Yo tendría el poder de leer la mente. Así podría saber lo que piensan los demás. El nombre que tendría sería: “Pensamiento”. Mis primeras víctimas podrían ser, nada más y nada menos, las personas a las que creo que les podría sacar jugo mental. Ya sea por sus cotilleos, para mejorar mis trabajos escolares, etc.
Aunque suene negativo, también usaría este poder para hacer el “bien”. Como por ejemplo, penetraría en el pensamiento de los políticos, seres con mucho ego y muy negativos. Les haría cambiar la opinión sobre el país y todos estos casos corruptos que tanto salen por la “tele”.
Así que ese sería mi poder. Para que nunca me descubriesen tendría que tener un ayudante… pero eso ya es otra historia. (Olaya, 1ºC)