Un triste final
| 18 desembre 2013Antes o después las cosas se terminan, todo siempre tiene su fin.
En una relación, por ejemplo, al principio todo es muy bonito y feliz; pero luego, a medida que pasa el tiempo, las cosas se complican: distancias, discusiones, desconfianzas, otras personas… Demasiadas cosas que hacen que algo acabe.
Por eso, pase lo que pase, tenemos que vivirlo todo al máximo, aprovechar cada segundo porque en cualquier momento se puede acabar. Algo que pensábamos que duraría para siempre se va para no volver nunca más.
Y digo todo esto porque ahora es a mí a quien le toca empezar todo de cero. Toda una vida que pensaba que tendría se ha ido. Pensar que todo lo que hemos vivido no ha servido, porque en un futuro ya no estaremos juntos. Llegar a tenerlo todo y ahora, no tener nada.
Muchas noches me despierto buscando tu calor y me acuerdo de que ya no lo volveré a sentir nunca más, de que nunca volveré a ver esos mensajes que me sacaban una sonrisa, ni tus llamadas después de vernos para darme las buenas noches. Lo único que tendré serán lágrimas hasta que se me sequen los ojos porque todo se ha acabado y nunca nada volverá a ser como era antes.
Judith