decidido publicar ésta y no otra ha sido para destacar el hecho de que la transición española no solamente fue un acontecimiento importante en el territorio español, sino que también lo fue a nivel mundial . La prueba que sustenta esto último es la misma revista, la cual es enormemente popular universalmente.

En esta imagen, observamos que el personaje que aparece en primer plano, otorgándole más importancia es Adolfo Suárez, personaje indispensable para llevar a cabo la transición. En segundo lugar destacamos a Juan Carlos I de Borbón, rey de España y al fondo de todo, vemos un cuadro del recién fallecido, Francisco Franco.

El título Spain: Democracy Wins, significa España: La democracia gana. Sin duda, esto no hubiese sido posible si no fuese por Adolfo Suárez, quien llevó a cabo la Ley Fundamental de Reforma Política, desmontando la dictadura y acordó con los izquierdas para iniciar el proceso democrático con unas elecciones libres el 15 de Junio de 1977.

 

La utopía de Hitler: España como cuarta potencia del eje. Por Antoni-Guillem

A veces los hechos históricos, la historia misma, no es la que uno cree. La relación entre Franco y Hitler es un claro ejemplo. Aunque un alto porcentaje pueda creer que la relación entre la España franquista y la Alemania nazi fuera amistosa, cordial y estrecha, ese porcentaje estará equivocado. El grado de error cometido en esta creencia es grande, enorme. Pues el Führer acabó diseñando un plan para desalojar del poder al dictador español.

Todo empezó cuando ambos dictadores se reunieron en la estación de tren de la localidad francesa de Hendaya el 23 de octubre de 1940. Adolf Hitler, exigió en esa entrevista a Francisco Franco la absoluta participación en la Segunda Guerra Mundial posicionando a España en el bando de las Potencias del Eje. Hitler daba por hecho que Franco acabaría cediendo, sintiéndose obligado a ceder, debido a que Alemania lo había apoyado con el envío de la Legión Cóndor al finalizar la Guerra Civil.

A pesar de las exigencias por parte de Hitler, el dictador español no estaba dispuesto a entrar en el conflicto internacional y tan sólo se comprometió a enviar una unidad de voluntarios, la División Azul, y apoyar la invasión de Gibraltar que, finalmente, no se llegó a producir. La respuesta dada por Franco, nada clara y de total ambigüedad, sorprendió negativamente a Hitler.

A raíz de lo sucedido, Hitler comenzó a maquinar una estrategia firme y seria para derrocar a Franco y sustituirlo por alguien que fuera de su confianza: Agustín Muñoz Grandes. Grandes era un falangista que había ocupado el cargo de Ministro secretario general del Movimiento y que, en esos momentos, comandaba la División Azul.

Grandes y Hitler negociaron en 1941 el plan del Führer. Cartas sobre la mesa, el militar español veía con buenos ojos la propuesta ya que, él también consideraba que la implicación de España en la Segunda Guerra Mundial debía ser absoluta.

Sin embargo, Muñoz Grandes presentaba discrepancias acerca de derrocar a Franco ya que consideraba que tenía gran carisma. Su intención era convertirlo en un Jefe de Estado de paja y colocarse él mismo como Presidente del Gobierno para manejar el poder legislativo en función de Alemania.

No obstante, los rumores de este intento de casi golpe de Estado llegaron a los oídos de Franco. Como medida de prevención, hico regresar a Muñoz Grandes a Madrid, lejos de los nazis, fue ascendido a Teniente General a la vez que se lo designaba jefe de la Casa Militar de Franco además de una promesa de un alto cargo del ministerio.

La maniobra de Franco funcionó con éxito haciendo que Grandes jurara lealtad inquebrantable al Caudillo. Como consecuencia de esta decisión favorable a Franco, ocupó cargos como Ministro del Ejército o la vicepresidencia del Gobierno.

“Si no puedes con tu enemigo, únete a él”

Fuente: ABC

 

 

EL SOBORNO BRITÁNICO A ESPAÑA QUE CAMBIÓ LA HISTORIA MUNDIAL- POR: MAR PAREJO Y MIREIA MARQUÍNEZ

Nos situamos en el 24 de junio de 1940. Un triunfante Hitler se fotografía sonriente en la Torre Eiffel. La perfecta maquinaria militar alemana ha vencido con creces al ejército francés sin apenas disparar un tiro. A estas alturas parece que los soldados del III Reich son invencibles. A las cuarenta ocho horas el primer ministro británico, Winston Churchill tiene en su mesa una propuesta de su embajador en Madrid, Samuel Hoare. Llegados a ese punto, hasta las ideas más descabelladas son las que parecen más factibles.

Hoare se encuentra convencido de que España está al borde de participar en la guerra a favor del Führer. Él sostiene que Franco desea permanecer neutral, pero que está aterrorizado por Alemania. Por un lado, el ala izquierdista de la Falange apoya la intervención en el conflicto. Por otro lado, la parte derechista (carlistas, empresarios, la mayoría del Ejército y los campesinos) está a favor de la neutralidad.

Churchill se dio cuenta de que  lo que tenía que hacer era “potenciar” el ala derechista. Para lograr su objetivo, sobornó a Nicolás Franco, hermano del Generalísimo y entonces embajador en Lisboa; el general Varela, ministro del Ejército; el salvador de Oviedo, general Aranda; el general Gallarza -ministro del Interior- y, por último, el general Kindelán, entonces capitán general de Cataluña, región básica para cualquier operación militar. También a un segundo círculo de conspiradores estaba constituido por los generales Queipo de Llano, Orgaz, Moreno, Alongo, Solchaga, Asensio y Muñoz Grandes -antes de dirigir la División Azul-, todos ellos al mando de capitanías o territorios claves como Marruecos o Sevilla. De esta forma, los sobornados tenían como misión “convencer” a Franco de que unirse a la guerra no era ni de lejos la mejor opción.

La documentación desclasificada señala que Churchill autorizó un total de 20 millones de dólares de la época (unos 331 millones al cambio actual) para sobornos que se fueron concediendo por periodos de seis meses hasta finales de 1942, pues a partir de entonces el régimen franquista ya había girado hacia los Aliados.

A día de hoy, no se sabe si era totalmente necesario el soborno o si fue excesivo. Lo que sí está claro es que puede que gracias a esta acción, España no participara en una de las guerras más sangrientas y crueles de todos los tiempos.

El enigmático fusilamiento de Federico García Lorca. Por Antoni-Guillem

El gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca tenía tan sólo 38 años cuando murió fusilado el 18 de agosto de 1936. 78 años después, los sucesos que precedieron su muerte siguen siendo algo confusos, borrosos, llenos de conspiraciones, leyendas y misterio. Llegado a un punto, un laberinto de testigos (algunos de ellos falsos), teorías, anécdotas y alguna que otra verdad se ha enzarzado debido a un exceso de narradores.

Miguel Caballero fue el hombre que se propuso desenredar esa madeja, conseguir separar la realidad de la ficción al detallar los últimos momentos de la vida de Lorca. El libro “Las trece últimas horas en la vida de García Lorca” plasma su estudio completo y a partir del cual voy a basar este artículo.

El primer paso para llegar al corazón del misterio fue la verificación de los cerca de 50 testigos documentados, muchos de ellos cercanos a la vida del escritor. Los expedientes de la Guardia Civil dan fiabilidad al menos a 10 de ellos.

Pero, ¿qué razones llevaron a esta muerte? Pues, según su investigación, fueron las disputas familiares más que las ideologías. Lorca creció en el seno de una familia dirigida por una madre de autoridad férrea. Van a detenerlo a casa de los Rosales tres personas: Ramón Ruiz Alonso (diputado de la CEDA y padre de Emma Penella y Terele Pávez), Federico Martín Lago (un maestro perteneciente a Falange) y Juan Luis Trescastros. Éste último, familiar lejano del poeta y, a la vez, hombre de confianza de la familia Roldán, enemiga de los García Lorca.

El primer intento de asesinarlo es en la huerta de San Vicente, donde tratan de prender en llamas a Lorca. Este intento fallido sucedió el 9 de agosto (una semana antes de su detención) y fue orquestado por dos miembros de los Roldán (una familia enemistada con el poeta) que se reunieron la semana anterior con el gobernador civil de Granada, Valdés Guzmán. El asunto hace que la familia de Lorca piense que el mejor lugar para protegerle es la casa de los hermanos Rosales. El escritor es amigo de Luis, también poeta, aunque varios años menor. «Pensaron que allí estaba seguro, los cinco hermanos eran falangistas y José, conocido como ‘Pepiniqui’, un puntal importante del partido en Granada. Nadie pensaba que alguien fuera tan osado de ir a la casa de ‘Pepiniqui’ a detener a García Lorca».

Según Caballero, el fusilamiento tuvo que ocurrir en la madrugada del 17 de agosto de 1936, y no el 18, fecha oficial de la muerte. Sus conclusiones se exponen en el siguiente fragmento: «Hay dos razones fundamentales. El día 18 el capitán Nestares fue destituido durante dos días de su mando, con lo que no pudo recibir a Lorca ese día. Después el hecho de que quien lo traslada, el teniente Martínez Fajardo, tuvo que salir el día 17 a las cinco de la mañana con una columna para la toma de un pueblo de Granada». Además, era de gran interés un rápido fusilamiento de Federico, pues el padre era rico, influyente y de derechas. Miguel Caballero pone la tilde en la investigación poniendo nombre a los seis que formaron el pelotón de fusilamiento: Mariano Ajenjo Moreno (el jefe), Antonio Benavides (perteneciente a los Alba y familiar lejano del escritor), Salvador Varo Leyva, Juan Jiménez Cascales, Fernando Correa Carrasco y Antonio Hernández Martín.

Junto a Lorca, otros tres reos: los anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas, y el profesor ateo Dióscoro Galindo. Sin emabargo, la gran pregunta es ¿Dónde están los cadáveres? Según su investigación, los cadáveres se encontraron a sólo 400 metros de donde se excavó.

«El lugar está perfectamente delimitado y ahí no se han movido tierras, ha sido una zona siempre de sierra, dedicada al pastoreo. Fue en esos pozos donde tiraron los cadáveres». ¿Y volverán las excavadoras a tratar de recuperar los restos del poeta? «A mí como investigador me gustaría que así fuera, pero la familia de Lorca se niega. Entiendo que legal y moralmente, ellos deben decidir». Y sus descendientes han dicho en varias ocasiones que prefieren que la fosa siga siendo el cementerio donde, supuestamente, descansa el cadáver de un gigante de la literatura.

 

DOS TEXTOS SOBRE PERSONAJES DE LA REVOLUCIÓN RUSA

He encontrado DOS TEXTOS de las aventuras de Lenin y Trotski para liderar la Revolución Rusa. ¿Qué hubiera pasado si uno se hubiera quedado en la bella y tranquila Suiza y otro no se hubiera marchado de los EEUU?

A) DE CÓMO UN TREN BLINDADO CAMBIÓ LA HISTORIA DEL MUNDO

“El zarismo agonizaba. Nicolás II era un político torpe y profundamente impopular, especialmente tras la sangrienta represión de las huelgas de 1905. El 23 de febrero de 1917 se había iniciado una huelga antizarista que a partir del día 27 contaba con el apoyo del ejército. En poco tiempo, los burgueses de la Duma consiguieron hacerse con la situación y obligan al zar a abdicar el 15 de marzo. Rusia se convierte en una república, y anuncia que continuará la guerra contra Alemania. (…)

Mientras, Lenin, encerrado en las montañas de Zurich, sabía que era el momento y se sentía impaciente por poder actuar.  (…) Lenin era vital para la revolución, sin él los bolcheviques carecerían de la capacidad de organización necesaria y probablemente serían derrotados por los burgueses o por los zaristas. (…) Alemania sabía que Lenin era muy capaz de acabar con la Duma, pero para afianzar su régimen necesitaría de cierta estabilidad. Necesitaría la paz. Un gobierno en manos de Lenin era mucho más proclive a rendirse ante Alemania que ningún otro. En tiempos de guerra, los prejuicios deben ser dejados de lado, y al final el régimen del Káiser entró en contacto con Lenin para proponerle un salvoconducto hasta Rusia.

El 9 de abril 32 revolucionarios rusos tomarían en Zurich un tren precintado del cual no podrán ni salir ni tan si quiera mirar por una ventana hasta que no abandonen suelo alemán. (…) Un barco les trasladó hasta Malmoe (Suecia). Lenin acabaría traspasando la frontera rusa en Finlandia por medio de trineos y llegaría en tren hasta Petrogado (San Petesburgo).

La noticia de que Lenin estaba en San Petesburgo se extendió como un terremoto por toda la geografía rusa. No fue necesaria más que su mera presencia para recuperar su autoridad sobre los socialistas radicales. El movimiento bolchevique, indeciso, caótico y confuso se convirtió en poco tiempo en una engrasada maquinaria capaz de conquistar en siete meses el control del estado más grande de Europa.”

 Reelaborado de Cuando el Kaiser invitó a Lenin a atravesar Alemania.

 B) DE CÓMO TROTSKY ABANDONÓ BARCELONA

“En el otoño de 1916, las autoridades francesas lo expulsaron de su territorio. Deportado a España, las autoridades de este país volvieron a detenerlo temiendo su actividad. Logró permiso para que su familia se reuniese con él y tomar un barco para Estados Unidos en Barcelona. Se instaló en un piso barato del Bronx neoyorquino. Llegó a la ciudad en enero de 1917, donde se unió al equipo editorial de Novi Mir (El nuevo mundo), dirigido en la práctica por Nikolái Bujarin. Ambos se enfrentaron en una disputa por la táctica correcta de la corriente izquierdista de los socialistas estadounidenses: mientras Bujarin defendía su separación del resto y la formación de una partido separado, Trotski abogaba por que se mantuviesen en el Partido Socialista Americano y lograsen su radicalización. El enfrentamiento político no conllevó un alejamiento personal, situación característica en las relaciones de Bujarin. Recorrió diversas ciudades estadounidenses dando conferencias. A finales de marzo y tras el estallido de la Revolución de Febrero en Rusia, Trotski abandonó los Estados Unidos camino de Rusia. Antes, ya había criticado el programa imperialista del nuevo Gobierno provisional y el apoyo que el Sóviet de Petrogrado le había concedido. Con gran agudeza, apuntó la importancia de la cuestión agraria como fundamental para la revolución.”

De Wikipedia

Carmen Polo, la musa del tirano. Por Antoni-Guillem

Carmen Polo fue el nombre que todos los libros de historia olvidaron, el nombre del que nunca se habló ni tampoco se recordó. Quizás será porqué se mantuvo a la sombra del dictador, pero era tal la influencia de Polo, que llegó a doblegar la voluntad de Franco a la hora de tomar decisiones cruciales.

Persuasiva, provocadora y ambiciosa. La primera dama de Meirás, la esposa del Generalísimo, supo mover sus fichas, sabía pugnar al juego del poder. Era una jugadora nata. Carmen Polo hizo planes para convertir a su nieta, Carmen Martínez Bordiú, en princesa y futura reina de España, influenció en las decisiones políticas de su marido y se colocó a la vanguardia de un clan familiar parecido al de la Casa Real.

En el momento de nombrar al presidente del gobierno, Polo se encargó de persuadir a Franco para que Arias Navarro fuera el elegido. Cuando su nieta Carmen Martínez Bordiú volvió de su luna de miel, Carmen Polo la recibió en el aeropuerto con un “alteza”.

La figura de Polo destilaba poderío, pero no siempre fue así. El ascenso de Franco al poder hizo que Carmen pasara de ser una joven, sociable y abierta, asustada y siempre preocupada por su marido a una primera dama altiva, calculadora y fría. Cuando la pobreza y el hambre se extendió como la peste negra por España, la señora de Franco se creó su propia burbuja en El Prado con su propia gente que la admiraba y halagaba, dónde se hacían fiestas y meriendas de alta clase.

Con la muerte de su marido y la caída de un imperio dictatorial, la dama de Meirás aceptó con resignación y amargura la caída del régimen.

Si hay algo que, tanto los detractores de Carmen como sus defensores, están de acuerdo es en su afición a la joyería hasta el punto de convertirse en algo enfermizo. Su obsesión se intensificó, sobretodo, tras la muerte de su marido. No sólo las coleccionaba sino que lo adornaba todo con ellas, se emperifollaba hasta llegar a un punto barroco y recargado. Además de esta afición, otra cosa que la caracterizó fue su afición a ir a misa, era una beata del cristianismo.

Sin embargo, la estirpe de la que fue una de las familias más influyentes de la España de segunda mitad de siglo XX se ha consumado, se ha reducido a cenizas y escombros. Todo al ahínco y esfuerzo que depositó Carmen, su devoción por su familia, ha dado como resultado unos frutos podridos. Sus nietos han hecho todo lo contrario a lo que el franquismo promulgaba, uno de ellos ha reconocido su adicción a las drogas, otros se han divorciado y, lo peor de todo, ninguno de ellos ha admitido, siquiera indirectamente, el carácter dictatorial del régimen de su abuelo, Francisco Franco.

El 6 de febrero de 1988, la dama de Meirás falleció de una bronconeumonía. Enterrada en un panteón ubicado en el Cementerio de Mingorrubio (El Prado), el declive del imperio llegaba a su último estadio: la desintegración de la gran estirpe.

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