Si un súper héroe fuera, tendría el poder elemental o de los elementos. Poder controlar el aire, el agua, el fuego y la tierra. Mi historia sería algo así. Me perdí en un naufragio, iba en ese barco y de repente chocamos. Los otros pasajeros se pudieron salvar pero yo no, así que me hundí en el magnifico mundo submarino de la Atlántida y allí descubrí al rey Neptuno que en ese mismo momento, para salvarme, me dio los poderes del agua. Era como una sirena respirando y nadando pero también podía controlar el agua. Allí conocí a sus hijas, que me subieron a la superficie, pero no en mi casa si no en una isla donde los duendes hacían todas sus cosas con fuego. Cuando llegué al reino de fuego noté como si alguien me persiguiera y cuando me quise dar cuenta ya estaba llena de quemaduras y a punto de morir. Así que los duendes me dieron el poder del fuego; ahora si podía resistir el fuego y no me hacia nada y lo podía controlar. Me mandaron al mundo de viento pero los ángeles se dieron cuenta de que no podía respirar, así que me dieron el poder del viento y respiraba cualquier aire, a la altura que fuese y podía controlar el viento. Estaba tan asustada que me fui corriendo y me caí al suelo. Cuando desperté estaba en una cama, en el mundo del subsuelo, donde los hermanos enanos me dieron el poder de la tierra. Era tan dura como una roca y podía controlar la tierra. ¡Ay, si eso fuera de verdad! Así serían mis poderes y mi historia: un sueño tan bonito… Bueno, ya sabéis, que si tuviera un súper poder sería ese y mi historia esta. (Mar Galiano Téllez 1r ESO A)