El pasado domingo 23 de marzo nos dejó Adolfo Suárez, el artífice de la transición y el máximo exponente de la democracia española.
En los inicios de su trayectoria política, en parte tutelada por Fernando Herrero Tejedor, quién fue su mentor, Suárez desempeñó cargos dentro del franquismo.
En 1958 pasó a formar parte de la Secretaría General del Movimiento, donde fue ascendiendo y ocupando cargos cada vez más importantes. Se convirtió en gobernador civil de Segovia en 1968 y en Director General de Radio Televisión Española en 1969.
El 11 de diciembre de 1975, Suárez entró en el gabinete del entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, y por sugerencia de Torcuato Fernández Miranda, pasó a ser Ministro Secretario General del Movimiento.
Tras la dimisión de Carlos Arias Navarro como presidente del Gobierno el 1 de julio de 1976, Juan Carlos I escogió, de entre 3 candidatos, a Adolfo Suárez, y le encargó la formación del segundo gobierno de su reinado y el desmantelamiento definitivo de las estructuras franquistas.
Entre 1976 y 1979 Suárez supo reunir a las principales fuerzas políticas del espectro ,desde comunistas hasta falangistas conversos como él mismo.
En junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones generales en España desde febrero de 1936. Suárez se declaró vencedor bajo las siglas UCD de su partido político de centro/centro-derecha (Unión de Centro Democrático). A partir de ahí sus hazañas políticas se hicieron más que evidentes. Fue una etapa exitosa para Suárez y su partido, pero en España fue mucho más que eso. En el país se vivieron tiempos de reforma, de progreso, de democracia y de modernidad. Esta situación recuerda a la vivida el 19 de julio de 1969 en la Luna, cuando Neil Armstrong dio su primer paso lunar y transmitió al mundo la mítica frase “Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad“.
Con el consenso y la coalición de los partidos políticos, se aprobó finalmente la Constitución democrática española, en diciembre de 1978.
Sin embargo, tras una nueva victoria en las elecciones generales de 1979 y dado el ascenso de las fuerzas de izquierda en los ayuntamientos de las principales ciudades españolas, el gobierno de Adolfo Suárez empezó su declive definitivo. Se enfrentó a una moción de censura, presentada por el PSOE. Esta fue derrotada, pero propició la caída del partido. Finalmente, el 29 de enero anunció su irrevocable dimisión por televisión en un discurso de 12 minutos de duración.
El 23 de febrero de 1981,durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, su sucesor como presidente del Gobierno, se enfrentó a un intento de golpe de Estado, donde supo mantener su integridad y su valentía.
Tras su desvinculación de UCD, fundó CDS (Centro Democrático y Social), con el que se presentó a las elecciones del 28 de octubre de 1986.
Su vida política finalizó den 1991.
NUESTRA OPINIÓN PERSONAL:
Adolfo Suárez fue el encargado de reformar toda la política de España. El mismísimo Juan Carlos I, que había jurado fidelidad y perpetuidad al régimen de su antecesor, encomendó a Suárez la complicadísima misión de desmantelar el franquismo y llevar a España por la senda democrática. Y así fue. Suárez, con su talante dialoganta, su visión política y su afán de concordia y valentía, logró unir a todos y cada uno de los partidos políticos, después de legalizarlos, con el fin de establecer un nuevo régimen de libertades.
Ambos pertenecemos a una nueva generación, donde la democracia ya no se considera una fantasía, un sueño imposible, simple ciencia-ficción… Hoy en día es mucho más que eso. Es una realidad, y todo gracias a mitos políticos como Adolfo Suárez. Quién sabe si sin su coraje y capacidad de consenso hubiéramos llegado al Estado de Derecho y de Bienestar del que gozamos hoy día. Quién sabe si sin su empeño seguiríamos en una espiral de antiprogresismo y tradicionalismo.
Puedo prometer y prometo

