LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

Hoy le quiero dedicar este texto a Cristina la mujer que lucho contra el cáncer y que hoy ya no está.

Cristina me dirijo a ti, para decirte que a pesar de todo lo que has luchado y lo que has sufrido no ha sido posible vencer esta enfermedad, pero quiero que sepas que siempre estarás en nuestros corazones porque una persona como tú no se le puede olvidar por mucho que uno quiera.

Quiero darte las gracias por demostrarnos que porque las cosas vayan mal nunca debemos rendirnos, debemos sacar fuerzas de donde podamos, que a pesar de que estemos sufriendo hay que seguir para delante y que no podemos mirar hacia atrás. Me da mucho coraje que se vaya la gente que realmente está luchando como tú, que has estado años y años y que la gente que no quiere estar en este mundo se quede.

Mientras escribo este texto me doy cuenta que los días pasan y pasan y tu ya no estás. Mientras recuerdo todos los veranos, en aquella mesa donde jugábamos y hablábamos me doy cuenta, que al final de la vida solo quedan los recuerdos, por eso hay que vivir cada minuto como si fuese el último.

judit

Avui he estat reflexionant sobre la salut i la seva importància. M’he fixat tot el dia en el meu voltant, en les persones que em rodegen i, sobretot, en mi mateix. Me n’he adonat del que fem i el que no fem per cuidar la nostra salut, i he trobat una mica de tot.

Per començar, m’he fixat en el menjar. A mi em sembla equilibrat i no m’he saltat cap àpat: fruita, iogurt, pa, formatge, arròs, peix, tomàquet, gelat, croissant, xocolata i embotit… repartits entre l’esmorzar, el dinar, el berenar i el sopar. Ja hem fet bé de menjar peix, que diuen que és millor que la carn, que a la llarga et pot causar problemes al cor; a més a més el peix fa rutllar el cervell. Potser sobrava la pasta dolça i la xocolata, però segur que ja ho he cremat a la classe de gimnàstica! És molt important una alimentació equilibrada i amb pocs greixos, no només per l’aspecte físic sinó per la salut en general. Per beure, em sembla que no he arribat a dos litres d’aigua i, tenint en compte el constipat i la calor, seria bo beure’n més; els metges diuen que n’hauríem de prendre sense tenir set. I compte amb els refrescos, que porten substàncies químiques nocives i molt de sucre!

En quant a l’esport, l’assumpte ja canvia. Malgrat fer a l’institut dues hores de gimnàstica a la setmana i pujar i baixar a peu i en pendent carregats amb una motxilla de set quilos, la resta del temps el passem asseguts en una cadira. A la majoria d’adults també els passa. D’això ara se’n diu vida sedentària i afecta sobretot als infants, que estan moltes hores davant l’ordinador o el televisor. Opino que cal compensar-ho amb alguna anada al gimnàs o bé algun partit de futbol improvisat que es pot fer amb els amics el cap de setmana.

A l’hora d’anar a dormir, em sembla que hi anem massa tard i que això tampoc ha de ser bo per a la salut. En el meu cas, per molt esgotat que estigui, mai és abans de les dotze, sigui perquè tinc una mica d’insomni, sigui perquè em distrec amb l’ordinador o la televisió. Si l’endemà em llevo a les set del matí, representa que només he dormit set hores; tinc entès que n’has de dormir vuit com a mínim i per moltes raons: pel creixement, per no adormir-te l’endemà…

En quant a la gent del voltant, penso que potser també haurien de reflexionar sobre la seva salut: fumadors, més “canyetes” del compte, menjar malament i a deshores, anar estressat, anar poc o massa abrigat, utilitzar el cotxe per a tot, seure a la feina totes les hores, posar l’aire condicionat al màxim, etc. Estaria bé que un dia també s’ho plantegessin, oi?

Abel

Cuando tenía dos años, una tarde de invierno estábamos en casa, mis padres y yo. Yo estaba un poco tapado de pecho, y mi madre puso a hervir agua con eucalipto, era una costumbre que tenían en casa de mi madre, porque siempre han tenido problemas respiratorios, cosa que he heredado. Así que dejó la olla con el agua hirviendo en el suelo y yo estaba en el sofá, viendo dibujos ( una pelicula de caperucita roja que jamás he podido olvidar), mi madre se fue al balcón a tender la ropa y mi padre se puso al lado mío, mi madre siempre me decía que no tocara la olla que quemaba y yo le decía que sí, tenía claro que no tenía que acercarme, pero estando en el sofá, me dio sed y me quise bajar a coger mi vaso de agua, pero como mi padre estaba en el otro lado del sofá, sin pensarlo bajé sin acordarme que tenía la olla enfrente mío para que me llegaran los vahos, con lo que puse el pie dentro de la olla, sentí un dolor muy fuerte, mi padre enseguida me cogió y me quitó el calcetín que llevaba puesto y me llevó a la bañera, al momento estaba mi madre, se me cayó la piel del pie.

Yo no paraba de llorar, mis padres cogieron el coche y fuimos al ambulatorio del pueblo, pero era demasiado para ellos y nos mandaron a Mataró, allí enseguida me atendieron, me hicieron unas curas, y llamaron a la ambulancia, para enviarme a un hospital de Barcelona, el “Vall Hebrón”, mi madre se vino conmigo en la ambulancia, mientras íbamos hacia el hospital, yo ya no lloraba, no recuerdo si me dieron algo para calmar el dolor o me hice a notar algo en el pie.
Cuando llegamos, era de noche, me llevaron a una habitación donde había más niños. Se acercó una madre con su hija, a saludarnos, me impactó ver a la niña, porque no tenía nada de pelo, y tenía la cara quemada, y fue la madre la que dijo que era una niña, era pequeña como yo. Cuando me metieron en la cama, mi madre se fue, y nos quedamos solos los niños, venían las enfermeras de vez en cuando, pero no había padres.

Ese tema lo llevé mal, y me enfadé con mis padres, porque encima que tenía daño en el pie, se iban y me dejaban solo. Ahora sé que es que era una zona de “quemados” y era una zona “esterilizada”, con lo que no podían entrar de la calle, cuando entraba mi madre o mi padre un rato, se tenían que poner unas batas verdes, gorros y zapatos. Me tuvieron que hacer un injerto de piel. Recuerdo que salí justo el día de Nochebuena, estaba todo adornado de luces, ah!, y vinieron los Reyes Magos, trajeron juguetes para todos los niños que estábamos ahí, yo alucinaba, de cómo me habían encontrado, si no estaba en mi casa, pero aun así me habían encontrado.

Ahora que soy mayor recuerdo muchas cosas de esos meses, agradezco mucho a “los reyes magos” que hicieron un poco mejor mi estancia, pero jamas se me borrará la imagen de un pasillo largo y blanco y yo de la mano de una enfermera que solo me gritaba y me decía que pese a tener dos años era mayor para saber ir a la pata coja. Lo peor de todo fue que al recuperarme de la quemadura me rompí la tibia y al recuperarme de la ruptura de la tibia me hice daño en en un ojo.

Gorka

De gran m’agradaria ser infermera perquè és una professió en la qual ajudes a persones que pateixen algun tipus de malaltia a curar-se o en el cas que siguin incurables, que tinguin una millor qualitat de vida. Penso que és una professió important i has de fer el teu treball amb ganes. No hi ha res més gratificant que veure una persona que abans estava malalta, i que s’ha curat gràcies a l’atenció i l’interès que has posat perquè això sigui possible. A més de tot això ha d’agradar-te molt ja que, en cas contrari, no et sentiràs a gust fent el que fas. Aquest treball, té molts avantatges com per exemple que ajudes a les persones joves i grans a millorar la seva salut en cas que ho necessitin. Però també hi ha aspectes negatius, ja que cada dia veus a persones que pateixen alguna malaltia que no es pot curar i tot i saber-ho, lluiten cada dia per intentar millorar la vida que tenen i no perden les forces per continuar endavant.

Marta

Era el 4-9-11 mi familia y yo estábamos en casa comiendo tan tranquilos, cuando sonó el teléfono, mi madre lo cogió, era el médico. Decía que teníamos que ir inmediatamente, los resultados de una analítica habían sido muy extraños. Yo estaba muy asustada, cuando llegué me sentaron en una silla y me dijeron que me tenían que llevar corriendo al hospital de Mataró porque podía quedar inconsciente en cualquier momento. Cuando me llevaron a casa para coger las cosas, nadie me decía nada de lo que me pasaba, ni siquiera mis padres. Cuando llegamos me estaban esperando unos médicos en una habitación, me dijeron que me tumbara en la camilla me pusieron unas vías las manos y me dijeron que me quedaría ingresada durante días.

De pronto se abre la puerta de la habitación y allí estaba la doctora, le dijo a mi madre que tenía una enfermedad que se llama diabetes lo que quiere decir que mi páncreas no produce una substancia llamada insulina lo cual sino la produces la tienes que inyectar. Pasaban los días en el hospital, y todos los médicos estaban pendientes de mi reacción, porque en algunos casos se necesita psicólogos para aceptar la enfermedad. Me acuerdo que un día un doctor, el que me enseñó a pincharme me pregunto que si ya me había acostumbrado y yo le conteste que nunca me acabaría de acostumbrar pero es lo que tenía que hacer si no quería estar más tiempo en el hospital.

Judit

Fa poc vaig veure una pel·lícula que em va agradar molt. De totes les que he vist, va ser la primera que em va fer reflexionar una mica sobre tot el que passa al meu voltant. Es titulava “la decisión de Anne”. Tractava sobre una família  on un dels fills estava malalt de càncer (leucèmia), llavors van tenir el tercer fill -una nena- per fer-li trasplantaments al fill malalt. Quan la nena té els 11 anys, posa una demanda als seus pares perquè no vol donar-li un ronyó a la seva germana: volia tenir la possibilitat de decidir quan voldria sotmetre’s a operacions tan delicades.

Fins aquí anava entenent la pel·lícula i em vaig posar a pensar què faria jo si estigués en aquesta situació; per una banda la nena tenia raó, a mi no m’hauria agradat estar sotmesa a un munt de cirurgies, encara que fos  per salvar-li la vida a la meva germana, sobretot si hi ha conseqüències per al meu cos i la meva vida. Però també vaig pensar que, encara que fos per obligació, m’hauria sotmès a l’operació: no m’agradaria tenir a la meva consciència la mort de la meva germana.

A la pel·lícula t’anaven explicant tots els fets des de el punt de vista de tots els integrants de la família. Al final va passar una cosa que no m’esperava: en realitat la nena no es volia negar a donar-li el ronyó, sinó que ho feia perquè la seva germana li ho va demanar: estava farta d’estar tota la vida a l’hospital. Per primer cop li vaig donar la raó a algú per voler morir-se i vaig pensar dues coses: la primera va ser que l’amor que li  tenia la nena a la seva germana era molt gran i que el que havia fet ho trobava molt bonic. La segona és que si jo hagués nascut amb una malaltia així també hauria volgut morir-me, no suportaria tant de sofriment i cirurgies sabent que em moriria igualment malgrat els esforços.

Avui dia estic molt  feliç de no patir una malaltia com aquesta, i de que ningú familiar o conegut meu la pateixi.

Nicole

Som una família molt nombrosa, així és que tinc un munt de cosines. Entre totes ens portem com a màxim cinc anys de diferència, hem crescut juntes i hem compartit bons moments des de ben petites. Especialment amb una de les meves cosines, la Sandra, em porto poc menys de mig any, sempre ens ho hem passat molt bé juntes i ens estimem molt l’una a l’altra. Aquest any hem tingut un disgust amb ella…

El cas és que des de ben petita sempre ha estat una nena força golafre i grassoneta, però ella es sentia feliç tal i com era. Cada any pel meu aniversari, al novembre, ve tota la família a casa per celebrar-ho, però aquest any els meus tiets van trucar per dir que no podrien venir i que ja parlaríem…

Uns dies després van venir a visitar-nos. Des d’abans de l’estiu que no ens vèiem i quan vaig veure a la Sandra entrar per la porta, se’m va caure la ànima a terra. Físicament semblava una altra. En poc més de tres mesos havia perdut uns 30kg! El meu tiet li va dir a la meva mare que estaven molt preocupats perquè tenien un problema molt greu amb la Sandra, ja que li havien diagnosticat anorèxia nerviosa, un trastorn alimentari de tipus mental, i que estava seguint un tractament molt dur. Que havia hagut de deixar l’institut per anar diàriament a un centre de tractament de malalts amb trastorns alimentaris, ja que la seva salut i integritat física corrien perill.

Aquests centres son com una presó, els malalts, la gran majoria noies adolescents, han d’estar vigilades dia i nit. No poden estar soles en cap moment, ni tant sols per anar al lavabo. Prenen medicaments molt forts per tranquil·litzar-les, ja que sovint pateixen crisis d’ansietat i si es queden soles es poden auto mutilar i prendre molt de mal. Aquestes persones tenen un greu problema de baixa autoestima i estan sempre deprimides.

Com tothom, aquestes festes nadalenques les passem en família, però aquest ha estat un Nadal diferent, per ella i per tots.

Ja fa uns mesos que està en tractament i al centre els han donat unes pautes de disciplina alimentària que cal seguir amb rugositat. Per exemple, ha de menjar cada 3 hores vulgui o no vulgui, hi hagi el que hi hagi, li agradi o no. No es poden tenir converses sobre el menjar i a taula no s’ha de comentar si el menjar està bo o dolent, si t’agrada o si no.

Aquest any doncs, els meus tiets ens han demanat a tota la família que seguíssim aquestes recomanacions, per intentar evitar que patís alguna crisi d’ansietat, ja que tot el relacionat amb els àpats la fa posar molt nerviosa, per ser el menjar la clau de seu trastorn. Quan estàvem tots a taula la veiem molt trista, sempre amb el cap baix i extremadament seriosa, res a veure amb la nena feliç que solia ser i el que s’esperaria d’una noia de 14 anys sana. Intentàvem dissimular i parlar de qualsevol cosa menys del menjar, però sempre hi havia algú que ficava involuntàriament la pota… i tots ens creuàvem mirades que ho deien tot, sense dir res..

Jo, això d’evitar parlar del menjar a tota costa, no ho acabo d’entendre del tot, ja que el menjar és imprescindible per la nostra vida, però penso que això és normal en condicions normals i el problema amb la meva cosina és que no està normal, està malalta, i hem d’intentar no fer ni dir res que pugui provocar que se senti malament. Hi ha hagut àpats d’aquests nadalencs en els que s’ha sentit tan aclaparada veient tant de menjar, que me l’he endut a la meva habituació o a algun altre lloc de la casa on fóssim, per distreure-la i que es relaxés, parlant de qualsevol cosa menys del seu problema, sentint música…

Espero que la Sandra superi aquesta malaltia aviat i que pugui recuperar la seva vida. Seguir la seva formació i viure de forma normal com la resta de noies de la seva edat. El meu desig per al 2015 és que sigui un millor any per a tots i especialment per totes les persones que pateixen directa o indirectament una malaltia física o mental.

Anna Cuevas Sabaté

Ja fa 5 anys que em vaig trencar la cama, concretament Tíbia i Peroné. Jo feia 5è de Primària.

Estava a Vilassar de Mar, ja que la meva germana Júlia, estava fent un examen de nivell d’anglès. Mentrestant vaig anar amb la meva mare a un parc que hi havia just al costat, allà és on me la vaig trencar.

No recordo el moment de relliscar del gronxador i caure a terra, perquè vaig quedar en xoc durant una estona. Recordo notar una estranya sensació per tot el cos, era aigua. Una noia em va deixar caure una ampolla d’aigua per tot el cos per revifar-me. Vaig obrir els ulls, el primer que vaig veure va ser un munt de gent que m’estava rodejant, inclosa la meva mare.
Notava una pressió molt fort una mica més amunt del turmell, en aquest instant vaig baixar la mirada i vaig veure la meva cama molt inflada, amb una ferida i el peu dislocat.

No van passar ni dos minuts que ja era dins una ambulància. Sempre havia desitjat entrar-hi en una, però no en aquelles condicions. En arribar a l’hospital, sentia gent tossint, parlant entre ells, nens plorant, gent amb cadira de rodes, el so de l’ambulància, senyors comentant la quantitat de pastilles que els havien dit que s’havien de prendre, acompanyants amb un adhesiu “A” a la roba i malalts amb polsera blanca on indica el grup sanguini, el nom del pacient, etc. i metges dient pel megàfon “Laura Martínez passa pel box tretze”. Tot això acompanyat de la típica olor d’hospital que suposo que tothom coneix.

Em van entrar a un box, en el mateix instant ja tenia a 4 metges a la meva disposició. Una infermera que em va anestesiar, recordo que em va punxar tres cops, dos just a la ferida i l’altre al braç. Un altre que li explicava als meus pares tot el que em ferien. I finalment el meu metge i l’infermera que l’ajudava. El metge era un noi molt simpàtic, primer de tot em va prometre que cada vegada que em fes mal m’avisaria.

Va arribar el moment més dur, em va dir: -Agafa fort la mà del papa, i bufa el més fort possible fins a despentinar-lo- I així ho vaig fer. CRAAC!, em va col·locar el peu, no havia notat un dolor tan fort en tota la meva vida.

Tot va passar molt lent, vaig estar dos mesos enguixada fins l’ Ingla. Després dos mesos més fins al genoll, i un cop tret el guix, vaig haver de fer quatre mesos de rehabilitació.

Anna

Realment penso que l’etapa de l’adolescència és la més difícil de superar de tota la nostra vida. Tenim les hormones molt desenfrenades i veiem la realitat una mica borrosa, simplement tenim unes prioritats molt diferents de les que realment haurem de tenir més endavant quan tinguem obligacions. També crec que fem al canvi a l’institut massa aviat, som uns nens innocents davant d’una nova experiència molt dura del que ens trobarem més endavant a la vida, i una d’elles i la més perillosa són les drogues, entre elles el tabac i l’alcohol les més comunes en aquesta edat. El fet de tenir relació amb nois i noies més grans fa que veiem el prohibit amb molta més dolçor i temptació. Molta gent posa excuses i diu que no tenim suficient informació respecte a les drogues, però no crec que sigui real, crec que sabem perfectament que no són coses bones per nosaltres, i també sabem el que no hem de fer, però la temptació i el que creiem que és divertit és el que ens empeny a consumir. I per últim el factor més important és la societat, el que realment ens empenyi a consumir drogues és ensenyar als amics com de “guays” podem ser i d’aquesta manera fer veure que no hi ha ningú que pugui superar el que acabo de fer i així es comença, però mai sabem com podem acabar realment. Per tant la meva conclusió és la següent: La personalitat, el caràcter i la forma de ser de cadascú és el que hem de procurar no perdre mai.

Pol Pérez Canturiense

L’Alzheimer és una malaltia degenerativa que mata les cèl·lules cerebrals lentament i sense possibilitat de cura. A mesura que avança, apareixen símptomes com la confusió, l’agressivitat, la pèrdua de memòria a llarg termini i fins i tot la pèrdua de sensibilitat. És la demència més comuna i afecta a principalment a les persones majors de 65 anys.

Al principi quasi no se li notava, de tant en tant oblidava el lloc on havia deixat les claus, el nom d’un parent llunyà… Més endavant, van aparèixer els canvis d’humor, la irritabilitat i la impotència de no poder controlar la situació

Quan va començar la segona fase, semblava confosa, espantada. Repetia frases contínuament i moltes les deixava a mitges. Els dies que anàvem a visitar-la, es pensava que era ella la que havia vingut a casa nostra i viceversa. Si la portàvem a passejar pel poble, sovint perdia l’equilibri i l’havíem de subjectar entre tots perquè no caigués.

Ara ja s’ha endinsat de ple en la tercera etapa. La maleïda i temuda tercera etapa. Sembla més una nena petita que no pas una dona de 82 anys. No pot menjar, rentar-se ni moure’s per si sola. Necessita atenció les 24 hores del dia 7 dies a la setmana. No reconeix el seu marit, la seva filla, el seu germà… no reconeix ningú. Falta poc perquè perdi completament la parla i potser una mica més perquè s’oblidi de caminar, de seure i de somriure.

Una vegada diagnosticat, els malalts d’Alzheimer acostumen a viure entre 7 i 9 anys. Ella ja en porta 15 i sincerament, no sé si desitjar que en compleixi més o que pugui descansar en pau d’una vegada.

Paula