Tamboriler del Bruc. Esther Ecija B12

Hoy mi comentario trata sobre la leyenda del “Tamboriler del Bruc”.
Hace unos días visitamos las montañas de Montserrat, y me sorprendí al darme cuenta de lo poco que a veces sabemos de los lugares que visitamos. Montserrat aparte de ser una Montaña Sagrada, y tener su importancia en la religión, tiene también a sus espaldas un gran lugar en la história de la ocupación francesa en Cataluña.
Alguna vez había oído hablar del “Timbaler del Bruc”, pero nunca supe su verdadera historia hasta estas pasadas semanas.
El 6 de junio de 1908 tuvo lugar la primera parte de la llamada Batalla del Bruc, donde una columna del ejército francés liderada por el General Schwartz y formada por unos 3.800 hombres, salió desde Barcelona en dirección a Lérida y Zaragoza. La resistencia que encontraron fue formada por soldados suizos, desertores valones de Barcelona, somatenes catalanes procedentes de Manresa y de Igualada y demás pueblos vecinos; unos 2000 hombres en total. Esta estratégica emboscada culminó con 300 hombres muertos del ejercito francés y uno de los cañones perdidos tras el hundimiento del puente de Abrera mientras se retiraban nuevamente hacia Barcelona. La segunda parte de esta contienda tuvo lugar unos dias después, el 14 de junio de 1808, cuando los franceses llegan al Bruch con dos columnas de soldados, avanzando una por el pueblo de Collbató y la otra seguiría camino por la carretera . Los defensores, bien organizados les reciben con un nutrido fuego artillero que de nuevo les hace retroceder, dejando un rastro de edificios incendiados y saqueados.
Cuenta la leyenda que Isidre Lluçà i Casanoves era un joven pastor que queria luchar contra los franceses en la toma de Cataluña. Como no podia alistarse en el ejercito por su edad y quería ayudar a toda costa a su pueblo, cuentan que se colgó su tambor de cofrade y lo hizo repicar por las cimas de las montañas de Montserrat y el eco de estas sagradas montañas hizo creer a los franceses que estaban rodeados por miles de tamborileros con sus cosiguientes soldados e iniciaron la retirada.
Hay en aquel lugar un precioso monumento en honor al valiente tamborilero en el que reza una bonita inscripción
“Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí.”

Confieso que me ha gustado mucho saber un poco más sobre nuestras famosas montañas y sobre la história de una tierra luchadora. He visto que hay una película sobre esta leyenda : “Bruc, el desafio”, cuando tenga tiempo me la veré y ya os contaré.
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La diplomácia del ping pong – Noelia Fdez. Gonzalvez B – 11

Este es un concepto que quisiera explicar ya que lo vimos en la película Forest Gump y me llamó mucho la atención, bien, resulta que la diplomácia del ping pong es tan simple como el juego de mesa que todos conocemos pero entre estudiantes chinos y estadounidenses cuando empezó 1970. Lo que yo no me esperaba es lo que sucedió a partir de estos juegos; gracias a esto China comunista y Estados Unidos empezaron a tener mejor relación e ayudó a que se realizara la visista de Richard Nixon en 1972.

Todo comenzó cuando el equipo nacional de ping pong estadounidense fue a participar en el 31er Campeonato Mundial de Tenis de Mesa en Japón y el 6 de abril de 1971 recivieron la invitación de China. Y así, el 12 de abril fueron el primer equipo estadounidense en acceder a Pekín.
Uno de los problemas fue el tiempo que se les tenía permitido estar ya que a once de los jugadores obtuvieron permiso para estar allí sólo una semana ya que se sabía que eran afiliados al partido de Los Panteras Negras.

Una vez allí se jugaron partidos del 11 al 17 de abril, recorrieron la Gran Muralla China, el Palacio de Verano y acudieron a una presentación local de ballet.

BLANCA IGLESIAS JUSMET E-33 Excursión a Tarraco

En la pasada excursión a Tarragona, el día 07, 08, y 09 de mayo, exploramos la antigua ciudad romana Tarraco. Allí, unos monitores nos explicaron todo sobre ella. Lo primero que hicimos fue visitar su acueducto, evidentemente, a las afueras de la ciudad. Tenía dos niveles, ya que el terreno lo requería. Había estado reformado pero, aún, conserva muchas de sus piedras originales. Una curiosidad es que sus rocas están marcadas con una cruz, que representan la firma de sus constructores. Travesamos el acueducto, (ya sin techo), y pudimos disfrutar de un paisaje hermoso. A continuación, nos llevaron a ver una maqueta de la antigua ciudad donde observamos toda su distribución. Nos acercamos hacia la muralla, enorme e impactante, y por fin nos adentramos en Tarraco. Lo que años y años atrás fue el fórum, la gran plaza, ahora era, simplemente, parte de otra gran ciudad. Aún así, se conservaban restos de ese antiguo lugar. Una vez comido, entramos en el circo romano donde se produjeron infinitas carreras de carros. Después, fuimos al museo de Tarraco. Allí, observamos todo tipo de restos como juguetes, joyas, jarrones, herramientas, material quirúrgico, mosaicos, etc. Una vez acabado, caminamos hacia el enorme e inmenso anfiteatro. Aunque, ahora, gran parte está en ruinas, sigue siendo unas instalaciones titánicas. Pudimos ver donde antiguos gladiadores romanos lucharon a muerte, donde el público, eufórico, gritaba desde las gradas, donde las autoridades, en los mejores puestos, observaban aquel espectáculo. Nos explicaron la razón de que las ruinas de una iglesia, actualmente, se encuentren en medio de la arena: se construyó en honor a los cristianos perseguidos y matados por los animales en aquel terreno.
La verdad, la visita a Tarraco ha sido una experiencia muy bonita y provechosa. Me gustaría volver.