LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

Y llegó final de curso y así, el verano. Todos con la mente ocupada pensando en que van a hacer este verano. Los amigos, el tiempo libre, adiós a los madrugones durante un tiempo, en fin, todas esas cosas que tanto nos gustan.

Para mi son tres meses raros. El primero es el que más disfruto porqué todavía recuerdo la rutina del instituto y me siento bien haciendo cosas al aire libre o pasando el tiempo con quien quiero, el segundo mes es cuando veo el verano como algo normal y no lo valoro suficiente pero finalmente llega el tercer y último mes, en el que creo que todos nosotros aprovechamos al límite y si no recuerdo mal es el mes en el que me falta algo.

Durante el curso, pasamos muchas horas con nuestros compañeros mientras trabajamos, nos esforzamos, sudamos la gota gorda, reímos, incluso pasamos malos momentos que, cómo no, se quedan en nuestra memoria. Casi se podría decir que el instituto se convierte en nuestra segunda casa y dentro de ésta todos nuestros compañeros o amigos que, al fin y al cabo es la familia que escogemos.

Debemos tener claro que vamos al instituto a estudiar y a forjar nuestro futuro pero qué haríamos sin todos nuestros compañeros que tanto nos apoyan, nos ayudan a estudiar, que comparten sus conocimientos, nos hacen reir y obviamente hacen del instituto un sitio agradable. En estos momentos pensamos que el estudiar es un rollo, es aburrido, perdemos el tiempo pero quizás no nos damos cuenta de lo afortunados que somos siendo estudiantes, realmente creo que es muy buena vida.

Volviendo al tema principal, en el tercer mes me falta una cosa muy importante para mi. Echo de menos a todos mis compañeros, el orden que provoca el ser estudiante y que deberias tener presente, los momentos de máxima tensión y la gran satisfacción que da volver a tener en mente que queda x tiempo para que sea verano.

En conclusión creo que lo mejor que puedes hacer con algo que no te gusta (en este caso creo que a poca gente le gusta el instituto) es hacer que te guste, yo lo hice, encontré ese detalle de cooperación, de ayuda, de diversión y el saber que tengo un futuro por delante para conseguir que me gustase el instituto, ahora decidme, ¿vosotros también lo habeis encontrado?

Sergi

La vida esta llena de magníficas cosas por ejemplo: la salida y puesta de sol, la luna, las estrellas, el mar, el cielo, las montañas, la vegetación, etc. Todas estas son cosas no valoramos lo suficiente porque siempre hemos convivido con ellas.

Desde que nacemos pasa un tiempo hasta que aprendemos a andar, pero como pensamos que es parte de nuestra vida no la valoramos suficiente, en cambio si trabajamos y conseguimos comprarnos alguna cosa lo valoramos muchísimo, y de lo importante, como es el poder ver, oír, saborear, caminar no nos acordamos porqué siempre han estado allí

Para una persona que nunca pudo caminar podemos sacar dos conclusiones: la primera es que podría estar muy disgustado por no poder desplazarse como los otros y la segunda es: igual no lo echa de menos ni está disgustado ya que en ningún momento de su vida ha caminado, es decir, no sabe lo que es caminar, no puede extrañar algo que no ha tenido o vivido.

Hace un tiempo me lesioné el cartílago de las rodillas y debo mantener reposo, por lo tanto no puedo caminar a menos que sea necesario y no puedo hacer ejercicio. Nunca me había encontrado en una situación de éstas, ni me lo imaginaba. Ahora que la padezco me doy cuenta de lo bonito que es poder caminar,correr,saltar y todo lo que podamos hacer con esa habilidad.

Yendo hacia el traumatólogo me paré a mirar el mar mientras mi padre me llevaba en moto y me di cuenta de lo precioso que es. Los rayos del sol se reflejan en el agua del mar y crea un efecto luminoso muy bonito. Al otro lado me quedaba la montaña y también me paré a observarla. A todo esto me di cuenta de que todos los días que he pasado tumbado en el sofá, en el ordenador, podría haber estado en aquellos sitios tan preciosos y aunque no os lo creáis a mi me ayudan a pensar y me hace estar mejor de ánimo y de salud.

Finalmente decidí que cuando me recuperara de las rodillas no tardaría ni un segundo en salir corriendo hacia esos sitios , aunque solo sea para estirarme y pensar mientras disfruto de la luz del sol o la luz de la luna, la brisa y la tranquilidad

Sergio