¿QUÉ ME DICES? ESPECIAL ALFONSO XIII

Alfonso XIII de Borbón fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902. El 31 de mayo de 1906 se casó con la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg, hija del príncipe Enrique de Battenberg y la princesa Beatriz del Reino Unido.

Haciendo honor a la estirpe borbónica, Alfonso XIII había heredado la fogosidad sexual de sus ancestros. Ya, a los pocos meses de su reinado, con dieciséis años de edad, fue necesario tapar sus escarceos amorosos con Julia Fons, cantante de éxito en los espectáculos del teatro Eslava.

Claro está que no eran las primeras “salidas” del rey. Aventurillas adolescentes aparte, todavía soltero, con no más de diecisiete años, ya había tenido un amor importante. Nada menos que una de las mujeres más bellas de Europa: la francesa (y con marido) Mélanie de Vilmorin, con quien tuvo un hijo. Según refiere Balansó, la dulce Mélanie solía decir a sus íntimos: “Jamás he engañado a mi marido. Los reyes no cuentan”.

Muchos fueron los amores de Alfonso XIII. Cuando el rey viajaba de incógnito, particularmente a París, utilizaba el título de duque de Toledo para sus devaneos amorosos, pues Alfonso XIII, al contrario que su padre Alfonso XII, fue más mujeriego que amador.

El rey seguía consolándose con un buen número de señoritas de la alta y baja sociedad. Entre estas estuvo la niñera de los infantes, Beatriz Noon, con la que tuvo una hija ilegítima, Juana Alfonsa Milán y Quiñones de León. En cuanto Ena se enteró de la relación hizo que expulsaran a la niñera inmediatamente.

Mientras tanto Alfonso XIII seguía su relación con Carmen Ruiz de Moragas. En 1925 tuvo con ella una hija, María Teresa y en 1919 un hijo, Leandro, formando una especie de familia paralela que además, no tenía ninguna enfermedad hereditaria. Neneta, como Alfonso XIII llama a Carmen, con quien más dura una relación. Están juntos durante quince años, y ella le da dos hijos: María Teresa, que morirá muy joven, y Leandro Alfonso, que todavía vive y es asiduo de ciertos platós de televisión. Fue a ella a quien la reina Victoria Eugenia llegó a ver como a su verdadera rival y amenaza.

Alfonso XIII llevaba en la sangre la misma vida de mujeriego que todos sus ancestros, parece ser que los reyes tenían muchas más cosas que esconder debajo de la alfombra que las personas de a pie.

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