Pablo Hasél, ese rapero entrometido en la política y “enaltecedor del terrorismo”, será juzgado en la audiencia nacional mañana, pero, ¿a quién se castigará, a Pablo o a la libertad de expresión? Es visto desde hace tiempo que el estado español siempre ha castigado o difamado sobre la gente que no acepta sus condiciones o políticas, véase el caso de los terroristas de Gamonal y los revolucionarios de Ucrania. La doble moral de los medios de desinformación españoles. Lo curioso del tema, es que el derecho a la libertad de expresión es un derecho constitucional, pero al parecer, por hacer canciones, ya eres terrorista.
Hay que aclarar una cosa, Hasél, como cantante no me gusta, aunque esto sea un tema aparte, pero el hecho de que no me guste no quita que desee su absolución y la limpieza de cargos en su nombre. Solidaridad ante todo.