Aunque acabó sin tener mucha relevancia en la historia española, este hombre pudo haberse convertido en el sucesor de Francisco Franco a la muerte de éste. Pero no nos adelantemos a acontecimientos y vayamos por partes para poder conocer mejor al primo de Juan Carlos de Borbón y Borbón.
Alfonso nació en Roma en 1936. Era hijo del infante Jaime de Borbón y Battenberg y Emmanuela Dampierre, por lo tanto nieto por línea paterna de los reyes de España Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg y, por consiguiente, primo del rey de España Juan Carlos I.
Su padre renunció a los derechos de sucesión al trono español para él y sus descendientes por su limitación física y por expresa orden del rey Alfonso XIII.
Alfonso de Borbón sólo tuvo un hermano, Gonzalo de Borbón y Dampierre (1937–2000), con quien tuvo muy buena relación. En 1954, tras el permiso del general Franco, los dos marcharon a España. Primero residió en Bilbao, donde estudió Derecho en la Universidad de Deusto. Después continuó cursando estudios en Valladolid y en la Universidad CEU San Pablo de Madrid. En plena carrera universitaria, pudo cumplir el servicio militar en el Colegio Militar de Valladolid. Como anécdota podríamos decir que fue padrino de bautismo de la infanta Cristina en 1965.
En 1969 Franco designó a Juan Carlos de Borbón y Borbón, primo de Alfonso, como sucesor en la Jefatura de Estado. Curiosamente, años antes de esta designación, Alfonso había especulado en la televisión francesa su alta probabilidad de poder ser rey de España, afirmando que el cumplía todos los requisitos necesarios para el trono. Todo y con eso, cuando fue su primo el elegido, Franco le nombró embajador de España en Suecia. Fue allí donde conoció a su futura esposa, María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco. No vamos a centrarnos en este aspecto de su vida porque escribiremos otra entrada específica dedicada a este enlace. Fruto de esta boda nacieron dos hijos varones, el mayor Francisco de Asís de Borbón y el menor Luis Alfonso de Borbón. En 1979, Alfonso y Carmen se separaron.
Dos años después de este divorcio tuvo un terrible accidente de coche volviendo de esquiar que se cobró la vida de su hijo mayor de 11 años, Francisco Asís de Borbón, al no poder recuperarse de las gravísimas heridas sufridas. A consecuencia de este hecho, sufrió un grave impacto psicológico.
Su propia muerte también fue de forma muy trágica. Había viajado a Estados Unidos en 1989 para disfrutar de su deporte favorito, el esquí, durante la celebración de los Campeonatos del Mundo. Su muerte ocurrió mientras se encontraba inspeccionando las pistas de Beaver Creek después de la celebración de unas pruebas de esquí femenino; se encontró a su amigo Toni Sailer, campeón de esquí austríaco y bajaron juntos por las pistas; al llegar a la meta, Sailer se paró al ver un cable demasiado bajo y fue a avisar del peligro a los esquiadores. Sin embargo, Alfonso de Borbón pasó por la izquierda de Sailer y el cable le sesgó el cuello. El debate sobre el extraño suceso de su muerte continúa hoy en día y no se descarta la posibilidad de que se haya tratado de un homicidio.