Un disparo que podría haber cambiado el mundo por Lorenzo Vegas

En 1914, a principios de la 1ª G.M. un inglés tuvo ante él a un Hitler herido e indefenso, y también tuvo ante él la oportunidad de hacerlo desaparecer, pero su honor se lo impidió. Años después, Hitler, cuando ya era canciller del Reich, pidió a las fuerzas armadas británicas una copia de un cuadro que retrataba una acción heroica de este soldado en la batalla de Menin.

Este soldado, llamado Henry Tandey, se enteró de que le salvó la vida a Hitler después de la conferencia de Munich, cuando el mismísimo primer ministro británico, Chamberlain, le dio cordiales saludos del Führer.

Tandey pidió perdón dos años después de enterarse, cuando en Coventry, su ciudad, lanzaba bombas diariamente la Wermacht. Dijo que jamás podría perdonarse lo que no hizo. Tampoco podría perdonarse el tener que ver niñxs, y padres/madres asesinados por su culpa.

Henry Tandey murió con 86 años en 1977. Es curioso como un acto de bondad, puede atormentar más a una persona que un acto de violencia.

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