En las elecciones europeas, uno de los datos mas sorprendentes sin contar el duro golpe al bipartidismo ha estado la gran importancia que han adquirido los partidos minoritarios, en especial: Podemos.
Este partido, de reciente creación (nada más y nada menos que 4 meses) nos ha sorprendido a todos colocandose como el cuarto partido mas votado.
Con unas propuestas como bajarse el sueldo de eurodiputado o no viajar en primera clase a Estrasburgo se ha ganado el afecto de mas de un millón de personas.
En plena campaña, Iglesias ha perseguido alejarse de la desgastada imagen de la política actual. Se ha movido por varios puntos de la geografía española en furgoneta y se ha fijado un máximo de diez euros para comer, como forma de dar ejemplo de austeridad.
Sí que ha sido una sorpresa para todos, tan grande que enseguida políticos de fuste entre los que figura Felipe González se han lanzado poco más o menos que a criminalidar a los dirigentes llamándoles “prochavistas” y no sé cuantas cosas más como si estuviéramos a punto de ver cómo se asalta el Palacio de Invierno. Está claro que ponen muy nerviosos y producen urticaria a muchas figuras enquistadas en parcelas de poder. Y a muchos periodistas que juegan a ser lacayos también.