EL RADICALISME LERROUXISTA
“Sed arrogantes COMO si no hubiera en el mundo nadie ni nada más fuerte que vosotros. No lo hay. La semilla más menuda prende en la grieta del granito, echa raíces, crece, hiende la peña, rasga la montaña, derrumba el castillo secular… triunfa.
Sed imprudentes, como si estuvieseis por encima del DESTINO y de la Fatalidad. Sed osados y valerosos, como si tuvieseis atadas a vuestros pies la Victoria y la Muerte. Sois la vida que se renueva. La naturaleza que triunfa. El pensamiento que ilumina, la voluntad que crea, el amor eterno…
Luchad, hermosa legión de rebeldes, por los santos DESTINOS. Por los nobles destinos de una gran raza, de un gran pueblo que perece, de una gran patria que se hunde. Levantadles para que se incorporen a la Humanidad, de la que están proscriptos hace cuatrocientos años.
Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura, destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categoría de madres para virilizar la especie, penetrad en los REGISTROS de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para que el fuego purifique la infame organización social, entrad en los hogares humildes y levantad legiones de proletarios, para que el mundo tiemble ante sus jueces despiertos.
Hay que hacerlo todo NUEVO, con los sillares empolvados, con las vigas humeantes de los viejos edificios derrumbados, pero antes necesitamos la catapulta que abata los muros y el rodillo que nivele los solares. Descubrid el nuevo mundo moral y navegad en su demanda, con todos vuestros bríos juveniles, con todas vuestras audacias apocalípticas.
Seguid, seguid […]. No os detengáis ni ante los sepulcros ni ante los altares”
“Rebeldes, rebeldes”. Extracte de l’article d’Alejandro Lerroux, publicat a La Rebeldía, l’1 de setembre de 1906.